Mia
El aceite salta sobre mi delantal como un volcán en erupción. ¡Mierda!
Mis dones culinarios no son los mejores, pero hago lo que puedo. No me desagrada cocinar pero tampoco me fascina, la mayor parte de lo que preparo se quema y la otra parte se va directa a la basura pero la intención es lo que cuenta.
De lunes a miércoles, el salvador de la casa está trabajando en nuestro gimnasio, por desgracia, hoy es uno de esos dias. Aaron me ha enseñado lo poco que sé de desayunos y comidas pero si él no está vigilando, puedo causar un incendio mortal.
Hace años que el gimnasio está a nuestro nombre. ¿Recordáis a Helen? La recepcionista qué me quiso espantar el primer día que pisé el gimnasio de Peter, si esa anciana sigue viva. Bien, pues ahora es la nueva recepcionista pero esta vez de nuestro lugar, en California.
Peter ayuda a mi novio a dar clases de boxeo, mano a mano como en los viejos tiempos. Mientras yo organizo las cuentas y soluciono los problemas cuando estos no son capaces o no saben que hacer.
Afortunadamente, el negocio va de maravilla, se han apuntado tanto alumnos y participantes a las competiciones que no queda hueco en el listado.
Cada dia son más las jóvenes que se unen "por casualidad" a los entrenamientos de Aaron. Allí le dicen "el profesor sexy", se les cae la baba pero no me preocupan en absoluto. La etapa de "novia celosa" está más que superada y asimilada, mi novio está buenísimo, confío en él y ya está elegido.Y no, el tiempo no pasa para él. No ha perdido su atractivo físico, al contrario, está fuerte y guapo como el mismísimo Lucifer. Aaron podría protagonizar una película de dioses griegos. Estoy completamente segura.
- ¡Mami, mami! ¡Mi...mira!
Meneo la cabeza, y lo veo. Styles.
El menor de mis hijos, sonrie con ilusión. Se ha disfrazado de Iron Man, está obsesionado con ese superhéroe ficticio desde que Styles, nuestro mejor amigo y padrino del niño, le puso las películas de Marvel.
Él y Molly nos han apoyado de forma incondicional, han cuidado y protegido a nuestros hijos como si fueran los suyos, jamás podré agradecer con palabras lo que han hecho. La morsa moribunda se está esforzando en crear una versión de él mismo en miniatura y lo está consiguiendo.
- Es muy original cariño pero no es de Halloween - me arrodillo a su altura y le pellizco los hoyuelos. Tiene uno en cada lado de las mejillas y otro en la barbilla. - Necesitas un disfraz que dé miedo, eso es lo divertido, ¿entiendes?
- El tío Styles va a disfrazarse de Capitán América, ayer vimos Civil War. Ellos dos pelean en la película mami - me explica con la voz llena de entusiasmo. - ¡Si! ¡Y Iron Man va a ganarle! - hace la promesa con la mirada en el techo. Se echa a correr por el salón como un loco, y sigue gritando. Deduzco que no ha visto el final de Civil War, cierro la boca, es mejor no decírselo.
Anahera está sentada en el sofá. Lo ignora sin levantar la cabeza del libro que tiene en las manos.
No le gusta que la molesten mientras está centrada en la lectura. Es la niña de nuestros ojos, Aaron dice que es una réplica mia, y es cierto. Cabello castaño, ojos azules como el cielo, nariz diminuta, y una estatura muy baja. Los compañeros de su clase le sacan dos cabezas.
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Aaron
Teen Fiction¡Ey!Me llamo Mia,Mía Miller. Nunca me he considerado una chica tímida,de hecho siempre me he metido en problemas por ser tan extrovertida y curiosa. Físicamente no soy una super-modelo pero me da absolutamente igual,soy asi y moriré asi,bah ¿qué más...