Pollito (Chriserick)

Ochentaycinco

Después de que un ojimiel se haya burlado de un ojiverde avergonzado por hacer twerk con una extraña canción, siete chicos se encuentraban en una de las mesas del enorme comedor que tenían dentro de la preparatoria, hablando animadamente sobre un evento que se aproximaba.

—¿Irán a la fiesta de Halloween? Será de disfraces.

—¿Cuándo será?

—Viernes. Sería divertido ir y disfrazarnos de algo.

—Me parece bien.

—Que ridículo.

Camilo rodó los ojos ante la negativa respuesta de Christopher— Si no quieres ir, N O vayas.

El castaño estuvo a punto de contestar, pero la presencia de un chico le interrumpió, haciendo que todos en la mesa callara y que Camilo gruñera bajo.

—Johann.

—Camilo.

La tensión comenzó en el ambiente, haciendo sentir incómodos a los seis chicos que no participaban en la lucha de miradas.

—Bueno...— habló por fin Zabdiel, mostrando una sonrisa incómoda— ¿Qué te trae por aquí?

Johann quitó la mirada del ojiolivo, rodando al final los ojos— Vine por Erick.

—¿Disculpa?— dijo el chico de pelo castaño frunciendo su ceño, reincorporándose y dejando su anterior posición despreocupada para optar por una seria y hasta sierto punto, enojada.

—Viene. Por. Erick— Johann habló de manera lenta de forma sarcástica— Ericksito, necesito que me pases tu número de teléfono.

—¿Mi número?— contestó confundido el ojiverde ladeando la cabeza.

—¿¡Su número!?

—Para ya sabes... vernos después y trabajar— el ojiverde y Johann ignoraban por completo a un castaño a su lado, que se encuentraba protestando y preguntando sobre lo que ellos hablaban.

—¡Oh, ya!— el menor sacó su teléfono, entendiendo a lo que se refería el chico frente a él— Aquí tienes.

Johann sonrió y comenzó a anotar el número del chico.

Y la cara de Christopher era todo un poema.

—Gracias pequeño— devolvió el celular y le miró sonriendo, haciendo que Erick devolviera el gesto— ¿Te veo en la fiesta de Halloween? tienes que ir.

—Claro.

El chico fornido salió del campo de visión de todos, dejando a todos en silencio.

Erick volteó aún con su semblante feliz y miró hacia sus amigos, quienes desviaban la mirada hacia otro lugar.

Confundido, el ojiverde frunció su ceño y dirigió su mirada hacia su lado derecho donde se encuentraba Christopher.

Oh bueno, un al parecer enojado Christopher.