Pollito (Chriserick)

Cientotrece

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La Sr. Yenny hizo una deliciosa cena en la cual los tres comieron, y también donde la mayoría del tiempo platicaban de anécdotas de cuando Christopher era pequeño.

—Yo supe que no era del todo hetero cuando lo vi a los seis años jugar con sus Max Steel, haciendo que dos de ellos se besaran.

Y así, la mayor parte de la cena estaba un Erick riéndose a carcajadas sobre las historias que contaba la madre, mientras que el hijo sólo podía agachar la cabeza en vergüenza.

Al término de la cena los dos chicos agradecieron y se encargaron de lavar muy bien sus platos y limpiar la mesa. Donde Erick no perdió la oportunidad de burlarse un rato del mayor.

Terminaron y salieron a la sala, sus maletas seguian ahí así que las tomaron y esperaron indicaciones de la mujer delgada para saber dónde dormirían.

Sus ceños se fruncieron al ver cómo esta bajaba las escaleras con dos almohadas y una manta gruesa.

—Mamá, ¿Qué estás...-

—Muchachos, el cuarto de Jonathan tiene muchas cajas de cosas que jobs ha llevado a su casa, y está todo polvoriento y sucio al igual que el que era de Christopher— dijo mientras colocaba las dos almohadas en aquel sofá y la cobija— No he tenido tiempo para limpiar así que en lo que tardo en hacerlo tendrán que dormir en el sofá. Me disculpo Ericksito por no tenerles una habitación.

Claro que no lo hacía— pensó la mujer tratando de ocultar la sonrisa que quería salir de sus labios.

En lo absoluto.

El ojiverde hizo una "O" y rápidamente negó con una sonrisa— no hay problema Sr. Yenny. Yo estaré buen con lo que me ofrezca.

—Pero, ¿Dónde está el sofá que estaba esta mañana?— preguntó el ojimiel mirando a su madre, achinando los ojos sabiendo que algo no andaba bien.

—No preguntes, solo gózalo.