--bueno espero que encuentres lo que estas buscando Tim, y dile a Fernando que no tiene que venir a verme ni traerme bombones.
--¿Fernando te llevó bombones?
La increduabilidad de Tim es evidente y decido ignorarlo.
--tengo que dejarte, me están esperando --le digo y supongo que es verdad, alguien en el canal siempre está buscándome.
--espera un segundo, Lucero, necesito contarte algo.
Se me encoge el estómago al escucharlo. No estoy enamorada de Tim, ahora lo sé sin ningúna duda, peor esa frase me da escalofríos.
--dime --accedo tras un suspiro.
--tengo un hijo.
De todas las frases que pensé que Tim iba a decirme, esa ni siquiera se me pasó por la cabeza.
--un hijo -- repito en voz baja.
--no lo sabía cuando estábamos juntos, ni cuando te pedí que te cáscaras conmigo --se apresura a decir -- me entere en la noche de L'Escalier
-- te creo --afirmo convencida.
Y es verdad, ha pesar de todo lo que ha sucedido entre nosotros dos, sé que Tim me está diciendo la verdad.
--se llama jeremy y tiene once años --me cuenta y mi mente lo único que hace es imaginarselo como padre.
--felicidades --es lo único que se me ocurre decir.
--gracias --suspira aliviado --no lo sabe nadie, solo Fernando y me exigió que te lo diga.
¿Fernando le exigió? ¿Por qué?
--tengo que irme --recurro a la misma excusa.
--Claro, gracias por llamar Lucero.
-- he llamado para insultarte.
Lo oigo reír y entiendo lo que dice Tim de echarme de menos, yo también echo de menos hablar con él.--te llamaré cuando vuelva-- dice él.
--no -- le corrijo, tal vez podemos ser amigos, pero será cuando yo quiera. --te llamaré yo.
--de acuerdo --accede -- hasta pronto Lucero.
Cuelgo y me siento en la silla del escritorio. Dejo el móvil encima de la mesa y con la misma mano Abro el cajón donde he guardado los bombones.
Alguien llama a la puerta.--adelante --contestó cerrando el cajón.
--hola, Lucero -- es parker uno de los abogados del canal, somos grandes amigos, y cada vez que viene por acá pasa a saludarme. -- he venido a ver a joe y me ha dicho que estabas por aquí ¿puedo pasar?
--Claro --le sonrió al verlo bajo el marco de la puerta. --¿como estas?
Parker me devuelve la sonrisa y entra relajado a mi despacho, es un hombre atractivo y se nota que lo sabe, desprende autoridad y seguridad en sí mismo sin necesidad de decir o hacer algo.
--Bien ¿y tu?
--¿yo? ¿No ves las noticias parker? Me han dejado plantada --bromeó, estoy arta de que la gente se sienta incomoda a mi alrededor.
--me alegro.
--¿que has dicho?.
Sonríe de nuevo, pero esta vez es diferente, una sonrisa depredadora.
--he dicho que me alegro.
--¿por qué?
--porque ahora puedo invitarte a cenar.
ESTÁS LEYENDO
Las reglas del juego #LC
RomanceLucero Hogaza tiene la vida perfectamente planeada y está a punto de conseguir lo que quiere : va a tener su propio programa de noticias económicas y en dos meses va a casarse con un hombre maravilloso. Pero una noche Tim cancela la boda y la abando...