Pollito (Chriserick)

Sesentaytres

El perfil de Yoandri era la cosa más preciosa que Joel haya podido haber visto en todas las vidas posibles. Y eso lo comprobaba ese mismo momento.

El rostro de Yoandri era pa él, la octava maravilla del mundo.

Ver como mordía su labio mientras fruncia su nariz y su entrecejo en señal de concentración le parecía sumamente atractivo. No podía creer lo hermoso que era.

La clase de Artes siempre sería su favorita de ahora en adelante, aún recuerda como se metió a la fuerza como castigo para quedar aún en el equipo de Fútbol después de haber lastimado a uno de sus compañeros accidentalmente.

A pesar de ser un castigo, se sentía como si le hubieran abierto las puertas del mismísimo cielo.

El rubio se encuentraba con pincel y pinturas en mano, viendo su lienzo blanco limpio. La profesora había dejado que sus alumnos estuvieran en las áreas verdes del campus, para que su creatividad llegue más fácil y mejor.

A su lado, Joel estaba acomodando su material, sentándose junto a él en el césped, ambos recargados en un frondoso árbol.

—Joey.

—¿Mhm?— hizo un sonido de afirmación, indicando que lo escuchaba.

—¿Qué vas a dibujar?

El azabache frunció su boca, observando a su alrededor tratando de encontrar una bonita vista.

Dirigió su vista a Yoandri, quien lo veía curioso.

Y sonrió, porque la había encontrado.

—A ti.

Joel rió al ver como el rubio desviaba la mirada en un intento torpe de tapar su sonrojo, mientras enviaba sus manos a sus mejillas para taparlos.

—D-de que hablas...

El azabache se acomodó de lugar, de modo que Yoandri quedara frente a él— Tú serás mi musa.

El rubio balbuceaba palabras sin sentido, tratando de calmar su respiración y sus frecuentes latidos.

—Y-yo...

—Solo dibuja. No tardaré mucho.

Yoandri asintió, aún sintiendo como el calor carmín no abandonaba sus mejillas y trató de concentrarse en su dibujo.

Y Joel se esmeró por tener un dibujo hecho por él mismo del ser más bello del planeta.