(Adelanto)

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Stiles

Cuando Orlando se sienta en la silla, hago lo mismo y nos quedamos cara a cara, fulminándonos eternos minutos.

Tengo que admitir que este hombre siempre ha intimidado, con su aterrador aspecto físico y su forma de ser. No dice ni una palabra pero no es necesario para que las personas de su alrededor se arrodillen a sus pies mugrosos.

Aaron le da cuarenta patadas, estoy acostumbrado a soportar esa actitud autoritaria y cortante. No le tengo miedo.

- ¿Va a venir ya o qué? - vuelve a preguntar. Su voz grave y rasposa es la causa de mis pensamientos asesinos.

Con el dedo indice golpea la mesa una y otra vez de forma impaciente. No tengo ni idea de qué está tramando pero sé que oculta algo en esa mente retorcida. Es un hombre frio y calculador.

- Viene de camino. Su apartamento está a veinte minutos en moto así que tendrás que esperar un poco más - lo aviso deseando que se vaya de mi vista. Quiero ir a casa y cenar con mi novia, estoy reventado.

- No voy a esperar más a ese niñato de mierda. Me marcho. - suelta de repente levantando su culo de la silla.

- ¿Estás de coña? Mi colega va a venir a propósito, espera un poco más, joder- insisto molesto. A estas alturas Aaron ya está muy furioso de tener que dejar a Mia en el apartamento, mi pobre pitufa se ha quedado sola.

- La puntualidad es lo primero. Lo siento pero no, de todas formas...tú amiguito vendrá a buscarme por si solo- sonrie cinicamente.

Frunzo el ceño con la última frase, no la entiendo. ¿Por qué razón iba Aaron a buscarlo? No quiere verlo ni en pintura y con motivos, es un viejo loco.

- ¿Qué quieres decir?

- Ya lo verás, Stiles. Ya lo verás. - suspira guiñando el ojo. Eso sí que me da escalofrios, mi culito es sólo de Melody y le aseguro que no tiene puertas de entrada. ¿Qué cojones está pasando?

Sin más, cierra la puerta con fuerza. Las paredes retumban el edificio antiguo y busco el número de mi mejor amigo con urgencia. No contesta.

Los minutos van pasando en las agujas del reloj mientras juego con la silla giratoria.

Orlando me ha dado una pista, es una jodida trampa.

Si, he llegado yo solito a esa conclusión y estoy seguro de que no me equivoco.

"Tú amiguito vendrá a buscarme por si solo" - ha dicho el pedazo de cabrón, joder es más grave de lo que creía.

"Mia, ¿Estas bien?" - escribo nervioso enviándole el mensaje. Su última conexión es de hace diez minutos, y ella jamás tarda en responder. Mierda.

La puerta vuelve a abrirse de golpe.

Aaron busca con su mirada azulada a Orlando por la habitación, y se acerca a mi con los puños cerrados. Sus duras fracciones se van profundizando poco a poco, y aprieta la mandibula. Eso sí es intimidar, señores.

- ¿Dónde cojones está ese hijo de puta? - son las primeras palabras que salen de su boca.

- Creo que la hemos cagado, Aaron.

No digo más. Sus ojos se detienen en la pared que tengo detrás y cae en la conclusión, cierra los ojos con impotencia y le da un puñetazo a la mesa. Las hojas del mueble se caen al suelo y el teclado del ordenador vuela por los aires.

- Mia. ¡Mierda, no! No, no, no...- grita dando vueltas en circulo . Se pasa las manos por la cabeza y tira de sus pequeños mechones rubios con desesperación. Jamás lo he visto así de asustado por nadie. - Tengo que irme ahora mismo, ¡La he dejado sola, joder!

- Aaron - lo detengo caminando hasta él, apoyo la mano en su hombro en señal de apoyo y sonrio forzadamente. - No voy a dejar que vayas solo, ella también me importa, voy contigo.

Lágrimas de ira salen de sus ojos y asiente con la cabeza agradecido. Es lo máximo que puedo pedir.

- No puedo dejar que le hagan daño, Stiles. Yo...yo la amo. - bufa sacando sus sentimientos sin pudor. ¿Aaron tierno? Eso si es nuevo.

- Lo sé hermano. No vamos a dejar que le hagan nada, vámonos de aquí.

-Hola. ¿Qué tal? Espero que os guste el adelanto.

Os adoro.

 








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