SICHENG
Esperé a que Yun cogiera la llamada de teléfono. Estábamos solo ella y yo en el pasillo.
Fue verdaderamente difícil no tomarle y reclamar lo que era mío.
Supuse que la madre de Nao era la persona detrás de la llamada. Al menos esperaba que así fuera, porque ella comenzó a llorar en silencio mientras hablaba con total tranquilidad. ¿Ella normalmente hacía cosas así? ¿Porqué se le daba tan bien?
Ella soltó el teléfono y se limpió las lágrimas. Se giró para acercase a mi. Pude observar que su maquillaje estaba intacto. No era un dato importante, o al menos no lo tuve en cuenta en aquel momento.
- Realmente me siento muy avergonzada de pedirle esto, señor Dong... Pero, me ha surgido un asunto urgente y debo volver a Pekín. ¿Sería eso posible?- debía contener la risa en aquel instante.
- Bueno, ¿es realmente necesario? No me gustaría ser insensible pero los accionistas...- frené en seco al ver lo que Yun hizo. Sonreí, era lo que supe que haría. Que predecible. Ella se inclinó, haciendo una reverencia.
- Me pondré de rodillas si es necesario.- oh, lo harías querida, pero no por lo que tu piensas.
Puse mi mejor cara de preocupación y le levanté el rostro, mirándole directamente a los ojos. Ella no lloraría en frente mío, pero pronto lo haría.
- ¿Qué sucede?
- Mi compañera de piso murió ayer, y su madre me ha llamado ahora. Me gustaría poder despedirme de ella y saber mejor que pasó.- la situación fue la esperada: ella me pediría ir, yo se lo negaría de primeras para que ella viera que ir a esa mierda de reunión era lo más importante del mundo, y ella me rogaría poder ir, a lo que yo accedería encantado al verle triste, y Yun quedaría conmovida.
- Dame unos minutos, haré que compren los dos próximos vuelos que salgan a Pekín. Iré contigo, no te preocupes, solo debo hacer unas llamadas...- evidentemente los billetes ya estaban comprados.
- No es necesario, puedo ir sola... Este viaje es importante para usted.
- Es más importante que estés bien. Espera aquí.
Me alejé para llamar a Jaehyun.
- Mándame los billetes. ¿Estás con Lee?- Jaehyun suspiró.
- Mark está durmiendo, pero sí. Ten cuidado, Yun parece lista.
- Todas lo son.- colgué y volví con Yun.
Se veía realmente afectada, pero no quería exteriorizar lo que sentía. Era como una pobre mariposa encarcelada, como si todo su mundo se hubiera podrido hasta el punto de la destrucción.
Pero, el mundo a mi alrededor podría pudrirse hasta los cimientos, ya que cuanta más destrucción hubiera a mi alrededor, más poder ganaba.
Yun pronto se uniría a mi colección, y la expondría orgulloso en mi pared de trofeos.
Porque acababa de comerme su mundo.