Cincuentaycinco

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Erick no paraba de mirarse en su espejo completo.

¡Se veia realmente provocador!

El pelinegro nunca en su vida había usado esos pantalones negros rotos y ajustados y esa camiseta negra con la que sus clavículas salían a relucir.

Se sentía incomodo.

Salió de la habitación, esperando poder decirle a su novio si podía cambiarse, ya que no le gustaba para nada eso.

Un silbido se escuchó y volteó a ver a Tomás sentado en el sofá. El chico se levantó de este y caminó con pasos lentos hacía el pelinegro.

—Así si te ves muy bien.

—Y-yo no me siento cómodo...

—Tsk. Solo será un rato. Vámonos.

Tomás dio una última mirada al chico y mordiéndose el labio, salió de la casa del ojiverde y prendió el auto.

Erick se miró nervioso en el espejo, para nada a gusto con su ropa y resopló.

Porque por Tomás, daría todo.

Pollito (Chriserick)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora