Aaron

CAPITULO 27 (Dos planes)

Mia

Si la van a matar que lo hagan ya

-Mia tienes que contarle esto a Aaron. Vamos-me grita la histérica de mi hermana haciendo gestos para que levante mi culo del sofá. Entro a Instagram ignorandola y cotilleo un poco la vida de gente que no conozco-¡Mia!

-Ya relájate. Te he dicho cinco veces que no puedo contárselo. ¡Oye! - lloriqueo cuando sus sucias manos me quitan el móvil de un tirón y se lo guarda en el bolsillo de su minúsculo pantalón de verano-No quiero que ninguno de vosotros muera por mi culpa, ¿Tan difícil es de entender? Conseguiré ese dinero como sea aunque tenga que perder la casa, se lo entregaré a algún cerdo que trabaje para mi padre y volveré a casa.

-Sigues sin entender nada, cierto? No me creo que esos tipos vayan a dejar que vuelvas a casa. Me huele muy mal todo esto... Hay que decirle a Aaron todo esto inmediatamente-ordena mandando ella de mi por una vida en su vida. Sus brazos están posicionados en jarra mientras contonea las caderas de un lado a otro nerviosa.

-Es mi vida y ya he tomado una decisión. Deberías de valorar que todo esto lo hago para que ninguno acabe muerto, joder-bufo observando como Oddy duerme en su cama sin preocupaciones.
Me gustaría tanto ser un perro en estos momentos.

Molly camina en círculos por el salón con la mirada al cielo y la cabeza en otro mundo. No entiendo porque piensa tanto, no hay solución.

-Está bien. Te lo diré de otra forma, o se lo dices a Aaron o se lo diré yo-amenaza alzando sus perfectas cejas depiladas. Una risita sale de mi boca al escuchar el tono que utiliza para hablarme. Es igualita a mamá.

El gesto le hace pensar que me estoy burlando de ella y sus dedos teclean mi móvil sin pedirme permiso.

-Ni se te ocurra...

-¿Mia? - responde la voz adormilada del rubio a los dos tonos de la llamada. Está en altavoz y tapo mi boca con las manos para que no escuche mi presencia.

-Soy yo-suspira la traidora mirándome mal. Sé que le parece patético mi reacción pero me da igual.

No quiero ni respirar el mismo aire que ese capullo que me rompió el corazón y el himen.

-Molly. ¿Porque me llamas con el móvil de Mia? ¿Ella está bien? ¿Le ha pasado algo? Dame 5 minutos y voy-habla Aaron con impaciencia. Se nota que está muy preocupado, ¿Lo está fingiendo otra vez? Ya no sé nada.

-Mia está bien pero tienes que venir. Ha pasado algo urgente y necesita tu ayuda lo que pasa que es tan orgullosa que no quiere llamarte ella y...

Maldita asquerosa.

-Lo sé. No te preocupes, enseguida estoy allí-la interrumpe como si estuviera enfadado de saber que no quiero hablarle. Cinco segundos después se escucha un pitido. Ha colgado.

-Te odio

-Me amas. Y quita esa cara hermanita, en realidad te he hecho el favor más grande de tu vida-sonrie burlona con ese doble sentido guiñándome un ojo. Me da la sensación de que pretende otra cosa más aparte de solucionar el problema de la carta.

Si piensa que voy a volver con ese capullo está loca de remate.

Díez más tarde

Mi vida sin tele es un maldito aburrimiento. Más bien dicho, es un infierno.

Ni si quiera puedo deprimirme viendo una peli romántica con mi perro para aliviar mis problemas amorosos.

Me van a quitar la casa por no tener ni un dólar, quieren matar a todos mis seres queridos, no tengo tele, no puedo ir al gimnasio. Y lo peor de todo, me han robado al bebé de mi portátil.