Pollito (Chriserick)

Cuarentayocho

—B-bueno, a-ah, e-es...

Christopher frunció el ceño ante el tartamudeo del menor. Confundido, se levantó del enorme sofá para ir al lado del menor.

Con una ceja enarcada, puso la mano sobre la más pequeña y abrió el pomo de la puerta.

Encontrándose con un verdadero idiota.

Christopher hizo una mueca y por instinto puso al ojiverde detrás de él, encarando al chico que estaba frente a ellos.

—¿Qué haces aquí a estas horas?

—Quería hablar con Erick.

—Mmm. Fijate, yo creo que eso no se va a poder.

—P-pero...

—Adiós.

Con una sonrisa burlesca, cerró la puerta en la cara del chico. Se volteó a ver al más joven, quien tenía la cabeza gacha y jugaba con sus dedos nervios.

—¿Estás bien?

—Y-yo... sí...

El castaño suspiró, sabiendo que todo era mentira— Algún día explotarás pollito— el menor levantó la mirada confundido ante las palabras de su mayor— Es bueno desahogarse o encarar la situación. Somos humanos y algún día esto acabará contigo sea lo que sea hayas pasado con él.

Erick hizo una mueca asintiendo, sin embargo frunció el ceño y clavó la mirada en el mayor— Un momento, ¿cómo sabes que tuve algo con él?

El castaño se golpeó internamente y abrió sus ojos desmesuradamente— B-bueno, supongo q-que si viene es por algo... ¿no?— río nervioso— Iré a terminar mi ramen, de seguro ya se enfrió.

Erick ladeó la cabeza y asintió para si mismo. Siguió al mayor y ambos se encuentraban sentados de nuevo en el sofá viendo la película.

Erick tenía la cabeza gacha, anilazando las palabra de su compañero de cuarto.

Tal vez tenía razón.