Mía
La chaqueta de cuero me cubre hasta la mitad del muslo pero Aarón sigue con estar conforme. Sus celos a veces son exagerados.
- Aaron, para- me río mientras está entretenido en abrochar la cremallera hasta arriba para que no me vuelvan a ver los pechos. Sus ojos azules escanean mi aspecto con aprobación.
-El plan de Stiles ha sido una mierda- afirma con un resoplido de fracaso negando con la cabeza.- Lo único que ha conseguido es que casi violen a mi novia.
- No me han...
- Si no fuera por el dinero que les he dado a esos cabrones te estaría violando uno de esos cinco hombres.-me interrumpe enfadado mirando a su alrededor pensativo. Yo si que pagaría millonadas solo por saber que cosas pasan por esa cabecita.
Justo cuando voy a responderle sus brazos envuelven mis piernas con agilidad como un niña pequeña y me deja sentada en la mesa de escritorio. No me quiero ni imaginar las personas que han practicado sexo en este mueble.
- Mía, escuchame - suspira después de romper el conducto de aire que por lo visto no funciona ni se ha llegado a utilizar nunca.- Voy a meterte ahí y por el pinganillo Stiles te indicará por dónde tienes que ir para salir de este sitio...
- No voy a dejarte aquí, no me voy a ir sin ti- me adelanto furiosa de que siempre me quiera fuera de sus planes.- Se defenderme.
- ¡Maldita sea, Mía! ¡Que te subas a ese puto conducto! - grita perdiendo la paciencia golpeando la mesa con los puños. Me sobresalto pero no me inmuto, no me da miedo. - He dicho que te vayas.
- Y yo he dicho que no. Voy a pelear contigo - contraataco con seguridad. Sus labios se encurvan con superioridad pero no se ríe. - No soy una inútil que necesita protección- añado empezando a enfadarme yo también.
- No voy a ponerte en peligro de nuevo. Entiendelo de una jodida vez y hazme caso por una vez en tu vida- ordena con firmeza esperando a que le obedezca como uno de sus trabajadores.
En respuesta me quedo callada y lo desafio cruzándome de brazos. Lo que hace enfurecerlo más.
Sus ojos me fulmina antes de darle una patada a la silla que tiene al lado partiéndola por la mitad. Un suspiro sale de mi boca mientras espero a que se le pase la rabieta y sigue rompiendo cosas.
- Rompiendo muebles no vas a hacer que cambie de opinión- le recuerdo con valentía hasta que este explota del todo y se acerca a mi de esa forma amenazadora que utiliza para el resto de la gente.
El silencio inunda la habitación mientras me observa fijamente abriendo y cerrando los puños. Sus ojos consiguen intimidarme pero aparento estar tranquila, sé que no me haría daño.
-No es para tanto, Aaron...
- ¡Para mi si lo es, joder!- gruñe desesperado pasándose la mano por la cara con un suspiro. - Casi te pierdo demasiadas veces, no quiero volver a pasar por eso. Te voy a proteger siempre pero hoy van a haber más hombres que nunca, no puedo estar distraído en vigilarte.
-No tienes que vigilarme.
- Eres mi jodida novia y como te pase algo el que se va a morir soy yo. Hazme caso Mia, por favor -suplica sin saber que decir para convencerme. - Por favor.- insiste hundiendo la cara en el hueco de mi cuello. Por primer vez desde que lo conozco su cuerpo tiembla mientras me abraza con fuerza y noto cómo el corazón se me parte de ver cómo sufre por mi.
Sus manos bajan por mi cintura hasta mis piernas y las acaricia con recelo posando sus manos en mi trasero.
- ¿Tu me quieres?- pregunta de repente sin ninguna razón apoyando su frente sobre la mía. ¿A que viene esa pregunta tan estúpida? Asiento con la cabeza confundida. - Si me quieres hazme caso y deja de ser tan cabezona.
- ¿Eres consciente de que eso es chantaje emocional? - digo alzando la ceja derecha. Este solo se encoge de hombros con una sonrisa sabiendo que me ha convencido y besa mis labios con suavidad apretando mi culo posesivamente. - Te odio
- Lo que tú digas. Ven aquí.- indica subiendo encima de la mesa. Ambos nos ponemos de pie y abre de un puñetazo la verja del conducto haciéndose sangre en los nudillos.
- ¡Eres idiota!- bufo enfadada cogiendo su mano para revisar los cortes que se ha hecho. Este solo sonríe sin poner ni una mueca de dolor y me alza la barbilla obligándome a mirarlo a los ojos.
- Estoy bien, cariño. Sube- me ayuda juntando las dos manos como en las pelis para que se las pise.
Coloco un pie en estas y me da impulso con fuerza para que consiga llegar a la puerta. Parte de mis piernas se quedan fuera y mi culo no me ayuda mucho pero Aaron me empuja con cuidado y logro subir al conducto.
- Ten cuidado. Te he colocado el pinganillo en la oreja si pasa algo...
- Gritaré " Hipopótamo"- lo interrumpe recordándole la palabra clave que acordamos antes de venir a este sitio. Las costillas me siguen doliendo un poco con la caída de las escaleras pero ya no me duelen.
Al escuchar la palabra suelta una carcajada y se asegura de coger todas las armas para prepararse.
- Aaron- lo llamo asomando la cabeza por el hueco antes de que se vaya por la puerta a matar a gente como cualquier persona normal. Este gira la cabeza en mi dirección sin temor de que pueda pasarle algo.- Ten cuidado, por favor. Son muchos.
- Creo que a veces se te olvida con quien estás saliendo, princesa- bromea guiñando un ojo para tranquilizarme.- No te pierdas por el conducto, no tienes buen sentido para las ubicaciones.
- Yo también te quiero.
-Hola.¿Que tal? Espero que os guste el capítulo.
Os adoro.
ESTÁS LEYENDO
Aaron
Ficção Adolescente¡Ey!Me llamo Mia,Mía Miller. Nunca me he considerado una chica tímida,de hecho siempre me he metido en problemas por ser tan extrovertida y curiosa. Físicamente no soy una super-modelo pero me da absolutamente igual,soy asi y moriré asi,bah ¿qué más...