CAPITULO 46 (Cabeza zanahoria)

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Aaron

Stiles mira el móvil por quinta vez, y vuelve a desviar la mirada a la televisión con un suspiro. Por lo visto, Molly sigue sin perdonarle y está viviendo en el apartamento de su mejor amiga. No la conozco pero sé que Mia se lleva fatal con esa niñata.

- Tener novia es una insufrible

- Ex novia- lo corrijo. Sus ojos marrones me decapitan a distancia, es la verdad, cuánto antes acepte la situación mejor para él.

- Que fácil es decir eso cuando Mia ha vuelto contigo, verdad? - carraspea molesto

Ya me gustaría que eso fuera cierto. Desde que ha vuelto al apartamento no ha querido hablar ni un poco del tema, algo ha cambiado entre nosotros pero todavía no hay nada asegurado ni formal. Esperar esa conversación se está haciendo eterno.

Quiero estar con ella, joder. ¿Porqué tiene que ser tan orgullosa?

Tampoco he querido agobiarla o presionarla. La pobre lleva toda la semana mareada, vomitando, y con dolores por todo el cuerpo. Es incapaz de ir al baño sin ayuda de nadie, no se puede levantar de la cama.

Esta mañana he llamado a Peter para avisar de que Mia no iba a asistir a las clases. Lo último que necesita es soportar a esas chicas hormonadas.

¿Porqué es tan difícil que vaya al médico? Me tiene tan preocupado que no puedo estar en el salón sin entrar a la habitación cada cinco minutos, ayer me despisté un minuto más de la cuenta y por poco se desmaya al intentar levantarse.

- Me cago en la puta - vuelve a quedarse al oir las voces de las chicas.

- No seas exagerado, tío. Sólo se van a quedar esta noche a dormir.

- Cada día me sorprendes más- bromea Stiles reteniendo las ganas de meterse conmigo. - Jefe de narcotraficantes por la mañana y niñero por las noches.

- No me toques los cojones - aviso jugando con el mando de la tele.

Mia necesitaba despejarse, llamar a sus amigas era la único que se me ocurria para animarla. Al parecer, Michelle y Melody se han convertido en sus nuevas mejores amigas, ambas son muy parecidas en su forma de ser y hasta ahora, no tengo ningún problema con ellas.

A Michelle la conozco lo suficiente para saber que es muy buena chica, no ha tenido una vida nada fácil y por muy egoista que suene, me agrada saber que es un buen ejemplo, es la típica adolescente que saca buenas notas y no ha roto un plato en su vida.
Lo último que quiero es que se lleven a mi chica de fiesta.

Por otra parte, Melody es un poco más inmadura y infantil, desde que ha venido no ha parado de pegar chillidos. Tengo que admitir que me divertió la reacción de Mia cuando me la presentó en el gimnasio. Es cierto que la pelirroja es la chica más guapa y atractiva de sus alumnas pero de ahí a superar a Mia es un reto imposible, a veces me cuesta creer que este enamorada de un gilipollas como yo.

- ¡Dejar de comeros mi comida! - grita mi amigo echando chispas por los ojos cuando alguien abre la puerta de la nevera.

Michelle lo mira de reojo con sus ojos negros y se rie en voz baja.

- Lo siento, si quieres puedo...

- No le hagas caso. Coger lo que queráis - la interrumpo señalando la tarina de helado que se iba a llevar.

- ¡Y tanto que vamos a comer! - interviene Melody más extrovertida con los brazos posicionados en jarra.

- Vale que estéis en mi casa pero...¡No pienso permitir que os comáis mi chocolate! - grita Stiles levantándose del sofá para ir hacia ella. La chica  levanta la barbilla al ser mucho más bajita que él. Está discusión puede ser interesante.

- Perdona, cariño no te equivoques conmigo. Me importa una mierda tus órdenes de simio - lo vacila la pelirroja cogiendo de la mano a su amiga para que entre a la habitación a hacerle compañía a Mia.

Stiles abre los ojos sorprendido ante su carácter pero no se rinde.

- ¿Qué me has llamado "cabeza de zanahoria"?

- ¡Soy pelirroja, gilipollas!

- Lo que tu digas cabeza de zanahoria- repite Stiles divertido. Ambos se miran fijamente haciendo el momento incómodo.

Una media sonrisa sale de los labios de Melody, mi amigo imita su gesto.

Vale, está empezado a ser muy incómodo.

¿Supuestamente no estaba enamorado de Molly? Si Mia se entera de que están tonteando le cortará los huevos y luego me los cortará a mi.

- Hasta la vista, cariño. Disfrutaré del sabor en tu honor - se despide coqueta. Coge la cuchara de chocolate y se la lleva a la boca manchando sus labios provocativamente.

El tonteo que se llevan me deja tan impactado que tengo que darle un codazo a Stiles para que despierte de su embobamiento.

Las caderas de Melody se contonean picaramente y le dedica una última mirada antes de cerrar la puerta detrás de ella.

¿Qué acaba de pasar?

- Ya veo lo enamorado que estás- no puedo evitar decir cruzando mis brazos. Yo seria incapaz de hacerle eso a Mia, por muy buena que esté una tía jamás le haría daño ni mucho menos la engañaria con otra.

- Ya hace mucho que no hablo con Molly, estoy confundido, hermano- admite pensativo sin entender que le sucede. Se ha quedado paralizado.

- Tienes tiempo para pensarlo, no hagas nada de lo que te puedas arrepentir por un polvo - es el único consejo que voy a darle. No voy a meterme más de lo necesario.- Eso si, ni una palabra a Mia, cómo se entere de que vas a ponerle los cuernos a su hermana...

- ¡No voy a ponerle los cuernos!- bufa poniendo los ojos en blanco- Sólo me he excitado, esa chica está muy buena. Estoy seguro de que a ti te ha pasado más de una vez...

- No me ha pasado ni una vez- le aseguro, y es la verdad. Desde que conozco a Mia no soy capaz de excitarme con otras mujeres, con ella no necesito a nadie más. Supongo que es lo que sienten las personas que están enamoradas, no?

- Déjame en paz, Aaron

- No la cagues, Stiles.

- Vete a la mierda y vete a ver a tu amada.

Y eso es exactamente lo que hago.


- Hola. ¿Qué tal? Espero que os guste el capitulo.

Os adoro.
























Aaron Donde viven las historias. Descúbrelo ahora