Pollito (Chriserick)

Cientouno

Los ojos pesados de Erick comenzaron a abrirse de poco en poco, siendo cada vez más difícil y molesto al tratar de hacerlo.

Como pudo, se apoyó en sus codos, tocándose con su mano derecha la cabeza que le palpitaba de la peor manera.

Y sintió en la garganta como algo se aproximaba.

Corrió como pudo y se dirigió hacia el baño, importándole poco que Christopher se estuviera bañando.

—¡Yah, pollito! ¿¡Qué mierda te suce...-!?

Las palabras del ojimiel fueron detenidas debido al horrible sonido del vómito de Erick, quien incluso sacaba lágrimas en el acto por el dolor que le causaba el líquido que pasaba por su garganta.

Sin importarle mucho que tenía un poco de jabón en su cuerpo, Christopher salió de la regadera y puso una toalla en su cintura. Salió de esta y como pudo se sentó a horcajadas al lado del chico, acariciando y dando mimos en su cabello y espalda para tratar de hacerlo sentir bien.

Al terminar por fin de devolver todo, jaló la palanca del retrete para que se retirara todo ese asqueroso vómito y se puso del otro extremo del escusado, quedando frente al mayor mientras regulaba su respiración.

—¿Qué tan mal estuve ayer?

—¿N-no recuerdas nada?

—No...— contestó el pelinegro mientras se tocaba la cabeza, el dolor era punzante y cada vez más doloroso.

Una mueca se instaló en el rostro del mayor, perdiendo cualquier esperanza de todo.

—Erick.

Erick tarareó su respuesta, afirmando que le escuchaba.

—Yo... me iré estas vacaciones a Ecuador.

Y Erick despertó como si le hubieran lanzado un balde de agua fría.

—P-pero...

—¿Quieres ir?

Erick estuvo a punto de responder, sin embargo, un hematoma le hizo preocuparse.

—¿¡Qué te ha pasado en el ojo!?— el ojiverde se acercó gateando hacia donde estaba el castaño, acunando su rostro y viéndole aquel golpe con atención— ¿Qué hiciste?

—¿Yo? Nada.

—Christopher Bryant si no me dices en estos momentos juro que...

El sonido de el celular le hizo detenerse, pues eso indicaba que le estaban llamando.

Christopher rió y dejó que el chico fuera a contestar su celular mientras que él se lavaba los dientes.

Erick corrió hacia su cama, se abalanzó en ella para caer y contestar la llamada.

Vio el nombre del contacto y sonrió— ¡Hola Yoyo!

—Entra al perfil de Richard. ¡AHORA!

La llamada se cortó, dejando al ojiverde muy confundido y sin palabras. Sin rechistar y nada que perder, abrió la aplicación buscando a Richard.

Aunque no fue necesario pues el video que rápidamente supuso que era del que hablaba Yoandri aparecía en su inicio.

«“—¡VUÉLVETE A RESTREGARTELE ASI Y TE PARTO TU ASQUEROSA CARA, MALDITO IMBÉCIL. HIJO DE PUTA!

—¡Siii!

—¡PELEA! ¡PELEA! ¡PELEA!

La cámara giró, dejando ver que el pelirrojo era quien grababa—¡A-apuestas, tomen sus apuestas!

— ¡Richard, deja de apostar y ven aquí!”»

El video había terminado, dejando a Erick muy confundido y boquiabierto.

Se levantó de su cama y con pasos rápidos se dirigió hacia el baño, viendo cómo el mayor se cepillaba sus dientes.

—¡Tú! ¿¡Exactamente qué hicist...-

Un sonrojo invadió las mejillas del menor al ver el torso desnudo del mayor, pues este se había volteado para verle con una ceja alzada.

—¿Ahora que me vas a recriminar? Ya me recriminaste por nacer, no sé que más quieres de mí.

Erick elevó su teléfono, enseñándole el video que había reproducido y ya tenía más de 2K de vistas.

El ceño de Christopher se frunció al  ver como la cámara era volteada y dejaba ver quién haya subido aquel video de la pelea que tuvo con Johann en la fiesta.

No puede ser.

—¡RICHARD CAMACHO!