CAPITULO 19 (Suerte)

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Aaron

Mis expectativas acaban de cambiar radicalmente.

Mia está envuelta en el efecto de drogas. No sé qué coño le han dado pero tiene pinta de ser muy fuerte, si no la sujeto se va a caer al suelo. Lo que hace la situación más complicada.

Estoy solo, estoy yo solo contra todos estos hijos de puta pero no pienso echarme atrás, ni huir. Eso jamás es una de las opciones de Aaron O'Brien.
Tengo que vengarme.

Dejo a Mia despacio en el suelo dejando su pequeño cuerpo detrás de un mueble. Sé que todos saben donde está porque están mirándome pero es lo único que se me ocurre hacer. Con ella no puedo pelear y no voy a permitir que le disparen.

-Mia, escúchame-llamo su atención meneando su rostro. Sus ojos se abren lo suficiente y esboza una pequeña sonrisa de alegría. No está interesándose de nada-No te muevas de aquí, entendido?

-En... Entendido mamá-susurra dejándome perplejo. Ostia puta tengo que sacarla de aquí ya.

Decido ponerme manos a la obra y me aseguro de que todos están atento a mi antes de dejarla sola. No me fio ni un pelo.

-Esa chica es mi hija te guste o no. Me pertenece se va a quedar conmigo, donde tiene que estar-continua diciendo el cabrón sin demostrar nada de preocupación hacia Mia. Una mierda-Los adolescentes teneis una novia diferente cada semana. Encontrarás a otra, no pierdas tu vida por ella chaval.

-¿Tienes idea de los años que tengo pedazo de cabrón? Como bien has dicho tengo los suficientes cojones para saber lo que quiero y a quien quiero. Y estoy enamorado de Mia, ella no te quiere en su vida-hablo con firmeza acercándome a él. Dos hombres de colocan delante suya protegiendolo de mi-Y no te pertenece.

-Mejor me lo pones. No quiero que mi hija esté cerca de un chico mayor para ella, ¿Eso es lo que quieres acostarte con ella, verdad?-pregunta utilizando tono de respuesta con una grave carcajada-Tengo que admitir que no voy a culparte. Mis genes han hecho un buen trabajo, si yo tuviera vuestra edad estoy seguro de que....

No termina la frase.

Mi puño impacta con su deformada mandíbula esquivando a los hombres que lo protejen y cae hacia atrás desplomando su culo contra el suelo.
Nadie habla así de ella.

-¡Matarlo!-grita adolorido sin poder levantarse. Varios disparos pasan por al lado de mi cabeza pero no logran darme, son penosos.

Cojo uno de los rifles y aprieto el gatillo una y otra vez sin perder más tiempo.
Siete chicos con uniforme mueren en el acto pero no tengo remordimientos. No son buenas personas, nadie de los que luchamos aquí lo es, ni si quiera yo.

No sé cuántos minutos pasan mientras sigo golpeando desconocidos con el arma y la lanzo cuando me quedo sin balas a la cabeza de un chico que iba a matarme. Su cuerpo choca con el armario del impacto y se da en la cabeza contra una de las mesas.

El suelo está lleno de sangre a juego con mi ropa y se me están empezando a acabar las ideas. Me noto cansado mientras le doy un puñetazo a uno de ellos chocando su cabeza contra la de uno de sus compañeros.

El padre de la única persona que me importa de esta habitación me observa a lo lejos de brazos cruzados sin entender como estoy siendo capaz de acabar con todos sus hombres y pega un grito reclamando que vengan más. No van a poder conmigo. Juro que no van a poder.

-¿De dónde ha salido este tío?-habla uno de ellos desde la otra punta de la habitación con los ojos muy abiertos.Solo con verlo y escucharlo ya se que es nuevo en este sitio. Todo el mundo me conoce aquí pero por lo visto no se acordaban lo suficiente de mis habilidades.

Aaron Donde viven las historias. Descúbrelo ahora