LVI.

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AVISO: CONTENIDO SEXUAL

Sophia's POV,

Escala - 1:19pm

Entro al apartamento y tiro mi bolso a no sé dónde. Me dirijo hacia la cocina para preguntarle a Gail dónde se encuentra mi prometido, pero no está. Verifico el despacho y Christian no se encuentra dentro. Tampoco está en nuestra habitación. Comienzo a desesperarme y de pronto escucho música. Camino hasta donde sale el sonido y le veo en el gimnasio. Está de espaldas ejercitándose en la barra. Me recuesto del marco de la puerta y suspiro lentamente. Cierro mis ojos y trato de calmar las emociones que siento.

Creí que conocer a Jackson sería algo genial. Pensé que tendríamos una gran química y que nos volveríamos cercanos. Imaginé tener una relación como la que tienen Christian y Elliot con Mía. He sido demasiado ingenua.

Abro mis ojos y veo cómo Christian se baja de la barra. Tras poner sus manos sobre su cabeza respira varias veces y voltea chocanco con mi mirada. Frunce el ceño lentamente, toma el control de la radio y tras apagar la música se acerca a mi en un dos por tres.

-¿Qué ha pasado?

Niego lentamente y me cruzo de brazos. Suspiro una vez más, pero las lágrimas se acumulan en mis ojos.

>>Sophia, ¿qué sucede? ¿Te hizo algo? ¿Por qué haz regresado tan pronto?

-Dice que no quiere dinero, pero me culpa de haber recibido la mayor parte de la herencia de mi padre. Me dijo que me odiaba, que por un tiempo sintió resentimiento hacia mi porque le había quitado la atención de nuestro padre.

Muerdo mi labio inferior con fuerza evitando sollozar y me seco mis lágrimas bruscamente.

-Sophie... -le interrumpo y entro al gimnasio.

-He sido una tonta por pensar que después de todos estos años simplemente nos abrazaríamos, contaríamos anécdotas y seríamos grandes hermanos.

Me quito mis tacones y los lanzo a quién sabe dónde.

-Sophia, no has sido tonta, cualquier persona habría guardado la esperanza de que todo surgiera bien en el almuerzo.

-Ya, pero ni siquiera pensé que las cosas no saldrían bien. Solamente pensé en la estúpida vida que le contaría. Una vida que no era real, porque nunca tuve una madre que jugara conmigo a las muñecas, ni tampoco fui porrista como pensaba decirle. Tuve una infancia de mierda y eso él no lo sabe.

Me quito mi abrigo y lo tiro al piso.

>>Él siente todo este rencor porque no recibió una gran herencia. Pero, ¿y yo? ¿Qué recibí yo mientras él tuvo a mi padre?

-Sophia...

-Nada. No recibí nada. Las memorias felices que tengo junto a mi padre las puedo contar con una sola mano. El resto fue una mierda, viví una mierda la mayor parte del tiempo. Vivir con Victoria fue lo peor. Estuve recibiendo abusos por años, años donde sólo veía a mi padre quizás dos veces al año, sin embargo Jackson resiente haber estado cuatro años sin papá. Él le tuvo por nueve años.

-Sophia...

-¡Para de decir mi nombre! -sollozo y cubro mis rostro por unos segundos. Seco mis lágrimas y le miro con enfado.

>>Mientras él -señalo hacia a fuera- tenía un padre, yo -me señalo a mi misma- tenía que aguantar abusos. Mientras él reía y era feliz, yo gritaba por ayuda y lloraba. Y ahora, ahora me mira todo enojado y me sigue culpando. Yo no soy la villana, nada de lo que heredé borró la mierda que pasé.

La mejor sumisa de Christian GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora