CAPITULO 33 ( Conducto- Parte 1 )

1.7K 96 16
                                    

Mía

La chaqueta de cuero me cubre hasta la mitad del muslo pero Aarón sigue con estar conforme. Sus celos a veces son exagerados.

- Aaron, para- me río mientras está entretenido en abrochar la cremallera hasta arriba para que no me vuelvan a ver los pechos. Sus ojos azules escanean mi aspecto con aprobación.

-El plan de Stiles ha sido una mierda- afirma con un resoplido de fracaso negando con la cabeza.- Lo único que ha conseguido es que casi violen a mi novia.

- No me han...

- Si no fuera por el dinero que les he dado a esos cabrones te estaría violando uno de esos cinco hombres.-me interrumpe enfadado mirando a su alrededor pensativo. Yo si que pagaría millonadas solo por saber que cosas pasan por esa cabecita.

Justo cuando voy a responderle sus brazos envuelven mis piernas con agilidad como un niña pequeña y me deja sentada en la mesa de escritorio. No me quiero ni imaginar las personas que han practicado sexo en este mueble.

- Mía, escuchame - suspira después de romper el conducto de aire que por lo visto no funciona ni se ha llegado a utilizar nunca.- Voy a meterte ahí y por el pinganillo Stiles te indicará por dónde tienes que ir para salir de este sitio...

- No voy a dejarte aquí, no me voy a ir sin ti- me adelanto furiosa de que siempre me quiera fuera de sus planes.- Se defenderme.

- ¡Maldita sea, Mía! ¡Que te subas a ese puto conducto! - grita perdiendo la paciencia golpeando la mesa con los puños. Me sobresalto pero no me inmuto, no me da miedo. - He dicho que te vayas.

- Y yo he dicho que no. Voy a pelear contigo - contraataco con seguridad. Sus labios se encurvan con superioridad pero no se ríe. - No soy una inútil que necesita protección- añado empezando a enfadarme yo también.

- No voy a ponerte en peligro de nuevo. Entiendelo de una jodida vez y hazme caso por una vez en tu vida- ordena con firmeza esperando a que le obedezca como uno de sus trabajadores.

En respuesta me quedo callada y lo desafio cruzándome de brazos. Lo que hace enfurecerlo más.

Sus ojos me fulmina antes de darle una patada a la silla que tiene al lado partiéndola por la mitad. Un suspiro sale de mi boca mientras espero a que se le pase la rabieta y sigue rompiendo cosas.

- Rompiendo muebles no vas a hacer que cambie de opinión- le recuerdo con valentía hasta que este explota del todo y se acerca a mi de esa forma amenazadora que utiliza para el resto de la gente.

El silencio inunda la habitación mientras me observa fijamente abriendo y cerrando los puños. Sus ojos consiguen intimidarme pero aparento estar tranquila, sé que no me haría daño.

-No es para tanto, Aaron...

- ¡Para mi si lo es, joder!- gruñe desesperado pasándose la mano por la cara con un suspiro. - Casi te pierdo demasiadas veces, no quiero volver a pasar por eso. Te voy a proteger siempre pero hoy van a haber más hombres que nunca, no puedo estar distraído en vigilarte.

-No tienes que vigilarme.

- Eres mi jodida novia y como te pase algo el que se va a morir soy yo. Hazme caso Mia, por favor -suplica sin saber que decir para convencerme. - Por favor.- insiste hundiendo la cara en el hueco de mi cuello. Por primer vez desde que lo conozco su cuerpo tiembla mientras me abraza con fuerza y noto cómo el corazón se me parte de ver cómo sufre por mi.

Sus manos bajan por mi cintura hasta mis piernas y las acaricia con recelo posando sus manos en mi trasero.

- ¿Tu me quieres?- pregunta de repente sin ninguna razón apoyando su frente sobre la mía. ¿A que viene esa pregunta tan estúpida? Asiento con la cabeza confundida. - Si me quieres hazme caso y deja de ser tan cabezona.

- ¿Eres consciente de que eso es chantaje emocional? - digo alzando la ceja derecha. Este solo se encoge de hombros con una sonrisa sabiendo que me ha convencido y besa mis labios con suavidad apretando mi culo posesivamente. - Te odio

- Lo que tú digas. Ven aquí.- indica subiendo encima de la mesa. Ambos nos ponemos de pie y abre de un puñetazo la verja del conducto haciéndose sangre en los nudillos.

- ¡Eres idiota!- bufo enfadada cogiendo su mano para revisar los cortes que se ha hecho. Este solo sonríe sin poner ni una mueca de dolor y me alza la barbilla obligándome a mirarlo a los ojos.

- Estoy bien, cariño. Sube- me ayuda juntando las dos manos como en las pelis para que se las pise.

Coloco un pie en estas y me da impulso con fuerza para que consiga llegar a la puerta. Parte de mis piernas se quedan fuera y mi culo no me ayuda mucho pero Aaron me empuja con cuidado y logro subir al conducto.

- Ten cuidado. Te he colocado el pinganillo en la oreja si pasa algo...

- Gritaré " Hipopótamo"- lo interrumpe recordándole la palabra clave que acordamos antes de venir a este sitio. Las costillas me siguen doliendo un poco con la caída de las escaleras pero ya no me duelen.

Al escuchar la palabra suelta una carcajada y se asegura de coger todas las armas para prepararse.

- Aaron- lo llamo asomando la cabeza por el hueco antes de que se vaya por la puerta a matar a gente como cualquier persona normal. Este gira la cabeza en mi dirección sin temor de que pueda pasarle algo.- Ten cuidado, por favor. Son muchos.

- Creo que a veces se te olvida con quien estás saliendo, princesa- bromea guiñando un ojo para tranquilizarme.- No te pierdas por el conducto, no tienes buen sentido para las ubicaciones.

- Yo también te quiero.


-Hola.¿Que tal? Espero que os guste el capítulo.

Os adoro.














Aaron Donde viven las historias. Descúbrelo ahora