Cap :40

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Era la primera vez que se sentía vivo cuando otra persona lo tocaba, la primera.
Cuando Fernando descubrió el sexo se sintió estafado, sí, su cuerpo reaccionó como el de cualquier adolescente, pero en su mente, en sus entrañas, sintió que algo, o que alguien, le había engañado. En esa época evidentemente no le dio importancia, y el pensamiento desapareció al instante de su cabeza. Pero esa sensación de vacío volvió con el paso del tiempo. El reaccionaba físicamente siempre que estaba con una mujer que le gustaba, pero era una reacción que no le penetraba la piel. Dentro de él existía una parte que nunca sentía nada.
Siempre se había imaginando que era culpa suya, que carecía de algo, como cuando alguien tiene el sentido del olfato limitado, o una ceguera. En una ocasión intentó explicárselo a su hermano y cuando esté lo miró perplejo, Fernando comparó lo que sentía, con llevar guantes ;sabes lo que tocas, puedes sentir la forma y el peso del objeto, pero no su tacto ni los detalles más elaborados. Su hermano se rio y por suerte para Fernando él estaba borracho y olvidó esa absurda conversación.
Ahora sabía que el no era el problema, él problema era que hasta ahora no había tocado a Lucero.
Levantó las manos y se frotó la cara. Daría cualquier cosa por volver el tiempo atrás y quitarle como mínimo el vestido. Al menos así sabría que aspecto tiene desnuda, claro que entonces sería imposible quitársela de la cabeza.
<<ya no puedes. >>
Dios, tendría que haberlo impedido, tendría que alejarse de ella y obligarla a hablar, a pensarlo mejor, pero cuando notó los labios de ella encima de su cuerpo dejó de pensar. Sus manos querían arrancarle la piel y meterse dentro de ella, los labios de Lucero eran los únicos que lo habían enloquecido de esa manera, sus besos, ese temblor que le recorría el labio inferior justo antes de besarlo era la respuesta más sensual que le había dado nunca una mujer. Los gemidos que salían de su garganta podían hacerle eyacular en menos de un segundo. Y cuando entró en ella... Debía dejar de pensar en eso o tendrías serios problemas.

¿Por qué había ido Lucero a su casa a las tres de la madrugada? ¿Qué era eso que había dicho que quería comprobar? ¿Ella también se había preguntado qué sucedía entre ellos exactamente?
Si seguía allí plantado terminaría volviéndose loco o derrumbando la puerta. Suspiró, giro sobre sus talones y caminó hacia el dormitorio, por más que quiera Lucero no volvería a aparecer.
Se tumbó en la cama y se quedó mirando el techo. No sabía la respuesta a esas preguntas, ni a otras tantas como :¿por qué lo había besado? ¿Por qué se había ido de esa manera tan asustada y arrepentida? ¿Qué significó esa noche para ella? ¿Estaba intentando vengandose de Tim acostandose con su mejor amigo?
¡Oh mierda!.
Se había acostado con la prometida de su mejor amigo.
<<exprometida >>le recordó una voz en su mente <<y Tim nunca a tenido a Lucero de esa manera>>añadió la misma voz, que Fernando no sabía si creer.
¿Que pasaría cuando volviese Tim? Fernando tenía que contárselo antes de que vuelva, tenia que decirle lo que había pasado con Lucero. El no era esa clase de hombre que se acuesta con la esposa o prometida de sus amigos. Pero ¿y si Tim quería volver con Livero? ¿Y si Lucero quería volver con Tim?
Sintió náuseas y tuvo que apretar la mandíbula y respirar despacio para desaparecerlas.
No, eso no iba a suceder jamás. Tim estaba decidido a recuperar a Amand y Lucero... Bueno no sabía que es lo que quería exactamente Lucero, pero estaba convencido de que si se hubiese planteado volver con Tim, no lo hubiese besado como lo hizo, ni de prácticamente desnudarlo y exigirle que la besara y la tocará. Ella se había ido de allí mirándolo como si no quisiera verlo más, cierto, pero también había sido ella la que había tirado de sus pantalones y la que lo había pegado a su cuerpo, haciendolo enloquecer de deseo. Y de momento tendría que conformarse con eso.

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