YUN
- Realmente le ame para que ahora el corazón roto sea el mío. Yun, no te enamores nunca.
-Nao, es una serie. No es el fin del mundo.
Los sábados Nao y yo solíamos hacer maratones de alguna serie a la que se había quedado enganchada.
Debido a mi nuevo trabajo no iba a ser posible hacer tantos maratones, ya que si recibía una llamada del señor Dong, debía presentarme de inmediato en el edificio.
Realmente esa parte no venía en el contrato, pero no me pareció del todo mal. Me pagaban demasiado bien para no aceptar algo tan tonto como eso.- Es el fin de mi mundo- sollozó Nao. Realmente me gustaría verla en un Apocalipsis zombie. Seguro que no exageraría tanto como ahora.
- Bueno, se sale del todo menos del cementerio. Ahora levántate y hazme comida.- No era un dato relevante, pero normalmente solía cocinar ella, ya que mis dotes de cocina se basaban en saber hacer café y te. Pero el mejor café y te de todo Asía. Ni en el Anteiku.
- No se si podré cocinar, estoy demasiado deprimida. Pide por internet.
- Realmente me asombra el nivel de dramatismo al que llegas. Algún día serás como Dafne, mitad árbol- sonreí, básicamente porque a Nao nunca le gusto la mitología y sabía que no entendería la referencia. Cuando puso cara de confusión me reí.- Por la cantidad de papeles dramáticos que cargas. Exagerada.
-Me dueles Yun.- fui a por el ordenador para pedir la comida, y desde la habitación Nao chillo:- ¡Creía que lo nuestro era en la salud y la enfermedad!
- ¡Que estes obsesionada no es una enfermedad!
Al rededor de media hora después, llamaron al timbre. La verdad es que pensé que ordenar fideos y algo de carne iba a tardar más, pero me sorprendió que no fuera así.
Abrí la puerta y el repartidor era un chico sonriente que tenía pinta de todo menos de chino.
Americano tal vez.-Aqui tiene. Gracias, disfruten de la comida.- hizo una reverencia y se fue.
Omití el hecho de que usara un verbo en plural.
No debí hacerlo.
Y tampoco debí omitir el nombre del repartidor que solía venir en los tickets.- No puedes ir al área 51 a que resuciten al personaje de una serie que no existe- Nao se pasó toda la tarde divagando sobre la serie. A veces se infravalora lo que puede afectar una gran producción en la mente manipulable de una fanática.
-¿Porque no? Seguro que funciona.- no me quise dignar a contestar. A veces no sabía cuándo hablaba en serio y cuando no.
-A veces me pregunto que pasaría si vivieras en una serie...
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