La mejor sumisa de Christian Grey

X.

Christian's POV,
12:37pm, Seattle Medical Center

Mi madre y dos enfermeras salen de la habitación donde se encuentra Sophia. Observo cómo mi madre le da instrucciones a las enfermeras y estas tras asentir a lo que les dijo se marchan. Grace se acerca a mi con una leve sonrisa y comienza a hablarme en términos médicos y sobre infecciones que Sophia tiene que evitar tras lo sucedido, pero mi desesperación me lleva a interrumpirla:

-Mamá, en palabras más sencillas, solo me interesa saber si está bien. El resto lo podemos hablar luego -trato de sonar calmado, pero la realidad es que el no poder ver a Sophia me está comiendo por dentro. 

Salir del hotel sin ser vistos por los de seguridad fue más sencillo de lo que esperaba. Una vez estábamos en el vehículo me aseguré de llamar a Taylor para que consiguiera los videos de seguridad del hotel, no me interesa que se filtre alguna de esas imágenes y tener un escándalo. Luego, llamar a mi madre, quien extrañamente no preguntó qué había sucedido y sólo actuó rápidamente para ayudar a Sophia. 

Sophia; la pobre está así por mi culpa y no puedo evitar recriminarme una y otra vez lo sucedido. La última imagen que tengo suya es cuando llegamos al hospital y la bajé del vehículo en brazos, estaba llorando en silencio, mordiendo su labio inferior tratando de callar sus sollozos y su pierna sangrando. Hasta mi camisa tiene manchas como prueba de lo ocurrido.

-Todo está bien -mi madre responde y siento un gran alivio-, no perdió demasiada sangre como creías. Eso sí, le tuvimos que tomarle unos cuantos puntos en la pierna, nada de qué preocuparse -dice rápidamente al ver mi cara-. 

>> Los puntos se caen solos y no quedarán cicatrices en su pierna.

-Bien -asiento.

-Christian, ¿qué le sucedió? ¿cómo pasó algo así?

Y ahí está, la pregunta que he estado esperando desde que llegué al hospital. No he podido preparar ninguna excusa, pero mi boca actúa más rápido que mi mente y respondo:

-Todo fue tan de rápido -suspiro-, estábamos hablando y ella se volteo a recoger algo, pero se tropezó y cayó en la mesa, todavía ni me explico cómo pudo haberse cortado tanto.

Tartamudeo un poco inventando lo que he dicho, pero trato de mostrarme tranquilo. No quiero que sospeche nada.

-Bueno, no te preocupes, todo saldrá bien -su beeper suena y lo verifica-. Debo retirarme hay otro paciente –me da un beso en la mejilla-.

-Gracias por todo.

-No es nada, pronto vendrá el médico que le han asignado. 

-¿Puedo entrar?

-Aún no, le he pedido a una de las enfermeras que le administre un relajante muscular. Está muy adolorida; no solo por los cortes, sino por la caída -su beeper suena nuevamente-, debo irme. La enfermera te dirá cuándo entrar, nos vemos luego.

Veo cómo desaparece por el pasillo y me recuesto de la pared. Cierro los ojos y trato de tranquilizarme. Odio los hospitales. Odio esta situación. Odio no poder ver a Sophia.

-Que susto –susurro mientras me siento en uno de los incómodos asientos que hay en el pasillo.

-¡Christian! –dice Elena mientras corre en tacones hacia donde estoy y ¿Anastasia? la sigue.

>>¿Cómo está Sophia? ¿Qué le sucedió? Se va a poner bien, ¿cierto? –se sienta a mi lado y cuando veo que me va a hacer otra pregunta la interrumpo-

-Joder, Elena, para con tantas preguntas que me pones nervioso –digo poniéndome de pie.

-Pues contéstame –exige.