Pollito (Chriserick)

Cuarentaycinco

-¿¡Tu hermanastro!?

Los tres amigos se encuentraban en enfermería.

Después de que Camilo le regresara el golpe con el doble de fuerza, el chico cayó inconsciente al piso. Sin otra alternativa lo llevaron a enfermería y ahora estaba tratando de recuperarse.

Camilo aún no se creía lo que escuchaba de su rubio amigo.

-Mi madre estuvo casada con su padre. Después se fue con mi padre. Y así se fecundó esta hermosura que vez- dijo con simpleza encogiéndose de hombros.

Erick rió al ver la cara de sorpresa de Cam, como si le estuvieran haciendo una mala broma.

Camilo estaba avergonzado.

Pero su orgullo era más.

-B-bueno, no me arrepiento. ¡Nadie golpea mi hermoso rostro!

Rieron y siguieron hablando de temas triviales después de las sorpresas.

El portazo detuvo su charla. Un castaño junto a un chico de pelo azabache acompañado de otro chico bajo y moreno interrumpieron entrando por la puerta.

-¿Erick?- frunció el ceño el castaño al ver a su compañero de cuarto en el mismo lugar donde estaba su torpe amigo inconsiente.

-¿Christopher?

-¿Yoandri?

-¿Joel?- respondió el rubio al ver al chico de varonil perfil en la puerta.

-¿Podrian dejar de preguntar como si fuera una película de comedia barata?- dijo Camilo con tono burlesco al ver las caras de todos los presentes.

-¿Qué haces aquí pollito?

Erick se sonrojó y apartó la mirada. Christopher sonrió de lado al ver la reacción del menor.

-Y-yo acompañaba a Cam... ¿Tú que haces aquí?

-Bueno, el idiota dormido es mi amigo.

-¡Já! ¿tú amigo? bien- se levantó el ojiolivo y cruzó sus brazos- Yo no esperare más a que este imbécil despierte. Dile de mi parte que si vuelve a pasar, el golpe no irá arriba sino abajo. Hasta luego.

Con paso decidido, tomó el pomo de la puerta a punto de salir, sin embargo, unos jadeos de dolor hicieron que regresara la vista al chico que estaba por levantarse.

-¿Q-qué paso?- el chico más alto de la habitación tocó su frente al sentir una fuerte y dolorosa punzada..

-Una pasiva te golpeó. Eso pasó.

-¿¡Disculpa!?

Yoandri y Erick detuvieron a su amigo, evitando que matara al chico castaño por su comentario.

-Christopher...- le recriminó el ojiverde.

-¡Ah! ¡tú eres el que me golpeó!

-Oh, ¿enserio?- preguntó el ojiolivo con sarcasmo, viéndolo con una ceja alzada.

-Estas demente.

Camilo se acercó al chico que estaba en la camilla, intimidándolo con la mirada y su ceño fruncido.

-Mientras yo exista, yo voy a ser tu tormento. Mientras yo exista, tú no vas a ser feliz. Grábatelo en la cabeza-Camilo tocó con su dedo índice la frente del chico frente a él, quien se había puesto pálido al escuchar las amenazantes palabras- ¿Me entendiste?

Zabdiel asintió y tragó saliva. Asustado, buscando la mirada de sus tres amigos pidiendo socorro.

Erick y Yoandri veían todo aguántandose la risa que amenazaba por salir. La escena de los cuatro chicos asustados por la buena actuación de su amigo les tenía muy divertidos.

Camilo salió con la frente en alto, dando aires de superioridad y seguridad.

El ojiverde sacó una risita al ver todos los rostros de los chicos.

Incluso su Christopher tenía el rostro más pálido.

¿¡Es que acaso eso es posible!?

-Hasta luego chicos.

Erick se despidió y Yoandri les sonrió para después salir detrás del ojiverde.

Richard, Christopher, Joel y Zabdiel podrían jurar que tenían sus pantalones meados.