La mejor sumisa de Christian Grey

LXVIII.

Christian's POV,

*Wilcox Footbridge - 8:46pm

Me bajo de la camioneta y la cierro como si hubiese venido solo en ella. Taylor se ha quedado adentro, pero se mantiene inclinado para no ser visto. El estacionamiento del parque queda bastante retirado del puente donde me ha citado Max. Veo cómo algunas personas corren bicicletas o están trotando a mi alrededor. Sujeto el maletín con fuerza y un estornudo se me escapa.

Al llegar al puente varias parejas me pasan por el lado y no puedo evitar envidiar la seguridad con la que caminan al lado del ser a quien tanto aman. Mientras ellos caminan abrazados o de la mano, yo no sé si todo saldrá bien y terminaré en casa con mi esposa. Miro el reloj y han pasado diez minutos.

Me recuesto del muro del puente y observo los carros que pasan debajo del mismo. Este puente es conocido porque conecta un extremo del parque con el otro. Es un lugar bastante bonito, pero ahora lo único que me inspira es intranquilidad. Suspiro y verifico el reloj nuevamente.

Ya llevo veinte minutos esperando y aún faltan diez minutos para la hora estipulada. Miro el maletín que he traído con los papeles y muerdo el interior de mi mejilla nervioso. Miro al cielo y vuelvo a pedirle al ser a quien todos rezan que por favor me permita salir de esta situación con mi esposa y mi hijo a salvo.

Otro estornudo se me escapa y me paralizo al escuchar la voz de Taylor en el *auricular que llevo en mi oreja derecha.

-Han llegado, repito, han llegado. Están bajándose de una SUV negra, van dos hombres y la señora Grey.

-Estamos en posición -responde el comandante Rivers-, ¿me escucha, señor Grey?

Disimuladamente asiento para indicar que he escuchado y miro fijamente a mi alrededor para tratar de ver dónde se encuentran. Otro estornudo se me escapa y volteo al escuchar una voz a mis espaldas.

-Salud.

Reconozco inmediatamente al hijo de puta y miro sobre su hombro para chocar con los ojos azules que tanto amo. Aprieto mi mandíbula al ver que lleva su labio inferior roto, una pequeña cortadura en su mejilla izquierda y la sombra de un moretón que empieza a formarse. Sophia me mira con ojos llorosos y puedo leer como dice un "lo siento" con sus labios.

Mi chica da un paso hacia delante y el cabrón pone su brazo impidiendo que se acerque. Noto cómo cruzan miradas y este niega dejándole saber que no quiere que se acerque.

-¿Haz traído lo que te ha pedido?

Frunzo el ceño ante las palabras que dice la escoria, esto no lo ha pedido Sophia. Esto lo ha pedido él. Asiento y cuando estoy por hablar escucho a Sophia estornudar. La miro y un sentimiento de enojo y protección me llena. No lleva abrigo y la noche que está demasiado fría. Entre la humedad y la nieve que ha caído hasta hace unas horas está muy helada la temperatura. Pongo el maletín en el piso y me quito me abrigo, me acerco para entregárselo pero la mierda que tengo de frente me lo impide.

-No te muevas -murmura serio. Al ver la intención que tengo Max se quita su chaqueta y se la pone sobre los hombros a Sophia. Lucho con todas mis fuerzas para no acercarme y arrancarle ese pedazo de tela que pareciera marcarle como si fuese suya. De mala gana me pongo mi abrigo nuevamente y tomo el maletín.

-No quiero que nos divorciemos, Sophie -Sophia levanta su mirada, pero permanece callada.

-¿De veras no has traído a nadie contigo?

Max ignora mis palabras y niego.

-Solo somos nosotros.

-Bien. Así que este es por quien me haz cambiado -murmura burlón a Sophia y me mira de arriba a abajo.