LIII.

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Sophia's POV,

Al abrir la caja que me ha entregado Taylor veo que hay un IPod, sobre este hay una nota que dice: "Escúchame". Sonrío al reconocer la letra de Christian y siento cómo un sentimiento de amor abraza mi pecho. Es un detalle tan pequeño, pero significa tanto para mi que se haya tomado el tiempo de escribir él mismo la nota.

Me pongo los auriculares y al desbloquear fácilmente la pantalla doy play y suena *"Stay" de Rihanna. Un recuerdo fugaz de nosotros en la ducha mientras le canto el coro cruza mi mente y mis ojos se cristalizan de la emoción. Me fijo en la caja y hay una tela plateada de seda. La saco con cuidado de la caja y veo que se trata de un *vestido. Observo la caja y hay una nota pegada en el fondo que dice: "Úsame". Taylor sigue fuera del auto y está dándome la espalda, por lo que supongo está esperando a que me cambie de ropa. Me quito rápidamente el vestido de llevo y a pesar de que sé que el auto tiene los cristales polarizados, me cubro tratando de no quedar expuesta frente a alguien.

Una vez estoy cambiada bajo la ventana y le dejo saber a Taylor que estoy lista. Este se sube al auto y mirándome por el retrovisor me señala la venda que me ha entregado junto con la caja. Me la pongo sobre los ojos y la amarro bien evitando ver el camino. El auto arranca y la melodía que escucho se acaba, dando espacio a que comience: *"Lovely" de Billie Eilish con Khalid. Me dejo llevar por la música y por las canciones que le siguen a esa, unas cuatro más, hasta sentir que el auto se detiene por completo.

La puerta que tengo a mi lado se abre y doy un respingo al notar unos dedos fríos retirar los auriculares que llevo puestos.

-Ya llegamos –anuncia Taylor en voz baja-. Le ayudo a bajarse.

Estoy por salir del auto cuando la mano de Taylor me lo impide.

>>Espere.

Siento cómo Taylor me quita los tacones y me levanta en brazos.

-Taylor, puedo caminar -susurro apenada.

-Es parte de mi trabajo.

Trato de prestar atención al lugar donde estamos y a pesar de no poder ver, sé que estamos cerca del mar. Puedo sentir el olor del agua salada.

"Oh, ya sé, ya entiendo. Una velada en un bote" pienso feliz.

Ahora que lo pienso un bote no es mal regalo de aniversario. O quizás es un yate, conociendo a Christian y sus gustos extravagantes -y caros- debe ser un yate. Mi imaginación comienza a correr y nos puedo ver juntos pasando fines de semana en el yate. La adrenalina que Christian mencionó no la siento, pero quizás Christian sí la experimenta. Quizás era un yate que él deseaba y que ahora lo quiere compartir conmigo.

Conforme más Taylor camina, más siento el olor del mar. Ahora hasta el viento siento chocar contra nosotros.

-Ya estamos llegando –me informa Taylor y escucho cómo sube unos escalones que parecieran ser de madera.

Segundos más tarde Taylor se detiene y me pone en el suelo. Definitivamente estamos en un lugar con suelo hecho en madera.

>>Ya hemos llegado, ahora sólo debe caminar diez pasos hacia adelante. Ahí recibirá otras instrucciones.

-Bien –asiento y río nerviosa.

-Suerte y disfrute su sorpresa.

-Gracias, Taylor.

Comienzo a caminar lentamente. Uno. Dos. ¿Es arena lo que comienzo a sentir? Tres. Cuatro. Sí, definitivamente es arena y está fría. Cinco. Seis. El viento choca contra mí y sostengo el vestido tratando de ocultar el escote que lleva en la pierna. Siete. Ocho. Un escalofrío recorre mi espalda, pero no sé decifrar si se debe al viento o a lo nerviosa que estoy. Nueve. Diez.

La mejor sumisa de Christian GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora