Cap :29

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Pdv Fernando :

No puedo dejar de flexionar los dedos de la mano con la que la he tocado.
Me quema.
¿Por qué diablos deje de tocar a Lucero?
Dios, cuando la he tenido cerca de mi, el corazón me ha latido tan rápido que he temido que ella pueda oírlos. Y si se hubiera acercado más hubiera notado lo exitado que estaba.
Y entonces me habría echado antes de su despacho.
Cuando Tim me preguntó si ella me interesaba debí haber dicho que sí.
Bajo furioso por las escaleras de la emisora y me encaminó de nuevo a mi coche.
Venir aquí ha sido un error.
Comprarle la caja de su bombones preferidos ha sido un error.
Pensar que siento algo por Lucero ha sido un error.
Sentir algo por Lucero es un error.
Perdí ese derecho cuando hace más de un año le dije a Tim que no me interesaba. Y me he pasado un año peleandome con ella.
Es absurdo pensar lo contrario.
Y ella me odia, Lucero piensa que soy el peor hombre en la faz de la tierra, esta convencida de que soy tan despreciable como para aprovechar la excusa de ir a verla para seducirla y echar un polvo con ella.
Sin más sonrio y me paso una mano por el pelo.
Auqnue fuese capas de contarle lo que me esta pasando, no me creería, jamás me creería.
Por suerte llego al lugar donde he aparcado mi coche, entro y me pongo en marcha.
Necesito irme cuanto antes de aquí.
Lucero no me creería y yo no sé si quiero que me crea.
Esto que estoy sintiendo ahora no es agradable, me ahogo aunque los pulmones se me llenen de aire y estoy continuamente al borde del infarto.
Odiarla es mucho más fácil y tengo más práctica.
Volveré a hacerlo.
Sé me retuercen las entrañas y aprieto el volante.
O intentaré olvidarla.

Tanto Lucero como Fernando intentaron olvidar lo sucedido el día que Fernando fue a visitarla al trabajo con la caja de bombones.
Lucero se sentía humillada, dolida y confusa.
Fernando se sentía culpable, arrepentido y confuso.
Ninguno de los dos hizo algo al respecto, siguieron con su vida como si nada.
Fernando recibió una llamada más de Tim y le aseguró que Lucero estaba bien, aunque se negó rotundamente a volver a verla. Su amigo dedujo a que se debía a su relación habitual entre los dos, y aceptó sin rechistar. Por su parte Tim le contó que las cosas con Amanda no habían mejorado demasiado, y que para estar cerca de ellos se alquiló un apartamento en la misma zona donde vivían. Tim no le contó que había hablado con Lucero y que sabía que le había llevado bombones, prefirió que a Fernando le sería más cómodo no saberlo.
Por otro lado la táctica de Lucero para olvidar lo sucedido era no permitirse distraerse con nada. La única excepción que hizo fue el miércoles llamar a Liza y le contó que ya había cancelado la florería encargada del evento. También se dejó atender una llamada de la madre de Tim, su ex suegra, aunque nunca habían llevado una relación tan cercana, la señora siempre se porto muy bien con ella, incluso quedó en ir un día a tomar el té con ella.
Rechazo la invitación de Parker de ir a cenar, este le sonrió y aceptó su negativa, pero le advirtió que no se daría por vencido. Al día siguiente la volvió a llamar y le envió flores, ella se negó otra vez. Y entonces Parker volvió a insistir y le envió entradas para un ballet.
Lucero sabía que no se iba a cansar de insistir, y Parker era un hombre atractivo, ideal para que ella despejar a su mente, pero después de lo sucedido con Tim no se dejaría llevar por lo acrractivo.
Y mentiría si no dijiese que pensó en Fernando cuando dijo eso.
Pero prefirió olvidar todo y en toda la semana no volvió a pensar en Tim, ni en la boda, ni en Fernando.
Y funcionó, hasta que el viernes llegó de Miami la única persona que no estaría dispuesta a permitirselo. Pamela, su mejor amiga y camarografa del programa y a la que no veía desde el día que la ayudó a elegir el vestido que llevaba cuando Tim la plantó.

--me voy unos días y ya lias, lu -- fue lo primero que dijo al entrar a su apartamento con dos botellas de tequila. --mis amigas y yo venimos dispuestas a hacerte confesar --dijo levantando las botellas y una bolsa de papel con limónes.

--yo no he liado nada, pam, vamos pasa. ¿Que te has hecho en el pelo esta vez?--le pregunto al ver que llevaba un color violeta.

Cualquiera que las viera Jamás pensaría que eran amigas, ellas dos eran completamente opuestas, al menos en el aspecto exterior. Pamela se teñia el pelo cada semana, tenía pircing en todo el cuerpo, a excepción de la cara, y tiene afición por los tatuajes. Por no hablar de lo atrevido que era siempre su vestuario. Sí pamela y Lucero parecían la noche y el día

Las reglas del juego #LCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora