La mejor sumisa de Christian Grey

IV.

¡CAPÍTULO SORPRESA!

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Christian's POV,

Sophia se marcha y sigo su cuerpo hasta que desaparece entre los invitados. Vuelvo mi mirada a Anastasia quien me sonríe levemente y yo le devuelvo la sonrisa, pero Elena rompe mi momento con Ana:

-Sophia no tenía la intención de ofenderte -me mira seriamente mientras trata de defenderla.

-No importa, su comentario estuvo fuera de lugar -le devuelvo una mirada dura a Elena.

-Podrías haber callado y fingido no haber escuchado nada, ella ya no es una sumisa para que la regañes, Christian.

Elena niega molesta y se marcha en la misma dirección que tomó Sophia. Suspiro pesadamente y Anastasia se sitúa frente a mi:

-¿Sumisa? -alza una ceja-

-Sophia, fue una de mis sumisas -susurro.

-Oh -musita.

Estoy a punto de decirle a Ana que no le preste atención a lo ocurrido cuando uno de los animadores de la noche anuncia que podemos ir pasando al jardín y a nuestras mesas.

-Ven vayamos a la mesa.

Ana asiente y entrelaza su brazo al mío. Al llegar al jardín veo que mis padres una vez más han logrado preparar una velada única para este evento. Todos los años el tema varía y aunque de pequeño me mostraba indiferente a este tipo de eventos -todavía soy así-, la realidad es que si estaba al pendiente de ver cúal sería el tema de cada año. Definitivamente este año la mascarada está siendo un éxito.

De camino a la mesa noto que muchas personas están fijándose en Ana y en mi. Es algo que esperaba, es la primera vez que vengo acompañado de alguien. Mía se acerca a nosotros y tras saludarnos y alabar nuestra vestimenta es solicitada por su grupo de amigas. Agradezco eso infinitamente, mi hermana puede ser algo intensa.

Al llegar a nuestra mesa veo que mis abuelos -por parte de Grace- están presentes. Con mucho orgullo les presento a la mujer que ha cambiado mi vida. Anastasia se ruboriza al escuchar mis palabras y mis abuelos mencionan una y otra vez lo encantados que están de conocerles. A sus palabras se unen mis padres y yo simplemente sonrío feliz.

Ana y yo nos sentamos en la mesa y escucho como mi abuela comienza a entrevistar a Ana.

Ana muy educadamente responde sus preguntas y le deja saber lo feliz que es a mi lado. Conectamos nuestras miradas y tras sonreirnos brevemente beso su mejilla. Mi madre nos pregunta qué tal está la decoración y qué nos parece la temática. Por mi parte respondo con simpleza que "todo está bien", Ana por otro lado le deja saber lo encantada que está con todo.

Mientras ellas hablan no puedo evitar recorrer mi vista por todo el área. Más que estar viendo los alrededores, la estoy buscando. Aprovecho que Ana está enofocada en mi madre para hacerlo, no quiero que se de cuenta y sospeche.

Aún no puedo creer que Sophia esté de regreso. Ya me había hecho la idea de que no la volvería a ver y verla en persona ha sido algo impresionante. Está igual de hermosa que hace cuatro años. Sigue teniendo esa cara de inocencia que me cautivó el primer día que la vi. Y esa mirada profunda que lleva, que te puede decir tantas cosas si realmente te fijas en ella. También sigue siendo alguien sin filtro a la hora de hablar, como cuando dijo ese comentario sobre mi. Me resulta curioso saber que aún soy capaz de reprenderla.

Elena tenía razón, pude haber ignorado su comentario, pero una parte de mi quería ponerla sobre mis rodillas y azotarle ese precioso culo que tiene. Primero por su comentario, segundo por haberse marchado sin decirme y tercero por haber coqueteado con Daniel.

Quién lo diría.... la niña de diecisiete años que conocí no habría sido capaz de ir donde un completo desconocido contoneando -seductoramente- sus caderas para pedirle que le pusiera una máscara. Al recordar ese suceso no puedo evitar apretar mi mandíbula. Ese lado seductor y atrevido de ella lo creé yo. Eso es algo que se supone fuese sólo para mi. Pero no ha sido así, ella se ha entregado a otras personas dejando claro que simplemente fui alguien pasajero en su vida. No marqué tanto su vida como yo creí haber hecho.

Tal como si la hubiese traído con el pensamiento aparece Sophia en mi vista. Camina hacia la mesa donde me encuentro y me sorprende demasiado el hecho de que viene junto con Mía del brazo.

-¡Mamá! -chilla Mía captando la atención de todo en la mesa.

-Mía, me vas a dejar sin brazo -Sophia dice sonriendo.

-Lo siento -Mía afloja su agarre y mira a mis padres-; mamá, papá, ella es *Ella Miller. Fuimos compañeras de cuarto por un tiempo en Francia -sonríe orgullosamente.

Estoy a punto de corregir a Mía sobre el nombre de Sophia, cuando mi mente procesa algo.

"¿Francia?"

Frunzo mi ceño y recuerdo lo que encontré esta tarde en mi celular mientras Anastasia se preparaba para la cena. Un reportaje donde decía que habías sido vista con el hijo de la princesa de Mónaco. Así que no solo recorriste diferentes dominantes, sino que también probaste a la realeza. Definitivamente quiero azotarte.

-Encantada de conocerte -mi madre se pone de pie y la saluda con un beso en la mejilla y un gran abrazo-, soy Grace -sonríe.

-El gusto es mío, señora Grey -Sophia responde educadamente.

-¿Ella Miller? -dice mi padre el ponerse de pie y Sophia asiente-

"Sophia, papá, llámale Sophia" pienso con molestia.

-Sí, quizás mi apellido le suene. Tengo entendido que mi padre, Alfred Miller, fue cliente de usted -sonríe débilmente.

-Claro, Alfred -repite mi padre como si le recordara-. Lamento la pérdida -suspira-, era un gran hombre y muy profesional. De hecho, mi hijo Christian -me señala-, tuvo sus negocios con él. ¿Cierto, hijo? -me mira-

-Sí.

No me siento cómodo con ella aquí, no me gusta para nada que una ex-sumisa conozca a mi familia y mucho menos que compartan.

>>Pero tenía entendido que su hija se iría a estudiar a Inglaterra, no a Francia -la miro seriamente pidiendo una explicación.

-Bueno, es que en la universidad de Bradford me dieron la oportunidad de hacer un internado y la empresa que elegí está en Francia -sonríe de lado.

-Así que estudiaste negocios -Carrick le sonríe-, estoy seguro que llegarás lejos como tu padre. Me encantaría seguir hablando, pero ya me toca hacer mi discurso, un placer.

-Igualmente -responde Sophia.

Mi padre se marcha y Sophia aprovecha para irse a también a su mesa. No sin antes prometerle a Mía que le llamará para ir a comer juntas.

Debo encontrar la manera de evitarlo, no quiero que Sophia esté en contacto con mi familia.

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*El nombre de la protagonista se pronuncia "Ela".