Pollito (Chriserick)

Ochentaytres

El chico de cabellos negros corría a toda velocidad y sentía como el sudor se desprendía de todo su cuerpo, sus pies estaban a punto de cansarse pero el se negaba a parar. Su destino estaba a sólo segundos si seguía el paso.

Se termino el pasillo y en un rápido movimiento giró para entrar en el otro pasillo, con su mochila y libretas en mano.

15 segundos.

Pudo sentir su corazón liberarse cuando vio por fin aquella puerta xoj el número correspondiente, sacándole una sonrisa genuina.

Y por fin llegó.

—Erick Brian Colón.

—¡Presente!

El ojiverde alcanzó a abrir la puerta justo cuando la profesora había mencionado su nombre. Esta le volteó a ver con una ceja alzada, dándole indicaciones para que entrara y se sentara en su lugar. Erick apoyó sus manos en sus rodillas, regulando su respiración que estaba agitada por la gran carrera que había realizado de su departamento hasta su salón de clases.

Levantó la vista y cerró la puerta detrás de si para adentrarse al lugar. Vio como Yoandri le hacía señas con la cara que le parecían graciosas a Erick. El nombrado se acercó hasta quedar sentado al lado de su amigo.

—Mierda Erick, no vuelvas siquiera a mirar una botella de alcohol. De ahora en adelante significa peligro.

El ojiverde rió apenado, pues sabía que alguna veces no lograba controlarse.

Bueno, siempre.

—Lo sé— respondió el de hebras negras mientras sacaba sus útiles y los dejaba en el pupitre que compartía con su amigo peliverde— Al menos no hice alguna estupidez...

—¿No? ¿bailar reggeton frente al chico del que estas enamorado no es una estupidez?

Erick- quien bebía de su botella de agua- se atragantó y escupió parte de su bebida.

—¿¡Qué!?