XXVIII.

6.1K 329 62
                                    

Christian's POV,

6 meses después,
Escala 6:45am,

Me abrocho los botones de mi camisa mientras veo a Sophia hablar sentada en nuestra cama. Su nariz y mejillas están rosadas. Su voz es bastante ronca y sus hermosos ojos están llorosos. No puedo creer que a pesar de lo enferma que está, para mí sigue estando preciosa.

Veo como sus labios se mueven, pero no puedo centrarme en lo que dice. Solo quiero estar así, observándola detalladamente.

Es increíble lo bien que hemos podido acoplarnos como pareja. Si me ha costado acostumbrarme a que se ha convertido en una mujer cien por ciento independiente. Antes se mostraba insegura sobre tomar decisiones y me dejaba todo a mi control, ahora no. Ahora toma decisiones y luego me informa, lo que hace que a veces choquemos, pero al final logramos estar ambos de acuerdo.

Sophia se sopla la nariz, el sonido me tra de vuelta a la realidad y escucho lo último que dice:

-Así que déjales saber al comité de seguridad lo que pensamos de los materiales. Recuerda tu almuerzo con Sawyer, es muy importante la información que nos dará para el proyecto con los Rogers. Y en tu video-conferencia de las tres, debes bajarle un poco a tu seriedad. Sabes que me gustas tal como eres, pero si les hablas como me hablaste a mi los vas a espantar. Vas a tratar con el presidente de Forbes y otras revistas más por tu proyecto de adquirir empresas de editoriales, no debes asustarlos sino hacerles ver que les conviene ser parte de tu empresa. Oh, y la señora Miranda Presley llegara a las cinco a mostrarte su proyecto –estornuda-, es un poco prepotente, pero si le preguntas por sus gemelas va a ceder a tus encantos -estornuda nuevamente.

-Sabes que tengo una asistente, ¿verdad? Se llama Andrea –digo burlón y me pongo mi corbata.

-Lo sé, pero ella solo se encarga de acomodar tus reuniones. Yo me encargo de que actues bien en ellas -se recuesta en la cama.

-Sophia, sé como llevar mi empresa -frunzo mi ceño.

-No te hagas el duro, sabes que te gusta que te diga cómo debes comportarte -me tira un guiño.

Tiene razón, me gusta ver que se preocupe por los proyectos y por que todo salga bien. Me hace sentir apoyado.

>>Siento que voy a morir -murmura y cierra sus ojos.

-No te vas a morir. Ya el doctor dijo que es solo un resfriado –me siento a su lado y coloco mi mano en su frente tratan de palpar si tiene fiebre.

-Ya sé que es solo un resfriado pero ciento como si me fuese a morir –abre sus hermosos ojos y me mira fijamente- ¿Vendrás a cambiarte para la cena? –juega con la punta de mi corbata-

-No puedo –hago una mueca-, si vengo a cambiarme aquí llegaré tarde a la cena. Me llevaré la ropa y me preparo en la oficina -acaricio su mejilla.

-Vale; pero se cuidadoso. No quiero Andrea no te ligue mientras te bañas –sonríe divertida.

-Seré cuidadoso -río levemente-. Estás loca –la beso.

-Te vas a enfermar -protesta y trata de alejarse.

-No me importa -vuelvo a besarla.

-Te deseo mucho éxito en la cena –susurra.

-Gracias, cariño –le doy un pico.

-No creo estar despierta cuando llegues, uno de los antibióticos me causa sueño –hace una mueca.

-No te preocupes. Mañana en la mañana te cuento cómo me fue –me pongo de pie-. Bueno, ya me voy -tomo mi chaqueta-. Ya sabes, llámame cualquier cosa –digo con seriedad- y no permitas que te suba la temperatura nuevamente.

La mejor sumisa de Christian GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora