XXXV.

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Christian's POV,
Escala - 5:30am

Sentado desde un sillón frente a la cama, observo cómo duerme Sophia profundamente. El tranquilizante que mi madre le administró hizo su efecto bastante rápido y parece haberla noqueado. Pero sé que el efecto se esfumará dentro de poco.

El recuerdo de ella repitiendo que Victoria ha vuelto, entre sollozos y lágrimas, me cala en lo más profundo de mi ser y me bebo de golpe lo que me queda en la copa. He visto a Sophia en momentos vulnerables, pero nunca la había visto así. Se veía completamente rota, antes no podía imaginarla en ese estado después de que su padre descubrió todo lo que pasaba, pero ahora... ahora todo es distinto.

No puedo creer que esa hija de puta haya sido tan descarada, como para llamar a Sophia después de todo lo que le hizo.

¿Cómo ha sido capaz? ¿Qué le habrá dicho?

Necesito saber que le dijo a Sophie, porque lo que fuera la llevó a un estado de pánico y ansiedad muy severo. Estaba muy pálida y vomitó varias veces.

Hundido en mis pensamientos un movimiento en la cama me alerta y pongo la copa en el piso al ver como Sophia comienza a moverse. Parece que está teniendo una pesadilla por cómo se mueve y cómo respira.

-No… Christian -se mueve de un lado a otro- No… por favor… no me dejes… ¡Christian!... no… Te Amo… Christian

Su voz parece como si estuviera suplicándome que no la deje. Suena a desesperación. Camino hasta ella y me siento en el borde de la cama.

-Nena –beso su mejilla-, Sophia. Es una pesadilla, levántate –muevo su brazo con delicadeza y se despierta.

-Christian –susurra mirándome fijamente.

-Sí, soy yo –sonrío de lado y beso su nariz.

-No te fuiste –murmura y pone su mano en mi mejilla.

-No, no me iré a ninguna parte.

Asiente y susurra:

-Hueles a bourbon.

Hace una pequeña mueca de disgusto y se aparta un poco de mi.

-He bebido un poco.

-Así olía...

Se frena antes de acabar la oración y se aparta un poco más. Me recrimino internamente por haber decidido beber... especialmente bourbon.

-Sophia, ¿qué fue lo que te dijo Victoria?

-Nada –se separa por completo hasta el que es mi lado de la cama.

-Sophia, una vez prometimos ser sinceros el uno con el otro –le recuerdo-. Dime.

-Es que no puedo –susurra y juega con sus dedos.

-Sophia, si no me dices no poder ayudarte.

Mi tono de voz suena severo, pero se me está dificultando mantener la calma sabiendo que una hija de puta está suelta en la calle y que la está asechando.

-Yo lo tengo todo controlado.

-Bueno, pues cuéntame cómo controlaste la situación. Cuéntame, ¿cómo tienes controlado algo que te hizo vomitar? ¿Piensas que tener algo bajo control es recurrir a un calmante para que pudieras estar más tranquila?

-Basta, Christian. Dije que lo tengo todo bajo control y así es.

-¿Qué quería, Sophia? No voy a parar hasta que me respondas.

-Quiere mi herencia. Quiere que nos veamos el miércoles para que le entregue el dinero que me dejó mi padre y las propiedades que tengo, una vez estén vendidas o al menos consiga a quién venderlas.

La mejor sumisa de Christian GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora