Pollito (Chriserick)

Extra 6

—Mmm... ¿Tulipanes o rosas como centro de mesa?

—Como quieras, bebé pollito-contesto el ojimiel a su novio, teniendo su vista en el periódico que leía—De cualquier manera mi tía se los acabará llevando todos.

—De acuerdo... ¿Helado o pastel como postre?

—Como quieras.

—¿Tú de blanco y yo de negro, o tú de negro y yo de blanco?

—Como quieras.

—¡Christopher Vélez!—el menor se levantó del sofá con el ceño fruncido, se dirigió frente a Christopher y se cruzó de brazos—¡Esto es en serio! ¡No puede solo decir "Quimi quiris"!. Necesito que...-

El ojiverde paró al escuchar el sonido de la cámara, viendo como el castaño le sacaba una foto.

—Te ves tan tierno enfadado con el pijama de pollitos y tu pelo desordenado.

Erick gruñó y rodó los ojos frustrado—¡No estoy jugando! ¡Necesito que me digas que es lo que deseas que se hag..-!

El mayor le hizo callar, se paró y puso una mano en la boca del otro para que no dijera nada más. Colocó una mano en su cintura, acercándole por completo a él y sonriéndole de manera coqueta.

—Pollito, ¿Quieres saber lo que deseo?.Bien, lo único que deseo es casarme de una maldita vez contigo, ¿De acuerdo?.Poder llamarte todos los días de mi vida "esposo" es mi mayor deseo.

—Pero—fue callado por un beso del pálido.—Pero...—otro beso—Pero—y otro—¡Ya!—se quejó con un sonrojo, tratando de oprimir la sonrisa que estaba por salírsele.

—Nada de "peros". Se que todo lo que elijas será perfecto ¿Okey, amor?

Erick puchereó y asintió, viéndole aún con el ceño fruncido.El ojimiel sonrío mientras golpeaba juguetonamente el trasero de Erick y volvió a sentarse con su amado, dejando la cabeza del menor apoyada en su hombro mientras que el volvía a lo que hacía

JiMin tomó su libreta y siguió viendo los salones, comida, vestuarios y demás que se usaria para el gran día.

Hasta que una idea cruzó por su mente.

Los ojos del ojiverde se abrieron de par en par y sonrío maliciosamente, viendo a Christopher a un lado suyo.

—Oh, mi lindo, Chris—picoteó con su índice la mejilla pálida mientras se subía en su regazo—¿En serio puedo elegir lo que sea?

Y Christopher alzó una ceja.

No saldría nada bueno.

Y por nada bueno, se refería a nada barato.