XLIII.

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Sophia's POV,

Jordan's Construction Company - 4:30pm,

Intento llamar a Christian nuevamente, pero su teléfono me envía directo a buzón. Suspiro por enésima vez y observo el gran edificio que tengo frente a mí. Necesitamos una compañía para los materiales de construcción y los Hamilton no terminaron por aceptar el negocio que les habíamos ofrecido.

Lo que se suponía ser una simple reunión para explicar los usos que daremos a los materiales de construcción y el por qué de los precios, se terminó convirtiendo en un interrogatorio que parecía no tener fin. Al parecer han tenido varios problemas con sus últimos clientes y tratan de evitar alguna demanda de nuestra parte. Entiendo su preocupación, pero sólo les faltó preguntar cuántas veces voy al baño, fueron bastante exagerados.

Me balanceo de lado a lado tratando de aliviar el dolor que tengo en los pies de tanto caminar. Si hubiera sabido que me la pasaría de edificio en edificio, en reuniones y consiguiendo permisos, me hubiera puesto unas bonitas y elegantes zapatillas. O algún zapato con tacón bajo. Aunque como decía una gran amiga parisina mía: “Si los tacones no te duelen, no funcionan.”.

Pero estos tacones no solo duelen, también me matan. Doy un último trago al té helado que he comprado en Starbucks y tiro el vaso a la basura. Intento llamar a Christian nuevamente, pero vuelve a sonar el correo de voz. Bueno, hoy la meta es conseguir una constructora y eso haré. Sé que no se molestará por haberme tomado la libertad de elegir una empresa sin consultarle. Confía en mi. Además, no ha respondido su teléfono y dijo que necesitaba la constructora para hoy. Estoy consiguiendo una constructora tal como necesita.

Me echo una una pastilla de menta en la boca mientras entro al edificio y tras presentarme me llevan hasta el décimo piso. Me entregan una tarjeta de visitante y una pelirroja me guía hasta una gran oficina.

-Señorita Miller –saluda Richard Jordan, dueño de la empresa y se pone de pie.

-Señor Jordan –estrechamos las manos.

-Por favor, llámame Richard. Espero que le guste la propuesta que vamos a presentarle.

Me señala un sillón frente a su escritorio y me siento.

-Espero que así sea –le brindo una sonrisa y este me la devuelve.

-Bueno, quisiera adelantarle que la compra de los materiales la hará el socio mayoritario.

-Tenía entendido que esta es su empresa.

-Así es, pero por cuestiones de economía hemos tenido que asociarnos con alguien, en este caso con un banco, y el dueño será quien apruebe la compra.

-Bien, ¿y el socio está de acuerdo con las condiciones que especifiqué?

-Sí, de hecho, él... -la puerta se abre y lo interrumpe.

-Siento la tardanza, se ha atrasado la video conferencia.

Volteo tras reconocer la voz y me encuentro con Daniel.

-No te preocupes, Daniel. Recién comenzamos –responde el señor Jordan y Daniel sonríe al verme.

-Le explicaba a la señorita Miller, que eres es el socio mayor de la empresa y que has aceptado el proyecto. Él es el señor Daniel Patterson –lo señala-, Daniel, ella es la señorita Miller. Viene en representación de la empresa del señor Grey.

-En realidad, ya había tenido la oportunidad de conocer a la señorita Miller, Richard –explica Daniel y se sienta en el sillón que está a mi derecha.

-Sí -murmuro-, es cierto.

-Oh, pues perfecto -dice el Sr. Jordan sonriendo-. Como iba diciéndole, Daniel ha aceptado proveer los materiales para su proyecto.

La mejor sumisa de Christian GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora