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SICHENG

Yun se presentó dos minutos tarde al trabajo, vino a disculparse diciendo que se había perdido al venir.

Fui comprensivo y le dije que no pasaba nada, cuando ya sabía todo lo que había pasado.

Jaehyun me dijo que, según las grabaciones de seguridad del edificio de Yun, ella no había aparecido por su apartamento por la noche. Así que era sencillo de suponer que se perdió porque durmió en casa de alguien más.

Eso y que tenía una pequeña marca roja en el cuello.

No sabía que a Yun le gustara tanto hacerme enfadar.
Ahora había entrado directamente al juego del ratón y el gato.

- Yun- llamé por el telefonillo.- ¿podrías llamar a Jaehyun y pedirle que venga? Ah, y dile a Mark que puede tomarse el día libre o hacerlo todo desde casa. Gracias.

Para lo que iba a hacer no necesitaba a Mark, él solo sería un estorbo que pondría mala cara.

Y hablando del Rey de Roma, Mark estaba llamando a mi móvil.

- ¿Sí?

- Sicheng, ¿qué piensas hacer?- se notaba la incomodidad en su voz.

- Qué agresividad hay en tu tono de voz, ¿acaso pasaste mala noche?.- se quedó callado y vi la oportunidad de deshacerme de él por hoy.- ¿Sabes quién ha debido de pasar una muy buena noche? Yun.

Tras decir eso, colgué el teléfono y lo apagué. Seguramente volvería a llamar una y mil veces.

Y por si acaso se presentaba, cancelé la utilidad de su pase y avise a seguridad que no le dejaran pasar hoy.
Mark era alguien tranquilo, cuando viera que no le dejen pasar, preferirá irse por sus propias patas antes que montar un espectáculo.

- Señor Dong.- Yun entró a la habitación, y Jaehyun le seguía.- Les dejo a solas.- salió de la estancia y cerró la puerta.

- ¿Vas tan atrasado en el plan? A estas alturas ya debería de dejar de llamarte señor Dong.- Jaehyun se sentó en el sofá como si fuera su propia casa.

- Por mucho que me gustaría, no deja de llamarme así. Si se porta bien puede que un día ella pueda ser la señora Dong.- me senté junto a él y me desabroche el primer botón de mi chaqueta.

- ¿Dong Yun? No suena bastante bien.- comenzó a reírse.- ¿Qué tal Lee Yun? Suena mucho mejor.- me miró con esa mirada pícara de "no he roto un plato en mi vida pero todos los vasos del mundo que tocan mis manos caen al suelo". Ese bastardo sabía dónde dar y como.

- Si Yun tomara el apellido Lee, sería la viuda Lee.

Por fuera la conversación podría parecer una broma, o tal vez graciosa, si tienes esa clase de humor.
Pero ambos sabíamos que mis palabras eran ciertas, y que no me temblaría la mano para mantener lo que era mío.

- ¿Qué necesitas?.- preguntó Jae.

- Yun pasó la noche con alguien y se atrevió a marcarle el cuello. ¿Puedes creerlo? Necesito que encuentres a esa persona y la traigas ante mi.

- ¿Qué piensas hacerle?

- Nada que no merezca. Puedes estar tranquilo, no dejaré marcas en el cadáver. O tal vez sí.

Realmente odiaba a las personas que marcaban sus asquerosas marcas en mis propiedades.

Y si Yun quería tener una noche loca, simplemente debería habérmelo pedido. Tal vez hasta hubiera ido suave si ella me lo hubiera pedido.

- Ah, y, claramente Yun debería aprender la lección también. Pero debería ser algo tranquilo, no quiero asustarla demasiado pronto. Primero quiero jugar algo con ella.

- ¿Entonces lo de drogarla y acostarte con ella a lo mejor es demasiado, verdad?

- Es demasiado, pero no lo descartes, a lo mejor lo uso para más tarde.

- ¿Entonces que pretendes hacer?.- Jaehyun me miró y supo exactamente qué estaba pensando.- No vas a hacer eso, no.

- ¿Porqué? No me digas que no lo has intentado con Eli.- Jaehyun me miró serio.- Bueno, pienso hacerlo, así que solo prepáralo bien. No te dará muchos problemas, no es tan complejo como lo de meterle afrodisíacos en la bebida.

- Bueno, pero sabes que ella no es así. No caerá rendida ante ti tan fácilmente. Si la metes en tu cama, sabrá como escaparse con tus sábanas. Seguramente acabes perdiendo tú más que ella.

- ¿Qué recomiendas entonces?

- No hagas nada. Ella ya sospecha de ti, seguramente intuya que era algo que tenías planeado. Yun es inteligente, deberías conformarte con que busque a su acompañante de anoche y ya.

Por mucho que odiara admitirlo, aquella vez Jaehyun tenía razón. Yun no era como Elaine o Sakura, ella incluso ya podría intuir que lo de Jeno fue planeado.
¿Debería arriesgarme y que pudiera descubrirme, o debería dejar claro que Yun era de mi propiedad?

Ambas decisiones sonaban tan interesantes.

- Te haré caso. De todas formas, ya tendré ocasiones de marcar a Yun cuando sea mía, ¿no?

- Bien hecho. Iré a investigar. ¿Algo más?

Se levantó y se acercó a la puerta, esperando una respuesta.

- Nada más. Pero, no te encariñes con Eli. Ya sabes lo que pasará.

Su cara cambió drásticamente, tornando a un tono más serio, como si la realidad le hubiera cruzado la cara.

- Lo sé. Solo espero que no sufra hasta que llegue el momento.

BOSS [WinWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora