XXIX.

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Christian's POV,

Ana y yo permanecemos en silencio por unos minutos. La realidad es que no sé qué decirle; he estado evitándola toda la noche. No lo hago por rencor o por miedo a sentir algo, simplemente no me apetece ni me urge hablar con ella. No la necesito.

Ana abre su boca varias veces hasta que al fin murmura lentamente:

-Hola.

¿Eso es todo lo que tiene que decir? ¿"hola"?

-Hola -repito y meto mi celular en el bolsillo de mi pantalón.

-Sigues con planes de comprar SIP.

-Compré SIP, ahora me pertenece -me cruzo de brazos.

-Oh.

Doy un paso para marcharme, pero Anastasia habla apresuradamente.

-Por lo visto de va bien. Supongo que hablabas con tu nueva pareja.

-Está mal escuchar conversaciones ajenas.

-¿Era Sophia? -pregunta ignorando lo que dije-

-Sí, era ella -afirmo.

No me gusta hablar de Sophia con Ana, no es correcto.

-¿Eres feliz con ella?

-Sí.

La respuesta sale de mi boca mucho antes de que pueda pensarla. Pero es la realidad, soy feliz. Sophia me ha hecho feliz.

Ana se muerde su labio y sus ojos se cristalizan.

-Christian... yo... te extraño -susurra con voz quebrada.

-¿Qué?

-Sé que quizás suene irreal o confuso, pero sí te extraño. Demasiado.

¿Confuso? ¿De veras cree que esto es solo "confuso"?

-Anastasia, lo mejor es dejar las cosas como están. Yo soy muy feliz con Sophia.

-Pero... -la interrumpo-

-Pero nada, Ana-la corto-. Tú te fuiste. Me abandonaste y ella estuvo ahí para mí me apoyo. Sophia me ayudó, me cuidó... -me interrumpe-

-Porque yo se lo dije.

Frunce su ceño como cuando algo le molesta demasiado.

-¿De qué hablas? -pregunto confundido-

-La noche que me marché, antes de que las puertas del ascensor se cerraran yo le dije que te cuidara. Por eso fue que ella se quedó junto a ti. Porque yo se lo pedí.

-No.

Sophia me habría dicho algo sobre eso. Muchas veces le he preguntado si Ana dijo algo antes de marcharse y me ha dicho que no. No pudo haberme ocultado esto.

-Sí -insiste fuerte y claro.

>>Yo se lo pedí. Le pedí que te cuidara. Sabía lo mucho que le importabas, sabía que te dejaba en buenas manos. Yo... -caen lágrimas de sus ojos-, yo necesitaba pensar. Necesitaba aclarar mi mente. Traté de acercarme a ti en varias ocasiones, pero siempre algo me lo impedía.

-Eso es una excusa. Te fuiste y nunca hiciste algo para volver.

-Te equivocas, sí intenté. Intenté ir a Escala y me dijeron que tenía prohibida la entrada. Lo mismo en tu empresa, no tenía permiso para entrar. Incluso traté de hablar con el doctor Flynn y me dijo que lo mejor era que te olvidara.

¿Qué? Ana volvió, volvió por mí y John no me dijo nada.

>>-No creo que sea casualidad que hayamos coincidido esta noche, Christian. Te extraño y quiero volver contigo. Sé que hay mucho que hablar, pero podemos superar todo lo que ha pasado. Te amo -da un paso hacia adelante y toma mi mano.

La mejor sumisa de Christian GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora