SICHENG
Siempre entraba a las nueve. Ni un minuto antes ni un minuto después.
A pesar de que yo entrara después, me gustaba que los empleados llegaran, por lo menos, una hora antes. No me gustaba tener que llegar y empezar a decirles a todos que debían hacer o no. Me gustaba que hubiera cierta actividad antes de que yo llegara a ocupar mi puesto.-Buenos días señor Dong- los guardas de seguridad siempre me daban los buenos días con una cordial sonrisa. Realmente inútil.
Subí directamente a mi despacho, no sin antes pasar por el de la señorita Zhao. Se veía muy ocupada con su nuevo ordenador. Me vio pasar a mi despacho y me saludo.
Apenas entré a la sala cuando Yun entró detrás. Dejé mi maletín en el sofá y me senté en mi asiento.
- Supongo que estarás aquí para ver que tarea te asigno, ¿no?- ella asintió- Bien, necesito que te aprendas mi agenda, que encontrarás en el calendario de tu ordenador. Después de eso, debes priorizar los asuntos importantes y reordenarlo todo. No te llevará mucho, pero es todo lo que necesito por hoy. Cuando acabes, puedes bajar con Jaehyun y ver si necesita algo. ¿Alguna pregunta?
Sinceramente esperaba que me preguntara quien era Jaehyun, ya que ni Kun ni yo se lo habíamos dicho nunca.
Pero sin embargo, asintió y salió fuera.
Me sorprendió bastante, ya que le iba a costar bastante adivinar por si misma en que sección se encontraba el.
Seguramente preguntaría a Kun o a algún recepcionista o segurata.Punto a favor: Zhao Yun era una chica de recursos.
- ¿Si dígame?- mi teléfono comenzó a sonar. Eran pocas (por no decir ínfimas) las veces en las que me llamaban al móvil personal en vez de llamarme al de mi oficina. No Jaehyun ni Mark solían hacerlo.
Mi madre no solía llamar, pero cuando lo hacía me llamaba al personal. Así que supuse que era ella.
Me equivocaba.- Eres Dong Sicheng, ¿verdad?- era una voz masculina, así que a no ser que mi madre hubiera tomado una decisión prácticamente prohibida en China, no era ella.
- Efectivamente, ¿quien lo pregunta?- escuché una risa detrás de la línea y estuve a punto de colgar. Por cosas así nunca cogía el móvil personal.- ¿Le parece gracioso? Si es una broma no tiene gracia, adiós.- estuve a punto de colgar cuando oí perfectamente lo que dijo.
-Recibirá noticias mias pronto, WinWin.- me tensé al oír ese nombre. Ese era el nombre con el que se me conocía en el mundillo. Y nadie que pudiera conocer ese nombre conocía mi número.
Y mucho menos se atreverían a amenazarme.- Señorita Zhao, ¿podría contactar con Lee Mark y decirle que venga?-Yun estaba apuntando lo que decía en una agenda. Parecía profesional.
- Claro, le aplazaré la reunión a dentro de una hora.- asentí y se marchó. Oí como llamaba a Mark y le pedía que viniera.
"Pero el señor Dong dijo que era urgente"
Me reí al oír aquello. Mark nunca ponía fáciles los encuentros cuando le llamaba algún empleado. No solía decir que si a la primera por mucho que quisiera venir.
Seguramente le gustaba ver si los empleados, normalmente secretarios, tenían recursos para conseguir que viniera.-Me gusta tu secretaria, tiene un piquito de oro para hacer que viniera hasta aquí casi a la primera.- se sentó en el sofá como si fuera Pedro por su casa.
- Por algo la elegí, Lee.
- Y por algo me has llamado, ¿verdad Sicheng?-Mark nunca se equivocaba.
- Me han llamado antes. Cuando fui a mirar el número, se me borró el registro de llamadas de las últimas semanas. Me llamaron Winwin. Y ambos sabemos que si fuera una simple amenaza no se hubieran molestado en meterse en mi móvil y borrar el registro de llamadas. Esto es algo planificado.
-Supongo que te habrás comprado otro móvil, ¿no?- asentí- Bien, déjame tu móvil antiguo, intentaré rastrear quien se metió en tu registro de llamadas. Y cámbiate el número y de compañía.
Le tendí el teléfono y se marchó, como siempre, dejando la puerta abierta. Vi como le sonreía a Yun y se alejaba con cierto aura misteriosa.
Por aquel entonces no supe el terrible poder que supondría aquella sonrisa, y toda la desgracia que caería sobre el apellido Dong.