CAPITULO 25 (Adiós)

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Aaron

Sus ojos llorosos me torturan la cabeza.

He hecho lo que tenia que hacer

O eso creo.

Mia no se merece a alguien como yo. Ni ella ni nadie.

Ella es inteligente, es tierna, es amable, tiene un corazón enorme, un genio impresionante que pone cachondo a cualquiera, es timida y extrovertida a la vez, es graciosa, es espontánea, tiene un cuerpo increible y una cara preciosa pero es diferente. Ella nunca ha presumido de su fisico al contrario que las otras chicas con las que me acostaba, a ella no le hace falta.
Mia es diferente, es especial, es... perfecta. Perfecta para mi y para cualquier hombre que intente conocerla un poco.

No la he dejado hecha mierda por su culpa, es mi culpa. Es mi puta culpa hacerle ilusiones y hacermelas yo mismo.

La quiero, la quiero con cada médula, con cada milésima de mi cuerpo pero hizo algo que odio. Intentar adivinar cosas de mi pasado.

Creo que es lo único que no me gusta de ella. Es curiosa y extremadamente cotilla y no voy a arriesgarme. Mi trabajo no permite que me arriesgue.

No puedo contarle lo que pasó, no puedo contarle como era el antiguo Aaron, no quiero asustarla.
Prefiero que me odie a cambiar la forma en la que me mira al contarle todo lo que me pide. No quiero cambiar su admiración por asco.

Eso es lo único que doy asco.

Soy un maldito camello hijo de puta, un asesino, un egoista, un cerdo, un egocéntrico, un orgullo. Ella no tiene que soportar todo eso.

Prefiero alejarla a que conozca mi pasado.

-No pareces muy bien-adivina Stiles mientras estamos entrenando en el gimnasio del apartamento-No quiero entrometerme pero... ¿Ha pasado algo con Mia?

-No te interesa esa información-contesto sudando por todas partes. Stiles sujeta el saco con más fuerza y abre los ojos al casi caerse del impacto en uno de los golpes. La ira se apodera de mi fuerza, no puedo controlarlo.

-Confia en mi por una vez en tu vida. Te conozco, eres mi mejor amigo, eres mi maldito hermano y nunca te había visto tan furioso. Cuéntame Aaron, por favor-suplica media hora más tarde apoyando la mano en mi hombro. En otra situación ya lo habria mandando a la mierda y me iria pero está preocupado por mi y yo estoy muy jodido.

Dejo escapar un largo suspiro contándole todo lo que ha pasado, todo lo que pienso y todo lo que siento. Su reacción no me la esperaba en absoluto.

-No te rias de mi, gilipollas-mascullo metiéndole un empujón con todas mis fuerzas. Stiles grita adolorido volando como una mosca hasta que su espalda impacta con la pared y aterriza en el suelo.

-Lo siento, hermano. Sólo... Me ha parecido absurdo todo lo que has dicho-se disculpa metiendo la pata con la última frase. Avanzo a él con los puños apretados dispuesto a meterle un puñetazo pero el muy capullo corre como una nenaza y se esconde detrás de la televisión- ¡Aqui no me puedes hacer nada, la la la! ¡Estoy protegido!-canta burlon bailando con los brazos con la lengua fuera.
Alzo la mano y espero el instante oportuno para darle una colleja en la cabeza-¡Auu! ¿Porque todos me dais en la cabeza?

-Vete a la mierda Stiles.

-Solo he dicho que me parece absurdo. Mia te quiere, ¿Que cojones? Mia te ama y tu estás enamorado de ella. Te pegarias un puto tiro en la cabeza para que no le tocaran un pelo. ¿Y la has dejado por hacerte una pregunta de tu pasado? Ella no va a huir de ti por nada de eso, eres un idiota y un imbecil que va a perder a la tia de su vida. Madura de una vez amigo, date cuenta-explica frustrado mirándome como si fuera tonto. Tal vez tenga razón pero soy demasiado cabezota para hacerle caso tan pronto- Te lo repito: Vas a perderla para siempre. Ella piensa que solo la utilizaste para acostarte con ella...

-Eso no es verdad

-Pero es lo que le has hecho pensar-contrataca meneando la cabeza con negación- Yo de ti me arrodillaria si hiciera falta. No cualquier chica soporta todo lo que ha soportado ella con tus mierdas. Mia merece la pena, hermano. Nunca te he visto tan feliz con nadie.

-No sabes nada de mi felicidad...

-Te conozco mejor que nadie-me interrumpe alzando ambas cejas. Eso es verdad pero no voy a admitirselo-He visto como la miras, he visto como la besabas cada cinco minutos, eres incapaz de estar lejos de ella. ¿Me vas a negar eso también?

-No te lo voy a negar pero es lo que tengo que hacer. Dejar de verme es lo mejor que le puede pasar-suspiro pensando en ella. No me la quito de la maldita cabeza-Ahora cállate, Mia está....

El ruido de alguien bajando por las escaleras hace que guardemos silencio y me siento en el sofá de un salto.
Stiles corre a la cocina y se sienta en uno de los taburetes fingiendo que lee el periódico.

La figura de la castaña aparece en mitad del salón y enciendo la televisión.

No la mires Aaron, no la mires.

Veinte segundos es lo que aguanto hasta que mis ojos se menean solos y me quedo alucinado con su aspecto.

Su largo pelo está despeinado, sus ojos azules están rodeados por unas ojeras que se ven a kilómetros pero por lo visto no se ha dado cuenta de eso, sus labios carnosos están inchados y sé que ha estado llorando toda la noche. Sé que no suena muy atractivo pero está preciosa, siempre está preciosa.

-Stiles admiro tu afición hacia la lectura pero si haces esto... - empieza a decir sonriendo apenada. Una de sus manos tocan el periódico y lo gira poniéndolo bien. El muy imbecil estaba leyendo al revés. -... Mucho mejor.

Una risa sale de mi boca sin poder evirtarlo y Mia gira su cabeza alarmada. Sus ojos azules me fulminan con tanto odio que tengo que bajar la mirada con el estómago estrujado.
Las mariposas se han convertido en una especie de murciélagos que me devoran por dentro.

-¿Que son esas maletas?-pregunta mi amigo señalando las tres cajas de ruidas que hay enfrente de mi. Sus maletas, su neceser, su bolso deportivo. Se va.

-En esta casa ya no pinto nada. Siento las molestias que he podido causar. Molly puede quedarse todo el tiempo que quiera. Adiós Stiles-se despide con la cara apagada recogiendo sus cosas del suelo. Inconscientemente me levanto del sofá y corro a ella aferrando mis dedos a su brazo- Sueltame, Aaron

-No es necesario que te vayas. Yo dormiré en el sofá y tu en mi cama, no verás mi puta cara pero quédate-suplico hablando lo más suave que puedo. Si le grito se enfadará más, me golpeará y se irá de todas formas-Quédate Mia, por favor

-Adios Aaron-solloza rencorosa absorbiendo por la nariz con fuerza para que no la vea llorar. No quiere mostrar su debilidad delante de mi.

Como un gilipollas me quedo quieto como una estatua y observo como la persona más importante de mi vida desaparece por la puerta sin mirarme por última vez.

Y eso realmente duele. Duele como el infierno.

-Hola.¿Que tal? Espero que os guste el capitulo

Os adoro












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