Cap :32

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--¿te has vuelto loca? --Lucero escupió el tequila y no tuvo más remedio que buscar servilletas de papel para secarse. --has bebido demasiado.

--he bebido mucho, pero Fernando y tu se desean, creeme he pasado por eso, sé lo que es desear tanto a un hombre al que no puedes tener y que tu mente intente convencerte de que no lo soportas.

--oh no, no, no, eso son sandeces de series adolescentes. A mi no me gusta Fernando. No lo he deseado --afirmó negando el rubor que teñia sus mejillas.

Pamela golpeó la barra con los dedos como si fuese un tambor.

--lo que tu digas lu--levantó las manos en señal de rendición --pero eso es lo que veo yo.

--pues deberias usar gafas.

--¿por qué no has abierto la caja de bombones?

--no tengo hambre.

--¿sabes por qué no la has abierto? --le preguntó pam cohiendo la caja para acercarla a su amiga --por qué así puedes devolvérsela. Te conozco lu, seguro que dentro de tu cabecita ya te has imaginado devolviéndole la caja con una nota, probablemente diciendo que es un imbécil. Pero la verdad es que quieres volver a verlo.

Lucero trago saliva, porque era eso lo que precisamente había previsto hacer. Pero ni muerta lo reconocería delante de pamela. Además ella no quería devolverle la caja para verlo, quería hacerlo para decirle lo que pensaba de él en la cara. Una vez más.

--te equivocas pam --dijo tirando del lazo y abriendo la caja, cogio un bombón y se lo llevó directo a los labios --Fernando es el último hombre en la faz de la tierra por la que me sentiría atraída.

Pamela se encogió de hombros y se levantó del taburete para ponerse la chaqueta que había dejado en el respaldo de la silla.

--me temo lu, que eso no está del todo en tus manos. La atracción suele definirse irracional por algo. Y tu amiga mía te sientes atraída por Fernando. --vio que Lucero se quedaba con cara de pez y la abrazó para darle ánimos. --será mejor que me vaya, ya son la una y todavía no he desecho las maletas, seguro que cuando entre en el apartamento me encontraré con ropa sucia bailando sobre mi cama.

--quedate a dormir aquí, pam --le dijo Lucero levantándose del taburete también, pero más insegura que su amiga. --ya sabes que el cuarto de invitados está siempre listo, y mañana te ayudo a lidiar con la ropa.

--Gracias lu, pero la verdad es que echo de menos mi cama.

--al menos deja que te llame un taxi -- se ofreció Lucero, descolgado el teléfono para pedirle al portero del edificio que se encargue del tema.

Pamela coloco los vasos en el fregadero y se acercó a su amiga para darle otro abrazo.

--no me hagas caso con lo de Fernando, el tequila me pone mal.

--no te preocupes.

--llamame mañana cuando te despiertes --le dijo pamela al apartarse --te obligare a cumplir con tu promesa de ayudarme con la ropa sucia.

Lucero se despidió de su amiga y fue al baño a echarse un poco de agua en la cara. La cabeza le daba vueltas por culpa del tequila y la teoría de pam. Era absurdo. Volvió a la cocina y puso las botellas de tequila junto a la basura para tirarlas por la mañana. Dos botellas. Se habían bebido dos botellas enteras de tequila, y quizá por eso le pareció tan buena idea coger otro bombón de menta, y luego otro.
Y cuando terminó la caja se puso el abrigo y salió de casa

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Chicas llegó la hora 🎊🎊.
El tequila si hizo efecto 🤭🤭

Las reglas del juego #LCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora