Extra 2

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Los rayos del sol y el celeste cielo de Venecia caían sobre los rostros de la pareja que había salido de viaje a Italia, pues el de piel canela sabía cuánto amaba su novio aquel país lleno de arte que no dudó en llevárselo ahí.

Después de que habían salido de la exposición de arte de Van Gogh fueron hacia una cafetería al aire libre, la cual era simplemente perfecta.

Ahora, ambos se encontraban haciendo fila para pagar la estancia en lugar esperando su turno.

—Joey... deja de mirarla.

—Amor, ella me ve con cara de perra, yo la mirarla con cara de perro.

El chico de cabello verde que vestía una camisa abotonada negra con girasoles y unos pantalones negros ajustados rodó los ojos divertido, pues su novio era todo un infantil.

La mujer que se encontraba a su lado en la fila- quien iba acompañada de un pequeño niño- le miraba con el ceño fruncido y disgusto, alejado a su pequeño lo más que podía de ellos.

El azabache con su cabello atado en una pequeña coleta- pues había dejado crecer su pelo a petición de Yoandri- quien vestia una camisa negra con rayas grises abotonada con unos pantalones ajustados y botas gruñó irritado por la forma en la que esa extraña mujer veía/juzgaba su apariencia, pues llevaba pircings en una oreja, tatuajes en los brazos y en el dorso de una de sus manos y una de sus uñas pintadas de negro.

—Disculpe.

Ante la voz del azabache, la mujer le miró con los ojos más entrecerrados que antes, y Yoandri simplemente se volteó, ignorando la escena que estaba por pasar.

Sabía lo que venía.

—¿Qué quiere, delincuente?

Joel rodó los ojos, viéndole con el ceño fruncido desde sus lentes de sol—Mis tatuajes fueron más planeados que ese niño que tiene ahí, así que deje de verme así.

Y sin más, le dio la espalda a la mujer que le veía con una cara de indignación, para después salir de la fila, molesta.

Yoandri negó mientras soltaba una risita, dejándose abrazar por su novio que lo hacía desde atrás, tomando su cintura en un agarre amoroso y posesivo.

El peliverde subió su cabeza, viéndole a los ojos—Eres un infantil. Debiste ignorarla.

El azabache sonrió y dejó un pico en los belfos de su novio, después otro y otro.

—Si ya me conoces pa' que me invitas— dijo divertido—Pero así me amas...— susurró en el oído contrario, apretando con fuerza el trasero de su novio mientras mordía el lóbulo de su oreja.

Este se sonrojo por completo, alejándose con la cabeza desviada a otro lado, pues la vergüenza por estar en público se apoderaba de él.

—No seas estúpido...— dijo en un susurro el de hebras verdes, advirtiéndole con la mirada que parara.

El azabache simplemente le guiñó un ojo mientras se mordía el labio, contestándole "No es mi culpa que tengas el mejor trasero de todo el mundo".

Después de pasar por toda la fila y por fin pagar la estancia, se sentaron en una de las mesas con vista al mar, donde en de piel canela grababa la vista más bella de todas con una de sus cámaras.

Ah, y un poco de Venecia.

—Deja de grabarme...— dijo sonro- jado el de hebras verdes, tapándose su rostro en un fallido intento de no salir en el video.

—Por Dios, eres tan tierno.

El menor echó una risita tonta y después de que la comida fue servida, comenzaron a comer mientras hablaban de cosas triviales.

Más bien, Joel se deleitaba con las palabras de Yoandri, quien decía lo fascinado que estaba con la exposición de su pintor favorito.

Y es que Joel podría escuchar toda la vida al amor de su vida, y nunca se cansaría.

El tono de una llamada detuvo al chico hablador, quien rápidamente desvío su mirada a su teléfono, donde podía ver como uno de sus amigos pedía video llamada.

—¿Christopher? ¿Y ese milagro?

—Reviviste de la muerta— dijo ahora Joel, apareciendo en la cámara junto a su novio—Lo cual tiene gracia y lógica   ¿Sabes?, porque eres tan blanco como un fantasma.

Christopher gruñó desde la cámara, rodando los ojos.

—Iré al grano. Le propondré matrimonio a Erick.

El chico que bebía de su café escupió la bebida, mientras que el azabache se atragantaba con el pedazo de pan que consumía.

—¿¡QUÉ!?

Ugh. Dije que le propondré matrimonio...-

¡NO!.MIERDA, ¡CLARO QUÉ TE ESCUCHAMOS!— dijo un exaltado Yoandri, bebiendo de un solo sorbo el resto de su café y llevándose el pequeño pan por completo a la boca, hablando con dificultad después—¡Dregdesabemos allá adhora!

¿Pero qu...-?

—¡Rápido Pimentel! ¡Levanta el trasero y trágate ese pan! ¡Hay que volver ya! ¡MI MEJOR AMIGO SE CASA!

El chico de hebras verdes se alejó, yendo en dirección al hotel a empacar  todo, pues no se encontraba para nada lejos de la cafetería.

Joel gruñó y volvió la vista a la video llamada, viendo a Christopher con el ceño fruncido.

—No podías esperar un poco...

—¿De qué hablas?

Con la nariz y entrecejo fruncido, elevó una pequeña caja de terciopelo color negro, en la cual, era muy obvio el contenido.

El castaño desde la video llamada abrió los ojos desmesuradamente, no creyendo lo que veía.

¿¡Ibas a pedirle qu...-!?

Sí, gracias Vélez.

Christopher rió culpable mientras se rascaba la nuca—Lo siento amigo... ¡Tal vez te salve!, la vida de seguro quiere que lo hagas en otro momento, no lo sé...

Como sea. Tengo que ir con él y ayudarle a empacar. Sé que está ansioso por la noticia.

Está bien.

Y, Christopher.

¿Si?

Felicidades— sonrió con sinceridad el azabache, viéndole orgulloso—Ustedes están destinados a estar juntos. Espero que todo salga bien.

El ojimiel le sonrió y agradeció, para después colgar.

El azabache suspiró y negó divertido, viendo la pequeña caja negra y volviendo a guardarla en el bolsillo de su pantalón.

Se encaminó al hotel, y mientras lo hacía, una sonrisa emocionada se coló en sus labios.

Sus amigos estaban por casarse...

Al entrar vió como su novio se encontraba doblando y guardando cosas como loco, diciendo palabras inaudibles pues estaba demasiado exaltado.

El azabache sonrió con dulzura, uniéndosele a él y escuchando lo que su peliverde novio decía sin parar y con emoción.

Sus amigos están por casarse...




Disculpen por la ausencia, pero aquí esta el cap. Mañana se sube el siguiente.

Saludos.

❤️🥺

Pollito (Chriserick)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora