YUN
No era la primera vez que me emborrachaba, en aquellos tiempos lejanos en los que todavía iba a la universidad, emborracharse hasta perder el conocimiento era el pan de cada viernes.
Pero si era la primera vez en mucho tiempo que me levantaba con tanto dolor de cabeza.¿En que momento empezó a dar vueltas todo?
No recordaba mucho de lo que pasó después del incidente con Jeno y Sicheng. Jeno realmente era un chico agradable, pero debí suponer que estaba podrido por dentro. Todos en ese jodido lugar lo estaban.
Si no fuera ridículo, pensaría que Sicheng lo planeó todo.
Pero, ¿quien puede ser tan miserable y calculador? Era imposible.
Realmente fue cruel no darle las gracias. Si Sicheng no hubiera estado allí...quien sabe lo que podría haber pasado.
Pero seguía siendo un Dong. La gente de esa familia nunca hace nada desinteresadamente. No me fiaba de él, y no quería hacerlo.Me habían estado llamando toda la mañana. No era un número que conociera, así que decidí no cogerlo. Al menos por el momento.
Mientras me duchaba, me cambiaba de ropa, me maquillaba y me peinaba, el número siguió llamando ininterrumpidamente. Al principio pensaba que era propaganda o la llamada mensual de mi padre para saber como estaba, pero ambas opciones habían dejado de ser posibles al ver la insistencia de la persona que llamaba.
Fuera quien fuera, decidí ignorarlo.- Buenos días señorita Zhao, ¿ha dormido bien?- iba a cerrar la puerta de mi habitación cuando me encontré a Sicheng saliendo del ascensor.
- Buenos días señor Dong, ¿puedo hacer algo por usted?
- Por ahora no, solo quería ver que tal estaba después de lo de ayer. Y también quería informarle de que Jeno ha sido despedido inmediatamente, está volviendo a Pekín.
- Gracias, no era necesario.
- La verdad es que si lo era, no podemos dejar que gente así trabaje en nuestra empresa.- no se como lo dijo, pero su mirada mientras lo decía...me causó escalofríos por todo el cuerpo.
Fuimos juntos al ascensor, para bajar a la planta donde se organizaban las reuniones entre empresas. Mi teléfono sonó tres veces en el ascensor, y lo cogí para silenciarlo.
- Lo siento.- me disculpé.
- Debería cogerlo, podría ser algo urgente. Nadie llama tan insistentemente si no es por algo grave.- salimos del ascensor y pensé en cogerlo. Podrían llamarme desde un hospital o una morgue.
- Disculpe, voy a coger la llamada. Puede ir yendo si quiere.- Sicheng negó con la cabeza y esperó conmigo a que terminara de hablar.
Llamé al número desconocido, y apenas sonó un toque antes de que alguien lo cogiera.
- Gracias a los dioses.- oí la voz ronca de una mujer al otro lado de la línea, pero no reconocía a quien pertenecía.
- Disculpe, ¿nos conocemos?
- Perdona querida, es que ha pasado todo tan rápido... soy la madre de Nao. Creo que erais amigas, ¿no?
Todo lo que dijo me sentó como un puñetazo en el estómago.
- ¿Le ha pasado algo? ¿Está bien?- sentí que se me cortaba la respiración. La mujer empezó a llorar amargamente. ¿Ella realmente....?
- Cielo, Nao murió ayer.