Setenta

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—¡TE DIJE SOLO UN POCO CORTO!

—L-lo siento... de verdad, solo creí que así estaba bien.

—¡Christopher! basta.

—¿¡BASTA!? ¡CUANDO TE DEJEN CASI CALVO HABLAMOS CAREN! Puta madre.

La palabra enojado era corta para describir lo que Christopher sentía en ese momento.

Después de que los ahora siete amigos entrarán al establecimiento de belleza que manejaba la hermana de Richard y sus amigas, ambos habían sido llevados a cuartos diferentes, en donde a cada uno comenzó con su cambio de look.

Erick abrió los ojos abruptamente, pues el masaje que le daba la muchacha en el pelo le había dejado adormecido por completo.

—¿Christopher?— preguntó en un susurro para si mismo con su ceño fruncido, confundido por haber escuchado tanto griterío.

—¡Pollito!— gritó desde el otro lado de la puerta, la cual se encuentraba cerrada— ¡Nos vemos en la casa! no seguiré en esta basura.

—¡VUELVE A DECIRLE Y LE DIRÉ A YENNY QUE GRAFITEASTE LA PARED DE LA PREPARATORIA EN PRIMER AÑO!— gruñó Caren desde el segundo cuarto, donde se encontraba pintando el pelo de su hermano.

—¡ESTÁ EN ECUADOR!— soltó el ahora chico de cabello corto con reflejos rubios, saliendo del establecimiento dando un portazo.

La estruendosa risa de Richard se escuchó junto a la de Caren y los demás, negando por la situación de Christopher.

Y Erick estaba confundido.

—¿Qué le pasó a Christopher?— preguntó Erick a la chica que le lavaba el pelo.

Esta echó una risita mientras negaba con la cabeza— Ya lo verás.

El chico no podía estar más curioso.

Pollito (Chriserick)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora