Todos sabemos la gran historia de Christian Grey y Anastasia Steele, pero, ¿qué hubiese ocurrido si otra de las sumisa de Christian regresara? Y no sólo que regrese (como hizo Leila), sino que sacuda el mundo del señor Grey.
Todos sabemos lo protect...
Seco las últimas lágrimas que me caen y decido que ya es suficiente de llorar. Suspiro varias veces hasta sentirme más tranquila, me miro en el reflejo del cristal y tengo la cara completamente hinchada de tanto llorar. Camino hacia la mesita de noche de Christian y al abrir la primera gaveta no encuentro la bocina que suele tener ahí guardada. Camino hacia la antigua habitación del cuarto de juegos -la cual es ahora una simple habitación de invitados- y abro la gaveta de la mesita noche que hay junto a la cama. Inmediatamente encuentro la bocina de Christian y la tomo, pero algo capta mi atención.
Es una libreta gris, pequeña, tiene una especie de banda elástica roja que la sujeta para mantenerla cerrada. Frunzo el ceño al no reconocerla de ningún lado. La curiosidad mató al gato, así que decido que me mate a mi también. Abro la libreta con sumo cuidado y veo que solamente hay una palabra escrita en todas las hojas: "Ella". Frunzo mi ceño al ver cómo ha apretado tanto el bolígrafo al escribir mi nombre. Paso las páginas y lo único que hay escrito es lo mismo, mi nombre. En ocasiones pareciera que paso el bolígrafo más de una vez y en otras la página está hasta rasgada de tanto presionar el papel.
"Vaya, sí que está enfadado conmigo" pienso con un poco de tristeza, cierro la libreta y tras ponerla en su lugar vuelvo a mi habitación. Decido no seguir pensando en lo que he encontrado, estoy tan sensible que terminaré llorando nuevamente y no es lo que quiero. Tomo el IPod que Christian me ha regalado -el cual casi nunca utilizo- para conectarlo a la bocina. Elijo como pijama unas bragas y una camiseta de Christian. Me llevo todo al baño y decido que lo mejor para tranquilizarme será tomar un baño de burbujas.
Pongo un poco de música suave me permito disfrutar de este momento. Media hora más tarde, ya toda arrugada como una pasa, salgo de la tina y me seco con la toalla. Mientras tarareo la canción que suena veo cómo el agua desaparece de la tina y me visto. Al salir a la habitación me cepillo el cabello y me unto algunas de mis cremas nocturnas. Froto una crema especial que me ha regalado Grace en mi enorme panza y me siento en la cama. Verifico las notificaciones y no hay llamadas de Christian, solo hay un mensaje de hace más de media hora. Quizás desde que colgamos lo envió. Lo abro y siento que se me hiela la sangre.
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Mierda, debe haber escuchado lo que dije al tirar el celular. Creí que había colgado. La aplicación marca a Christian en línea y este me envía tres signos de interrogación. Me salgo de la aplicación y suspiro.
Claro que no lo odio. Solamente estaba enfadada, realmente esperaba arreglar las cosas con él esta noche. Mi lado romántico lo extraña, pero mi lado sexual aún más. Me recuesto en la cama y cierro los ojos pensando la última vez que estuvimos juntos. Fue un "rapidito" en la ducha, antes de que se fuera a trabajar. Recuerdo haberme enfadado porque quería más, pero Christian es muy responsable con su trabajo.
Me levanto y tomo del armario de Christian unos pantalones deportivos que me quedan muy cómodos con mi enorme barriga y salgo a la cocina.
