CAPITULO 9 (Armario-Mía)

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Mia

Diez minutos.Ya se está retrasando.

-Hola?-susurro caminando por el salón de puntillas dándome con la punta de la mesa en el dedo del pie-Joder...

Y entonces pasa,una voz...

-Mía!-canta una voz masculina y me giro de golpe ignorando el dolor de mi pie intentando descifrar de quien se trata pero no me parece ninguna voz conocida-Mía-repite y noto como todo mi cuerpo comienza a temblar entrando en panico hasta que reacciono y me escondo detrás de la encimera tapándome la boca para que no se escuche mi respiración entrecortada.

¿Que hago?-me pregunto a mi misma cerrando los ojos con fuerza como si esto fuera una pesadilla pero no lo es,es real...muy real.
Unos minutos después asomo la cabeza de mi escondite para coger una sartén y usarla como arma.

-Suéltame!!!-grito al sentir una mano cogerme de la muñeca y alzo la mano con la intención de darle con la sartén en la cabeza.
-Joder...que soy yo!-me devuelve el grito justo a tiempo para que no lo deje inconsciente y suspiro de alivio asegurándome de que es él alumbrándole la cara con la pantallla del móvil-Ibas a pegarme con una sartén?
-Shh no grites imbécil!-susurro con la voz más bajita que puedo sentándome en el suelo-Ahi alguien por la casa...he escuchado como me llamaba por mi nombre.

-Estás segura de eso?-insiste haciendo un gesto de paz cuando lo miro mal-Ven aqui-suspira obligándome a que me levante sin darme tiempo a contestar y me dejo guiar asustada mirando por encima de mi hombro con esa sensación de sentirme observada-Cállate-me lee el pensamiento mientras abre ¿el armario? y tira de mi brazo metiéndose conmigo dentro.

-Pero...
-Shhhh-me interrumpe acercándose tanto a mi que tengo que retroceder pasos hasta que mi espalda choca con la pared del armario y me sorprendo al sentir su dedo sobre mi boca para que no hable-Silencio-susurra escuchando los ruidos de los pasos con atención mientras yo solo puedo cerrar los ojos disfrutando del tacto de su dedo indice en mi labio inferior.
-Creo que...creo que ya se ha ido-consigo decir estropeando el momento al no escuchar ya nada-Aaron.
-No se HAN ido-me corrije señalando un agujero del armario y obedezco mirando a traves de este encontrando dos sombras que se mueven y que parece que esten investigando toda la casa-Tengo que salir.

-Que?No,ni de coña vas a dejarme sola metida dentro de un armario-aclaro reteniéndolo de la chaqueta cuando va a salir aferrando con mis dedos la chupa de cuero negra-No me dejes sola.
-Tengo que matarlos,saben donde vives y si no lo hago van a volver...
-Me da igual tú te quedas aqui conmigo-lo interrumpo frunciendo el ceño con mis propias palabras ¿desde cuándo tengo miedo yo de algo?-Por favor-añado poniendo morros sintiéndome una niña de cinco años pero parece que funciona cuando este vuelve a cerrar las puertas del armario y se acerca más a mi (si es que eso es posible)

Un momento...¡mierda!Enserio acabo de darme cuenta de que sólo voy vestida con la toallla de la ducha?

Yo recordaba haberme vestido...joder-pienso avergonzada cuando una pequeña luz me alumbra por el agujero dándome justo en el escote y el rubio parece también darse cuenta porque baja la mirada a una gota que se desliza por mi cuello y observo como traga saliva volviendo a subir sus ojos azules a los mios.

-Lo siento-murmuro sabiendo el color rojizo que seguramente tendré en mis mejillas mientras me cruzo de brazos sosteniendo la toalla con más fuerza con miedo a que se caiga.
-Tal vez eso lo deberia de decir yo-suspira el tatuado y entrecierro los ojos confusa viendo como acerca su cara a la mia pensando que va a besarme pero eso no es posible cuando se inclina más hasta que siento sus labios en mi cuello y me estremezco nerviosa sin detenerlo.

-Aaron...
-Cállate-masculla y por una vez le hago caso y me muerdo mi labio partido sin importarme el dolor mientras descubro la sensación de sus labios gruesos besándome el cuello,recogiendo las pequeñas gotas de agua que se deslizan por este-No-me confunde cuando voy a enredar mis manos en su pelo y me las coge colocándolas a cada lado de mi cabeza-No me toques.
-Tu si me estás tocando...-susurro sin entender porque no quiere que lo toque mientras el sigue sin detener sus besos hasta llegar al lóbulo de mi oreja y atraparlo entre sus dientes.

Nunca he comprendido porque ese punto es tan débil para las chicas pero desde luego que para mi es mi punto débil sin dudarlo.

-Porque puedo-responde sin más con esa voz ronca que acabo de descubrir que me encanta y pienso en lo que acaba de decir apartándolo de mi de un empujón.
-Tú no mandas sobre mi,no te creas ahora Christian Grey porque has tenido suerte de no llevarte un puñetazo.

Vale,ya vuelvo a ser Mía Miller.

-Hola!Que tal?Espero que os guste el cap!
-Comentar!

Os adoroo






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