SICHENG
- Mierda, tendré que tirar esta camisa. No creo que las manchas de sangre salgan.- cogí un trapo y me limpié las manos con eso. Había pasado de ser blanco a tener lindas manchas rojas.- ¡Jae! Haz lo que ya sabes con el cadáver. Yangyang ya es historia.
- ¿Hoy te has enseñado con él o es cosa mía?. Mira su abdomen, me duele de verlo.
- Puede ser. ¿Qué has pensado para taparlo?
- Vivía con su madre, que es una señora mayor. No creo que ponga problemas. Si los pone, podemos envenenarla. Diremos que le secuestraron. La policía no hará nada, y es imposible que con las redes que tengo se filtre el caso fuera del país.
- Bien hecho.
Salí del cobertizo y me metí en mi coche. Jaehyun se sentó a mi lado.
- Dile luego a Kun que venga y limpie cualquier marca de vehículo posible que haya quedado marcada en el terreno.- Jaehyun asintió ante mi petición y suspiró, posando sus dedos sobre el arco de su nariz.- ¿Tienes que ir a ver a tus padres?
- Si. Me llamaron anoche, querían hablar sobre mi prometedor futuro. Siempre que voy me dejan con el dolor de cabeza durante semanas.
La relación de Jaehyun y su familia siempre había sido mala.
Desde pequeño Jae había sido un niño prodigio, lo que encendió las alertas en sus padres. No fue al colegio, ya que sus padres contrataron un tutor para él. Tampoco se le permitía salir De la Villa familiar.
Al menos antes del incendio.Jaehyun tenía un hermano menor, Jaemin. Creo que tenía tres años menos que él.
Cuando Jae tenía diez años, el ala derecha De la Villa ardió en un incendio, al parecer provocado por uno de los empleados. Jaemin no pudo salvarse, y Jaehyun se culpó por ello siempre.
Desde ese instante, sus padres fueron más estrictos, según me contó él, usaban castigos físicos para mejorar su rendimiento académico.
Con dieciséis años, Jaehyun se fue a vivir a America por cinco años con su abuela.
Desde entonces, va cada cierto tiempo a ver a sus padres. Normalmente para asuntos familiares que necesitaban la aprobación del cabeza de familia, que en este caso era el padre de Jaehyun.
- ¿Siguen pensando que fuiste el culpable de la muerte de Jaemin?
- Eso creo. Aunque sería ridículo. Yo quería a mi hermano.
Cuando murió Jaemin y se descubrió que fue culpa de un empleado, no dudaron en pensar que alguien de las ramas principales de la familia fue el culpable. Como no pudieron demostrar nada, el principal punto de mira de sus padres se volvió Jaehyun.
En cierto modo tenía sentido. ¿Quién podría haber pagado a un empleado sin levantar sospechas en la familia? Si Jaehyun mataba a Jaemin, todo el patrimonio de la familia Jung pasaría a Jae una vez sus padres murieran. Y con la influencia de sus bienes, Jae sería imparable.
Pero ambos sabíamos que Jaehyun no sería capaz de hacer algo así. Bueno, al menos en aquellos tiempos.
- Aunque se confundieran en la línea de investigación, yo también creo que alguien debió pagar al asesino. ¿Porqué si no lo haría?.- Jaehyun me miró confundido.
- Durante las investigaciones dejó claro su desagrado por la familia Jung.
- Imagina que fui yo quien pagó al asesino. ¿Crees que dejaría que pudiera incriminarme?
- ¿Quién querría matar a Jaemin? Es absurdo.
- Claramente es absurdo. Porque no querían matar a Jaemin, querían matarte a ti. O a ambos.
- Si eso es cierto, el que está detrás de todo eso debería ser un miembro directo de la familia. Y mis padres ya investigaron a fondo eso. No remuevas el pasado.
Jaehyun se veía molesto cada vez que hablábamos del tema. Aunque había dejado caer varias veces el tema, siempre se zanjaba demasiado rápido.
- Bien. Como eres mi amigo, Jae, te haré un regalo.- Jaehyun me miró entre expectante y curioso. Sería divertido.- Te daré el nombre de la mujer que mató a tu hermano.