MARK
Cuando me desperté por la mañana, vi a Yun metida entre mis sábanas, con su ropa por el suelo.
Todavía estaba dormida, y era demasiado temprano, por lo que no le urgía despertarse a estas horas para ir a trabajar.
Me levanté, me puse algo de ropa y fui a la cocina.
Abrí la nevera, pero apenas había nada dentro. Había unos huevos que dentro de poco seguramente se pusieran malos, así que decidí hacer unos huevos revueltos.
Me tomé mi plato y le dejé a Yun el suyo encima de la mesa, con un vaso de zumo y una taza de café solo, por si no le gustaba tomárselo con nada.
Mientras limpiaba los cubiertos, oí unos pasos a mi espalda.
-¿Esto es para mí?- Yun señaló el plato de huevos y yo asentí. Ella se sentó en la mesa y empezó a comerlos.- Ayer dijiste, que no era necesario que nos acostáramos para conseguir lo que, supuestamente, ambos queríamos. Así que, ¿porqué ayer te acostaste conmigo?
- ¿No puedo simplemente querer hacerlo?- reí y ella me miró seriamente.- Bien. Lo hice porque quería tomar lo que Sicheng también quería tomar. Me alegra saber que lo hice primero que él.
Sinceramente, esa era la única razón por la que había hecho eso con ella. Lo de Nao aún era reciente, así que no tenía pensado meter en mi cama a nadie que no fuera a proporcionarme lo que necesitaba para destruir a Sicheng.
- ¿Porqué das por hecho que quiero destruirle?- ella dejó de comer, para fijarse en cómo actuaba.
- Porque se quien es tu padre, y al contrario que Sicheng, también se quien es tu madre.- después de decir aquello, Yun se quedó atónita, sin saber que decir. Cuando recobró el sentido, lucía algo enfadada.
- Incluso si eso es verdad, eres la mano izquierda de Sicheng. Evidentemente no puedo fiarme de ti.
- Le debo la vida a Sicheng. Pero no la mía, si no la de mi hermana. Me hizo creer durante mucho tiempo que estaba muerta, y amenazó con matarla si me iba de su lado.
- ¿Porqué debería creerte?
- Porque no tenemos nada que perder, pero Sicheng sí. Por separado, nuestros movimientos están limitados. Juntos, podríamos destruirle. Y eso es lo que ambos queremos.
Yun se lo pensó dos veces antes de decir nada. Seguramente una parte de ella no quería creerse nada, y la otra estaba indecisa sobre si debía hacerlo o no.
Poniéndome en su situación, yo no hubiera aceptado mi ayuda. Era realmente sospechoso.Pero si ella decía que no, no iba a obligarle a hacer equipo conmigo.
- Vale, cogeré tu mano. De todas formas, si me traicionas tengo un salvavidas. Y tu estas dentro del núcleo de la compañía Dong. Sería estúpido desperdiciar una oportunidad así.
- Bien. Lo primero que deberías hacer es mudarte . Sicheng ya tiene controlado tu piso, asi, si vienes aquí nos libraremos momentáneamente de él.
- ¿Sicheng no te tiene controlado a ti?
- Técnicamente si. Pero yo no vivo aquí siempre. Este piso lo compré en una subasta, bajo un pseudonimo. Es imposible que sepa que es mío. Él vigila todas las viviendas a mi nombre, así que para no levantar sospecha vivo allí a veces.
- ¿Qué te hace pensar que él no descubrirá que yo vivo aquí?
- Fácil. Te pagaré otro piso, algo más barato. Técnicamente vivirás allí. Aquí es donde nos reuniremos, y donde te quedarás cuando sea necesario. Este será un piso seguro.- ella me miraba con escepticismo, como si dijera lo más estúpido del mundo.
- De todas formas buscaba mudarme de piso así que vale. Supongo que esta ubicación debe ser secreta.- asentí.- ¿Y si Sicheng la descubre?
- Le prendemos fuego al edificio. De todas formas,
compre todo el edificio y no vive nadie así que no pasará nada.Ella me miró algo extrañada. Seguramente estaría pensando algo como "está hecho de la misma pasta que Sicheng, dispuesto a quemar edificios"
- Y no te confundas, si la vida de mi hermana no estuviera en peligro, no llegaría tan al límite.
- Bien. Así que, ambos destruimos a Sicheng, y salvamos a tu hermana. ¿Cierto? Pero, ¿qué pasa si tú hermana muere? ¿Seguirás siendo mi compañero?
- Si eso pasa, enterraremos a Sicheng vivo.- ella asintió.
- ¿Qué quiso decir la llamada del otro día? Todos estabais algo preocupados.
- Respecto a eso, ¿qué te dijo realmente esa persona?.- Yun se quedó callada, pensando si debería decírmelo o no. Aún no se fiaba de mi.- Si no me lo dices no avanzaremos nada.
- Bien.- suspiró.- Me dijo que pronto sería el juguete de Sicheng, y cuando eso pasara, esa persona me convertiría en el suyo. Supongo que Sicheng quiere algo de mi, y para ello quiere seducirme y que me enamore de él, ¿verdad?
- Su plan es que toda tu existencia dependa de él. Qué si él muere, tú mueras con él. Que todas y cada una de las células de tu cuerpo reclamen a Sicheng. Quiere poseer tu alma y tu cuerpo. - ella se pasó un mechón de pelo por detrás de la oreja. No se sorprendió por lo que dije, seguramente ella ya lo sabía. Y seguramente lo mejor para ambos, era que eso pasara.
- Qué casualidad. Pensaba hacer lo mismo con él.
En aquel entonces no pude darme cuenta que ella sería peor que Sicheng.
Si había algo más peligroso que un hombre buscando venganza, eso era una mujer buscando lo mismo.
- Bien. Mira qué hora es, deberías ir yendo a trabajar.- cogí su plato y lo llevé al fregadero. Me acerqué a ella y le besé.- Deberías ir cambiándote, por mucho que me gustaría que Sicheng te viera con mi ropa puesta, no creo que sea apropiado ir a trabajar así.