Joel salió de aquel restaurante italiano al aire libre de la mano con Yoandri, quien no paraba de sonreír y reír por las ocurrencias que decía el azabache en su velada.
—Ah, las calles se ven bonitas en estas épocas, llenas de luces y bonitos colores.
Joel asintió a las palabras del peliverde, viéndole mientras ambos caminaban en los oscuros callejones de la ciudad, en donde solo los postes de luz ilumanban el lugar.
Con una sonrisa, el azabache acercó a Yoandri desde la unión de sus manos, haciendo que el chico quedara pegado a su torso mirándole con los ojos muy abiertos y un notorio sonrojo que trataba de ocultar bajo su bufanda.
—¿Joey?
—Déjame bailar...— sacó del bolsillo de su abrigo negro su teléfono celular y rápidamente puso una canción, la cual se escuchaba fuertemente debido al silencio que había—Esta canción cliché contigo.
Yoandri rió cuando escuchó el ritmo de Thinking out loud de Ed Sheeran y vio como Joel dejaba su celular en su bolsillo de nuevo, de modo que la canción se escuchara y los estuviese acompañando durante su momento.
El azabache se alejó unos pasos e hizo una reverencia, elevando su mano y ofreciéndosela al chico frente suyo— Hermoso joven, ¿me permite esta pieza?
Yoandri mordió su labio tratando de ocultar su sonrisa lo cual fue un enorme intento fallido. Tomó la mano de Joel e hizo una leve reverencia— Sería un honor.
El azabache rió y apegó el cuerpo del peliverde al de él, olvidándose por completo de las palabras espacio personal mientras bailaban el vals acompañados de la brillante luz de la luna que había, adornada a su alrededor de bonitas estrellas.
Durante los primeros momentos de la canción se dedicó a ver el rostro de Yoandri, admirando por millonésima vez cada una de sus facciones.
Y es que no podía, de verdad que estaba loco por ese peliverde.
No lo entendía. De verdad no entendía la forma y la pasión con la que amaba a Yoandri. Amaba con locura cada uno de sus lunares, sus ojos; el color marrón de sus orbes que, a pesar de ser un color común, sentía que se desmayaría por tan majestuosa vista, que podría llevarlo a otro universo donde no importaba nada más que ellos dos. Amaba la sonrisa cuadrada que le daba, más cuando se las dedicaba a él. Su forma de ver la vida era un completo arte.
Yoandri era arte.
Sea quien sea que gobierne el mundo, Joel agradecía a quien le haya mandado a Yoandri a su vida. Tal vez Dios, al destino o incluso a Zeus. No lo sabía, y no quería saberlo con exactitud; no quería perder el tiempo pensando en los misterios de la vida cuando tenía a alguien magnífico como el peliverde en frente, en su vida.
Sonrió al ver como las mejillas de Yoandri se hallaban en de un color rosado debido al frío. Se encontraban en el maravilloso mes de diciembre y le encantaba ver como sus mejillas reaccionaban a las bajas temperaturas.
Joder, ¡Le encantaba todo de aquel chico!
Y no se acobardaría.
No de nuevo.
—Yoyo...
El nombrado hizo un sonido de afirmación, indicándole que tenía su atención en las palabras que diría.
—Yo...— comenzó nervioso, hasta ese punto la canción llevaba menos de la mitad reproduciéndose, cosa que agradeció ta que estaba saliendo el plan como lo tenía previsto—E-en realidad, no sé inglés.
—¿Eh?
—Sí. Es decir, saqué un tres de cien en el examen de inglés, es por eso que me va pésimo.
El peliverde rió mientras negaba con la cabeza, no creyendo lo que el azabache le decía.
Joel soltó una risita nerviosa, sacando el aire que no sabía que retenía y sintiéndose más calmado, de alguna manera el escuchar la risa de Yoandri le había dado confianza.
—Bueno, y-yo, no te mentiré. Busqué en Internet baladas románticas que podría reproducir en una cita— de nuevo la risa del chico se escuchó, haciendo sonreír al azabache— y creo que ya debes conocerla ya que todos la usan. Un punto menos para mí. Pero, la verdad es que nunca había investigado su letra, creo que honestamente nadie lo ha hecho.
Joel alejó al peliverde aún con sus manos entrelazadas y le dio una vuelta para después volver a pegarlo a su torso y seguir con el vals de aquella canción.
—Yoandri... yo, quiero decirte que estoy enamorado de ti.
El más bajó abrió sus ojos desmesuradamente, ya que a pesar de saber con exactitud que ambos correspondían sus sentimientos, no pensaba que fuera a declarársele en ese preciso momento.
Y Joel no sabía de dónde había sacado el valor para decirlo por fin.
—Joel...
—Y es que, he tratado de encontrar la razón del por qué. Incluso quise dejarlo porque este enamoramiento se hacía más grande y, me aterraba. Me aterraba hacerme dependiente de alguien. Sabes que mis padres se separaron, y que mi madre tardó demasiado en s-superar la ruptura y...
—Joey— el ojiverde paró y puso sus manos en las morenas mejillas del contrario, acunando su rostro mientras daba caricias con sus pulgares en la piel—No tienes que hablar de eso si no quieres.
—Quiero hacerlo. Porque Yoandri, yo quiero hacer todo contigo. De verdad, no quiero separarme nunca de ti, si es necesario incluso te acompañaré al baño para nunca dejar de verte.
Los sollozos por ambas personas se habían comenzado a escuchar, ambos llorando de alegría al no poder creer que por fin estaban diciéndose lo que tanto habían guardado.
Yoandri echó una carcajada al último comentario de Joel, mientras que con sus dedos limpiaba las lágrimas que bajaban por sus mejillas.
—Joel.
—Yoandri, me encantas. Y cuando digo que me encantas es porqur de verdad lo haces. Cada parte de ti es hermosa, tus imperfecciones son incluso los detalles más apolíneos de todos los planetas...
—Joel...
—Eres el ser más precioso de toda la...-
—¡Joel!
El azabache calló, sintiéndose un completo tonto por la forma en la que no paraba de hablar.
—Se mi novio Yoyo.
—¿Qué? ¡Yo iba a pedírtelo!
Joel quedó boquiabierto, no creyendo lo que decía.
Se alejó un poco, dejando confundido al peliverde. Con una sonrisa, dio saltos exaltados y círculos en aquel lugar mientras gritaba múltiples "¡Sí!", "Oh mierda, por fin!", "Soy el crush de mi crush!"
El azabache volvió hacia él corriendo y al llegar lo alzó en sus brazos cargándolo mientras daba vueltas con él, haciendo que se sobresaltara y tomara con sus brazos los hombros de Joel tratando de sostenerse. Rodeó con sus piernas las caderas del mayor y vio como una bonita sonrisa se encontraba plasmada en el rostro del contrario.
—Cariño, besémonos bajo la luz de miles de estrellas. Quiero que estén celosas de que no tendrían la suerte de ser tan perfectas como lo es Yoandri Cabrera.
Y con una sonrisa, ambos sellaron su querer con un fogoso beso lento. Ambos perdiéndose en el tacto de los labios de cada uno, sintiendo cada parte de sus cuerpos ser encendidos por el dulce sabor de sus bocas.
—Te amo.
No me odien porque no es un capítulo Chriserick, admitamos que los Yoel son hermosos 🤭
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Pollito (Chriserick)
Fiksi RemajaADAPTACIÓN La historia original es de: @dionysus95 Capítulos CORTOS #Chriserick n° 12 (26/03/20) #Chriserick n° 10 (15/06/20) #Chriserick n° 8 (08/07/20)