Capítulo IV

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Narra Poppy: Y ahí estaba yo, corriendo hacia el hogar donde vivía el Troll dueño de mi sonrisa y era increíble lo que en este momento ocurría porque mientras me encontraba recorriendo la villa, sentía como el viento pasaba sobre mi rostro, mi cabeza se adelantaba a pensar en todos los posibles escenarios que podrían suscitarse momentos más tarde, tenía muchas ganas de verlo y darle un gran abrazo, el abrazo más lindo del mundo.

Ahí me encontraba yo frente a lo que llamaban "El búnker del miedo" (quiero mencionar que he estado millones de veces allí y nunca me ha dado miedo) y también quiero recalcar que he estado millones de veces ahí y nunca había sentido tantos nervios en toda mi vida, mí cuerpo temblaba y estaba empezando a arrepentirme de tomar esta decisión de venir tan apresuradamente sin pensar bien las cosas; siempre he entrado a ese búnker sin permiso, la mayoría de las veces mis entradas son así, pero ahora tan solo tocar la puerta me invadía una gran corriente eléctrica y me daba mucho miedo dar el primer paso, luego de unos minutos de pelear contra mí misma dentro de mi mente toque la puerta, los minutos de espera me comían viva, hasta que alguien finalmente abrió abrió y...

Narra Ramón: Estaba en mi búnker a punto de irme a dormir ya que después de un largo día en la obra de construcción, estaba demasiado cansado y hambriento, así que al llegar a casa me prepare algo de cenar y después de un rato acababa de acostar a Gary leyéndole un lindo manual de 700 páginas sobre cómo ser un buen control remoto, a punto estaba de apagar las luches cuando tocaron la puerta, yo sinceramente estaba enojado ya que me sentía muy cansado como para recibir visitas que por cierto llegaban muy tarde.

Así que me subí al ascensor para averiguar de quién se trataba, podía imaginarme más o menos de quién se podría tratar, el ser más patético y molesto del mundo: Tipo Nube. A ese le gusta hacer este tipo de bromas aunque su estilo es más tocar a la mitad de la noche, tal vez no hizo caso del cambio de horario pero como sea, me dispuse a preguntar quién era y sinceramente era alguien a quien no esperaba completamente.

Narrador:
-¿Quién es?- Preguntó Ramón molesto.
-Ahhh... hola Ramón soy Poppy -Ella estaba muy nerviosa.

En ese momento Ramón sintió un golpe, pero nada malo, era como si lo golpearan millones de mariposas en su mejilla, lo sé, se sentía bobo.

-¿Poppy? ¿Qué haces aquí? ¿Estás bien? ¿Te encuentras bien? ¿Alguien te hizo algo? - Le preguntaba preocupado.
-No Ramón, tranquilo yo estoy bien, es sólo que... bueno, ¿Me dejarías pasar? -Ramón no se había percatado que Poppy seguía afuera y él se encontraba adentro, así que rápidamente abrió la puerta para encontrarse con esos ojos que lo volvían loco.

Ambos Trolls al verse se dedicaron una pequeña sonrisa y su distancia disminuyó cuando ambos se dieron un lindo y largo abrazo, así como Poppy anteriormente dijo que le daría y cuando ambos se separaron, sus rostros se empezaron a poner muy sonrojados.

-Disculpa-Mencionó Ramón apenado.
-Descuida- Ella le dedicaba una sonrisa - ¿Y cómo estás? Debo decirlo, tú trabajo en la construcción y los nuevos capullos se ven de maravilla, haces un gran trabajo.
-Muchas gracias Poppy, te agradezco ese reconocimiento, deseo que les guste a los nuevos Trolls.
-Verás que si Ramón, eres increíble.
-Gracias Poppy, es importante para mí viviendo de ti.
-¿Y qué estabas haciendo?-Pregunto Poppy intentando romper el hielo.
-Ahhh... nada, ya sabes, terminé de cenar y pues procedía a dormir...

Poco a poco se inundó la habitación de un gran silencio, un silencio incomodo, esto era algo que preocupó mucho a Poppy ya que sabía que Ramón estaba cansado y pues lo conoce bien, no le gusta ser interrumpido cuando de descansar se trata. Ramón por más que quería sacar algún tema de conversación no se le podía ocurrir algo, es más, no podía sacar ninguna palabra de su boca y eso le preocupaba, no quería que así fueran las cosas a partir de ahora, incómodas. Mientras el tiempo pasaba en silencio, Poppy empezó a pensar qué tal vez fue una mala idea haber venido.
-¿Sabes Ramón? Creo que debería irme, yo- Poppy se levanto del sofá donde estaba sentada y se dirigió hacia el elevador pero Ramón sostuvo su muñeca para detenerla.
-No Poppy, no te vayas, espera, mira sé que no han sido fáciles estos días, y... -Ramón estira su mano y se rasca su nuca - Han pasado muchas cosas entre nosotros que...
-Tenemos que hablarlo. Ramón ¿Podemos hablar?
-Claro que sí, aquí no hay ciudadanos que requieran de nuestra presencia o ¿si? -Ambos Trolls se empiezan a reír.
-No, claro que no -Poppy seguía riendo.
-Además ¿somos amigos no? Podemos decirnos lo que sea.
Poppy al sentir el sonido de la palabra "Amigos" empezó a sentirse mal, como si un tren que va a toda velocidad la arrollará, así que se dejó llevar por sus emociones.
-¿Amigos?- Preguntó Poppy con tristeza en sus ojos y Ramón rápidamente se percató de lo que acababa de decir, reaccionó muy nervioso a responderle a su Reina.
-¿Mejores amigos?, no, bueno sí, ¿somos más que amigos?, ¿mejores amigos?, o ¿no? No, sí, tú me amas, y yo te amo, ambos nos amamos ¿no?.- Poppy al escuchar ese "Te amo" sintió que se le regreso la vida.
-Ramón yo...-Intentó decir Poppy.
-¡POPPY!- Interrumpió Ramón- lo que quiero decirte es, que sé que no hemos podido hablar sobre lo qué pasó aquel día y sobre lo que sentimos pero quiero aclarártelo, quiero que sepas que he hallado la verdadera felicidad desde que llegaste a mi vida. Y no quiero que nada cambie, quiero que sigas siendo mi mejor amiga y hablar contigo sin tener esos silencios incómodos que son tan horribles, pero si quiero que sepas que lo que te dije aquel día no va a cambiar nunca, Te amo Reina Poppy.

Poppy no lo podía creerlo, otra vez estaba ahí, con el Troll dueño de sus sonrisas diciéndole por tercera ocasión esas palabras tan cortas pero poderosas.

-Y yo te amo Ramón. -Ella se acercó y le dió un lindo abrazo que él, obviamente correspondió y al terminar, ambos seguían tomados de las manos y mirándose a los ojos continuaron hablando.
-Poppy, si necesitas algo, así sea lo más pequeño, algún problema fuerte o decisión que tomar, prométeme que me tomarás en cuenta para ayudarte ¿sí?
-Claro que sí muchachón.- Ramón vuelve abrazar a Poppy pero ahora era un abrazo más fuerte y con más de sentimiento, Ramón empezaba a llorar en su hombro de Poppy y eso provocó que Poppy también llorara pero tranquilos, aquello era un llanto de felicidad.
-Gracias Poppy, por no dejarme nunca.- Dijo entre lágrimas.
-Tranquilo - Trataba de calmarlo -Nunca más volverás a estar solo, porque ahora tú y yo seremos uno mismo.

Trolls: El amor es una cosa aparte. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora