IX.

7.7K 436 35
                                    

Sophia's POV,

Hotel Four Season--Seattle, 
10:00am

Justo salgo de la ducha cuando siento que tocan la puerta de mi habitación. Frunzo el ceño porque sé que no he pedido nada. Ni siquiera el desayuno.

Tocan nuevamente y respondo en voz alta:

-Ya voy.

Pongo una toalla alrededor de mi cuerpo y trato de meter las puntas de mi cabello también, pues no para de chorrear agua. Tocan con más insistencia y eso me molesta. Me asomo a ver quién es y no lo creo.

-Sé que estás ahí, abre.

Su voz es muy calmada y se ve tranquilo.

Abro la puerta lentamente y de pronto Christian entra con fuerza, me toma por un brazo y cierra la tirándola haciendo que resuene por toda la habitación. 

-¿Qué te sucede?

-No, a ti que te sucede –me mira furioso.

-No sé a qué te refieres –le digo con un poco de miedo, pues me está apretando con fuerza los brazos y su furia es atemorizante.

-Me refiero a lo que le dijiste a Ana anoche –aprieta más fuerte mi brazo y me pega contra su pecho.

Así que eso es lo que lo tiene así. Anastasia.

-No le dije nada malo -respondo seria-. Solo dije la verdad y agradece que no le dije nada más, porque tenía planificado decirle más. Ahora suéltame –forcejeo para que me suelte pero no lo hace.

-No te voy a soltar así que deja de forcejear –me sujeta fuertemente por ambos brazos para que no me siga moviendo.

>>No tenías que haberle dicho nada, yo me puedo encargar de arreglar los asuntos de Ana con Elena. Lo que sucede no es de tu incumbencia, Sophia.

Sus últimas palabras me enfadan demasiado, así que paro de forcejear y respondo:

-Sí tenía que decirle, porque tu novia está tratando mal a Elena. Elena no le ha hecho nada a ella y tu noviecita -digo con burla- habla como si Elena te hubiese violado o te hubiera hecho algo peor y lo que hizo fue ayudarte –le digo enojada-. ¡Suéltame! –vuelvo a moverme para tratar de salirme de su agarre, pero no lo consigo-

-No sabes de lo que hablas, Sophia. No sabes la verdadera historia.

-Pues cuéntame.

-No, como te dije, no te incumbe. Ana, mi pareja -dice con énfasis-, sabe y por eso lo mejor es que Elena no le hable y me evito problemas.

-¿Problemas? -alzo una ceja- Estás perdiendo tu amistad con Elena, espero que ese sea tu problema –sigo moviéndome.

-Dios deja de moverte –me grita y comienza a forcejear conmigo hasta que de repente, se cae mi toalla.

Nos quedamos unos segundos pasmados y cuando veo que baja su vista le grito:

-¡Suéltame debo taparme!

-Lo, lo siento –murmura, pero mira sin disimular.

-¡Voltéate y no me mires! -corro hacia la maleta a buscar ropa.

-Pero si te he visto antes, además no es como que sintiera algo. Eso sí, te han crecido las... -carraspea su garganta-, ¿te las operaste?

-No me importa si me has visto antes o si sientes algo o no, al menos tápate los ojos –me pongo un conjunto de ropa interior negra, un traje corto de flores y permanezco descalza- ¡Y no me he operado nada!

La mejor sumisa de Christian GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora