CAPITULO 51 (Stiles- Primera parte)

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Mia

Mi perro es lo primero que veo al día siguiente. Su lengua lame mi mano caída, la meneo sin querer y salta sobre la cama contento de que me haya despertado.

Aaron ni siquiera se inmuta, duerme como una marmota. Me levanto de la cama sin hacer mucho ruido y me pongo una de sus camisetas anchas que me llegan hasta la mitad de los muslos.

Cojo de mi maleta una de mis bragas para no salir desnuda, recojo la ropa sucia que está esparcida por el suelo y salgo de la habitación con mi labrador.

Llamo a Michelle y a Melody a través de una videollamada que se convierte en una hora y media. Les cuento detalle por detalle lo ocurrido y cuelgo dispuesta a preparar un desayuno comestible. Las chicas me han puesto de malhumor, en especial la pelirroja que no ha parado de regañarme pero no voy a dejar que me amarguen el día, hoy estoy contenta.

Nunca he tenido habilidades culinarias ni me ha interesado el mundo de la cocina pero voy a hacer lo que pueda.

Empiezo a tostar el pan y unto dos rebanadas con mostaza y las otras dos con mayonesa. No tardo más de diez minutos en terminar los sándwiches de pollo. En los de Aaron, añado doble capa de salsa de queso.

Busco mi móvil, y miro varios vídeos en YouTube hasta que encuentro una buena idea que ya había visto. Tostadas francesas con fresas y caramelo salado. Mi madre me enseñó la receta pero a ella le salía cuarenta veces mejor que a mi.

La base es utilizar pan del día anterior e incluso con más tiempo y, con una mezcla de huevos y leche, conseguir ablandarlo para que quede tierno y riquísimo. 

Las personas lo suelen acompañar con vainilla pero yo prefiero hacerlo con un poco de helado o chocolate derretido. Me decanto por la segunda opción.

- ¡Buenos dias! - exclama la voz alegre de Stiles. Me sobresalto asustada llevándome la mano al corazón y lo fulmino con la mirada sin contestarle.

Maldito simio

- Tu si que eres un simio con esos pelos de bruja- contrataca ofendido, ¿lo he dicho en voz alta?

Sin vergüenza ninguna, se rasca sus partes bajas delante de mis narices por encima del bóxer.

- ¡Eres un cerdo!- maldigo repasando su cuerpo semidesnudo.

Su constitución siempre ha sido delgada y poco proporcionada pero tengo que admitir que ha mejorado desde la última vez que lo vi. Ha definido los abdominales y tonificado los músculos de la espalda. A excepción de los brazos que siguen igual por mucho que se esfuerce.

Esa sonrisa de egocéntrico aparece en sus finos labios.

- ¿Te gusta lo que ves, pitufa? - bromea señalando sus pectorales. Fingo que no lo he escuchado y me centro en exprimir las naranjas para hacer un jugo.

- Deja de decir tonterias y ayúdame. No alcanzo las naranjas...- suspiro perdiendo los nervios. El armario de la fruta está tan alto que siempre tengo que subir a la encimera, una vez me pillaron haciéndolo y desde encontonces se ha quedado en una anécdota graciosa sobre mi baja estatura.

Con una carcajada, se acerca hasta dónde estoy. Alarga el brazo a la cesta y la agarra para dármela.

Desafortunadamente, su torpe mano se equivoca de lugar.

- ¡Mia, cuidado!

La tostadora cae a cámara lenta sobre mi cabeza, Stiles rodea mi cintura y tira de mi con rapidez.

Mis pechos desnudos bajo la camiseta quedan presionados contra su torso, sus manos se quedan en mi espalda varios segundos hasta que se asegura de que el aparato a caído al suelo y me regala esa mirada de "Te he salvado la vida, te lo restregaré hasta el día de tu funeral."

- ¿Qué cojones pasa aquí?

Mi neandertal de las cavernas.

Stiles y yo nos separamos de un empujone al escuchar la voz de un Aaron muy enfadado. Tiene la mandibula apretada y el ceño fruncido, sus duras facciones se ven incluso más atractivas cuando se enfurece.

- Aaron...- intenta hablar su mejor amigo. No le da tiempo a terminar la explicación, mi novio se acerca a él y lo agarra del cuello. - Te estás equivocado y mucho, No es lo que parece.

- ¡No le vuelvas a poner un sólo dedo encima! - lo amenaza. Pongo los ojos en blanco, su comportamiento es ridículo.

- ¡Él sólo me estaba ayudando, déjalo en paz! - suplico. Agradezco su protección pero no tiene que ponerse celoso de ningún chico, y mucho de menos de Stiles. Me entraban ganas de reir de sólo imaginarlo.

- ¿Me estás tomando el puto pelo?He escuchado desde la habitación vuestras risitas y tonterias. ¡No me mientas, joder!- explota perdiendo el control. Sus ojos azules cambian de color a un tono más oscuro, pocas veces lo he visto así de furioso y inseguro.

Stiles se queda callado sin ganas de defenderse, aparta la mirada decepcionado sin poder creer la poca confianza que tiene su amigo en él y yo hago lo mismo.

-¡Mia espera, joder!- grita cuando empiezo a alejarme y le doy la espalda. Me detengo a mitad de camino y me giro a mirarlo dolida.

- Eres un hipócrita de mierda- suelto sin más. - Llevas semanas pidiendo que confie en ti, ¡Tú tampoco confias en mi, joder! ¡Stiles y yo estábamos así de juntos porque se me iba a caer la tostadora y me ha ayudado, nada más! ¡Es tu jodido mejor amigo!

- Mia..

- ¡Estoy embarazada! ¡Eres mi novio y el padre de mi hijo! ¿Enserio me ves capaz de hacerte algo asi? Porque si me ves capaz de eso significa que no me conoces absolutamente nada. Ahí tienes el maldito desayuno que llevo preparando toda la mañana, come tú a mi se me a quitado el hambre- termino el discurso marchándome de la cocina. Por el rabillo del ojo veo como libera a Stiles y este también se aleja molesto y se sienta en el sofá con un resoplido.

Maldita sea, ¿Por qué tiene que ser asi?

¿Siempre va a ser igual de controlador?

No lo soporto, no soporto su actitud de guardaespaldas protector.

Es sarcástico, el tiene detrás a miles de mujeres y fans mucho mejores que yo y no me comporto así. ¿Tanto le cuesta confiar en mi?

Yo tengo que ver cada fin de semana desde casa como las mujeres se le tiran encima después de ganar una pelea, las encargadas de dar el premio le coquetean con un beso en la mejilla, miles de adolescentes nos detienen por la calle y le enseñan los pechos para que mi novio les firme un autógrafo en los pezones. ¿Qué problema tiene Aaron? ¡Ni si quiera tiene razones para ser asi!

- Hola amigo- saludo a mi perro acariciando con cariño su cabeza.

Ahora sólo me voy a preocupar de una cosa.

Guardar reposo.



-Hola.¿Qué tal? Espero que os guste el capitulo.

Os adoro






































Aaron Donde viven las historias. Descúbrelo ahora