Pollito (Chriserick)

Veintidos

—¿De verdad estoy tan gordo Chris?

—¿Qué rayos dices pollito? eres demasiado flaco. Además, no es algo de lo que deberías preocuparte, idiota.

—Bueno... él no piensa así— el pelinegro hizo un puchero, llevando sus ojos a los de Christopher— Decía... decía aud tenía que enflaquecer, así que vomite.

—Erick...

—Después me dijo que quería mi virginidad— jugó con los castaños cabellos del chico que estaba incoado frente a él, tratando de no caer en los dolorosos recuerdos— Aish, solo porque le dije que no estaba listo me expuso ante toda la escuela, diciendo que era un tonto virgen— se incorporó en el sofá, tomando la botella de vodka y vertiéndola en el vaso celeste con popote— ¡Q-que s-se joda!

Los puños de Christopher se apretaron tanto por la ira que se tornaron de un color blanco. No podía creer lo que estaba escuchado.

¿Quién podría atreverse a dañar a alguien como él?

Ni siquiera Christopher, quien no le importara quien fuese lo molestaría, él no podría dañarlo.

—¿Cuál es su nombre?

—Oh.. Tomás... Pierce.

Christopher frunció su ceño y habló.

—¿¡El chico de Básquetbol!?