12

1.7K 179 13
                                    

YUN

Realmente eran pocas las veces en las que me despertaba pronto. Y por pronto no quiero decir despertarme a las siete para estar en el trabajo a las ocho. Eso solía hacerlo en mi anterior empleo, pero como era niñera y los niños no se despertaban "temprano", no solía preocuparme por el tiempo.

Sin embargo, estaba a las cinco de la mañana despierta, duchada, vestida y desayunada.
Pensé que al ser mi primer día oficial en la compañía más importante de China, necesitaría más tiempo para hacer todo lo que solía hacer en una hora.
Me equivocaba.
Aunque seguramente si hubiera tenido menos tiempo, hubiera necesitado más de este.

Entraba al puesto a las ocho, para que Kun me enseñara donde estaba todo aquello confidencial que no quiso enseñarme durante el periodo de prueba.
Seguramente eso nos llevaría una hora, así que asumí que Dong Sicheng no entraba al trabajo hasta las nueve.
Eso o simplemente podía prescindir de una secretaria durante una hora.

En metro, no tardaba más de veinte minutos en llegar a la sede de la empresa, así que salir ahora para allá era una tontería.

Una de las cosas que me enseño mi padre, fue a anotar todo lo que me ocurría en un diario. Pensé que tendría un sentido liberador o alguna cosa así, pero con El Paso de los años, descubrí que eso de ser policía te vuelve un neurótico.
Tenía que llevar el cuaderno al día por si desaparecía de la faz de la tierra, que la justicia tuviera alguna pista de que pudo pasar conmigo.
Acepte la idea porque si me hacía rica y extravagante podría vender mis memorias por una millonada.
¡Sorpresa! No soy rica ni extravagante y el diario se convirtió en una rutina más marcada que respirar.

Normalmente solía escribirlo por la noche, lo cual tenía bastante sentido. Era mejor escribir todo de una vez cuando ya ha acabado el día, que tener que escribir cada minuto a cada cosa que me pasaba.
Aunque si lo escribia para que pudieran pillar a mi "supuesto" asesino, lo ideal sería lo Segundo.

Llevaba un diario que escribía por la noche. Lo que me pasaba "sospecho" o que fuera de interés, lo tenía registrado en el móvil. Así en vez de sacar un libro que cualquiera podría robarme, o quemar, lo guardaba en la nube. Y si se borraba de allí, era porque alguien realmente quería matarme y borrar sus huellas con ganas.
Sería bastante interesante morir así.

Notas, 5 de septiembre de 2019
Sobre las seis y media me dirigire a la sede de la compañía Dong, donde comenzaré a trabajar hoy como secretaria. Cogeré la línea de metro de todos los días, que me dejara Justo en frente del edificio.

Le dejé una nota en la encimera a Nao. Supongo que ya sabría que me iba a ir pronto (ya que siempre se despierta bastante tarde, cualquier hora inferior a las dos de la tarde era pronto), pero como era tan despistada sería capaz de llamar a la policía por haber desaparecido.
No sería la primera vez.

Eran las siete y media y ya había llegado a la sede de la empresa. Supuse que era mejor estar media hora por si acaso Kun no me esperaba en la recepción y debía estar buscándole por todo el edificio.
Quien sabe.

Por fortuna, Kun estaba en recepción. Estaba de pie, con una carpeta en la mano y vestido de traje (como siempre vaya).
Supongo que me vería entrar y se pondría de pie, porque si no, la idea de estar media hora de pie esperándome se me antojaba algo poco deseable.

-Llegas media hora pronto señorita Zhao. Me parece correcto añadir que esto no puede ocurrir nunca más. Como mucho debe estar aquí diez minutos antes.- comenzó a andar y le seguí.

¿En que clase de trabajo te permiten no llegar media hora antes?
En aquel entonces no pude advertir lo oscuro del consejo que me dio Kun.

Me llevo a la décima planta, donde había doce habitaciones en total. Tres de ellas contenían los archivos de la empresa en carpetas.

- Estás salas serán únicamente utilizadas en casos extremos- comenzó a explicarme Kun- ya que todos los datos están archivados en la red. En tu ordenador personal podrás encontrarlo todo. Solo debes venir aquí cuando haya problemas con la red del edificio. No es muy frecuente, pero debes estar informada.

En aquel momento pensé que si había tres habitaciones llenas de datos, me parecía peligroso dejarme con un ordenador que pudiera almacenar tanto. ¿Y si explotaba?
Y de todas maneras era la secretaria, no me iba a encargar de la contabilidad.

- Em...¿para que necesito tanta información si no es mi trabajo manejarla?- Kun se giró completamente y creo que vi algo de emoción humana en su mirada.

- No se como será en otras empresas, pero para trabajar aquí debes conocerlo todo sobre todo. Aunque solo traigas cafés, debes conocer hasta el asunto más ínfimo. Cada pequeño individuo aquí, forma en conjunto un ende. Además, tú vas a ser la que trabaje con esos documentos cuando el señor Dong lo requiera.

-Comprendo.- realmente no lo entendía, pero así es la vida.

Durante la siguiente hora estuve viendo plantas, habitaciones para los descansos, los diferentes departamentos, las zonas comunes, las salas de reunión, y un millón de cosas más que se me olvidarían mañana.

Finalmente me dejo en mi escritorio, que se encontraba justo en frente del despacho del jefazo.
En el me habían dejado un ordenador y diferentes tipos de útiles para escribir.

Me senté en la silla y esperé a que apareciera Dong Sicheng para decirme que hacer.
Aunque mientras tanto iba averiguando como demonios funcionaba el maldito ordenador.

BOSS [WinWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora