Capítulo XV

1.5K 95 9
                                    

Foto de portada by: @thebroppytrain en Instagram.
Narra Ramón:
Me encontraba en el World Tour, Barb acababa de convertirme en Zombie del Rock y me dio la orden de atrapar a Poppy, lo cual fue algo que obedecí ya que no estaba en mis cinco sentidos, algo me controlaba y era tan poderoso que incluso mi propia voluntad.
No media mi fuerza, solo actuaba sin pensar, atrapé a Poppy y podía escuchar como ella hacía sonidos indicando que la estaba lastimando pero eso no me dio importancia, yo la acerque hacia Barb y ella con el mismo rayo con el que me transformo, transformó a ella.
De pronto sus hermosos cabellos rosas empezaron a pintarse en mechones negros, su corona de flores cambió por una con muchos picos muy intimidante, su vestuario negro y su actitud muy agresiva. Barb le dio la guitarra que contenía todo el poder de las cuerdas y Poppy comenzó a tocarla muy alocadamente, solo me limité a observarla y ver cómo transformaba a todos, a Copper, a su padre, a sus amigos y luego me volteo a ver a mi.

-¿Qué pasa Poppy?¿No sabes que el amor es muy escaso cuando eres un Troll del rock? -Le dijo Barb mientras se burlaba, miren todos, la ex-princesita del "Pop" es muy fiel a su noviesito, vamos a ver si él piensa lo mismo. ¡Ramón!, demuéstrame lo que eres capaz de hacer y acaba con ella.

Cuando ella dijo eso, solo no pude controlarme, ella y yo nos enfrentamos en una batalla cuerpo a cuerpo pero era obvio que quien poseía más fuerza era yo, así que pude sujetarla del cuello con mi cabello y mientras ella pedía que me detuviera, ella se retorcía del dolor enfrente de mi y de todos y yo no hacía nada para detenerme, después ella dejó de moverse, cerrando sus ojos.
Su transformación de Rock Zombie había desaparecido al igual que la mía, yo creo que fue esa conexión especial que ambos teníamos. Al darme cuenta de lo que había hecho, me sentía una gran miseria, todos me veían y aún los que no estaban transformados en Zombies del rock tenían una mirada fija en mí con ojos de decepción.
-Muy bien hecho Ramón, has demostrado fuerza-Me grito Barb.-Ella te amo hasta en su modo Zombie y tú, acabas de matarla.
-¿Pe...Pero? Tú me obligaste, ¡ERES UN MOUNSTRO! . -Dije llorando incontrolablemente muy enojado.
-¡EL ÚNICO MOUNSTRO AQUÍ ERES TÚ! Tú la mataste, todos vimos como la torturaste, ¿Eso es amor? ¡Blah!.-Me dijo ella.
-¡Poppy despierta!, ¡Perdóname! ¡Poppy! ¡Regresa! ¡No me dejes solo! ¡Perdóname! ¡Poppy!.

-¡POPPY!-Grite desesperadamente y sentí como unas manos tocaban mis rostro.
-¡Tranquilo chico, aquí estoy, cálmate. -Dijo ella.
-¿Todo fue un sueño? -Me sentía más aliviado, en eso me di cuenta que en verdad Poppy se encontraba ahí a lado mío... en mi cama ¿En mi cama?, no lo sé, pero el simple hecho de verla me ponía tan feliz después del tremendo susto que acababa de tener así que la abracé con todas mis fuerzas.
-Si, y que sueño muchachon, ¿Sueles gritar mi nombre así de intenso siempre?. -yo solo seguía abrazándola, aferrándome a ella como si estuviera a punto de perderla.- Okey dime qué pasó, ¿Pesadilla?.-Yo solo asentí. -Okey, tranquilo ya, vamos a tranquilizarnos y a relajarnos. -Ella acariciaba mi cabeza y era la mejor sensación del mundo, al estar más calmado la solté.
-No es que no me alegre verte, amo verte pero Poppy, ¿haces aquí?.
-Pues me desperté temprano y quise darte una sorpresa con un desayuno, pero creo que la sorpresa me la lleve yo con todos esos gritos.-Eso me apeno mucho y agache mi cabeza.
-No, no, tranquilo, bueno ya, cámbiate y ven, ¡traje Cupcakes!-Ella se fue a la cocina y yo me quede en mi cuarto cambiándome, a pesar de que estaba más tranquilo, no dejaba de pensar en aquella escena, fue hermoso verla en el primer momento de este día, su sonrisa es algo que quiero ver en el inicio de todos mis días pero, fue horrible ver su cara de desesperación y suplica en aquel sueño. Seguía yo metido en mis pensamientos cuando escuché su voz.
-¿Ya vienes Chiqui-Ramón?-Eso me saco de mi mundo.
-Ehhhh... ¡Si,si, Chiqui-Poppy! Ya voy.-Me apure a cambiarme y arreglarme y me dirigí a la cocina y ¡Por todos los arcoíris del mundo! Ella había preparado el mejor desayuno que jamás había tenido en mi vida, Cupcakes, Waffles, Café, pan tostado, Jugo de Naranja y Emparedados. -Poppy, no se que decir esto es súper increíble.
-¿Si te gusto?-Pregunto ella con una linda cara de alegría.
-Claro que si, es increíble, no te hubieras molestado.
-Quería hacer algo bonito para ambos -Ambos nos miramos a los ojos.-Mira prueba los Cupcakes.
-¡Están deliciosos!, ¿Tú los horneaste?
-Sí, bueno no, recibí un poco de ayuda de Copper.
-Si, sabía que ese era el sazón de Copper, pero descuida, todo me encanto.
-Y bien ¿Ahora? -Preguntó ella con una mirada.
-¿Ahora?-Pregunte yo muy confundido.
-¿Ahora me vas a contar que estabas soñando?-Dijo ella muy curiosa.
-Ehhh Poppy, prefiero no hablarlo.
-¿Pero por qué? Sonabas muy triste y estresado mientras gritabas, si te pasa algo en verdad quiero ayudar.
-Eso lo sé y agradezco tú ayuda pero creo que puedo solo con ello.-Le dije de una forma calmada. Ella solo me miraba seria, y era cierto, me conocía muy bien y sabía que no le estaba diciendo la verdad. -Esta bien, te contaré, no es fácil para mí decírtelo pero desde que Barb me transformó en Zombie del Rock no he dejado de tener pesadillas en las noches.
-¿Pesadillas sobre?-Preguntó ella intrigada.
-Sobre... -Y dije apenado:-Sobre mi, lastimándote y es horrible Poppy porque cuando creí que las pesadillas sobre la muerte de mi abuela habían terminado llegan estas, y son mucho peor que las otras porque soy yo el que te termina lastimando.- No pude más y me solté a llorar luego ella se paró detrás de mi y me abrazo del cuello, dándome un pequeño beso en la mejilla.
-Tranquilo, una vez hablamos de ello y vuelvo a repetir, estoy segura que tú nunca harías algo como eso. Déjate de atormentar.
-Es que no es eso, la idea de perderte de esa forma es doloroso, mis sueños se sienten tan reales y quisiera que no fuera así ¿Y si esas fueran señales? ¿Y si yo fuera peligroso para ti?.
-Sabes creo que deberías comer otro Cupcake.
-Poppy, ¿es enserio?
-Si Ramón, por que ya estás diciendo locuras, mira hemos pasado muchas cosas, hemos estado al borde de la muerte dos veces y yo creo que si el destino quisiera separarnos ya lo hubiera hecho de una o de otra forma. Ambos estamos aquí y hasta ahora tú y yo seguimos juntos.
-Lo sé, yo solo quiero ser lo mejor para ti.-Dije con la cabeza agachada.
-Y lo eres, eres todo para mi, y tal vez no puedo evitar que tengas esas pesadillas, pero si puedo convencerte de que nunca volverás a estar solo jamás, porque ya lo sabes, te amo demasiado. -Dijo ella muy feliz, luego de razonar y terminar de desayunar ambos estábamos en el búnker, acomodando todo lo que habíamos ocupado para el desayuno.
-¡Gary! ¡Hijo mío, hoy te ves mejor que nunca! -Dijo ella demasiado alegre, verla así es algo que me encanta, me hace sentir que todo va a estar bien. Mientras yo lavaba los platos ella desapareció de mi vista, de repente escuché un grito de ella y me alarmo así que corrí lo más rápido hacía donde ella estaba y...
-¡NO PUEDO CREERLO!-Dijo ella con sus ojos súper iluminados.
-Muy bien, ya las encontraste.-Dije un poco nervioso.
-¡LAS GUARDASTE TODAS! -Gritó ella.
-Si, todas y cada una de ellas, no creíste que las había tirado en la basura en realidad ¿cierto?.
-Pues de hecho si, es que tú las rompías en mi cara y...
-Y cuando te volteabas yo recogía cada pedazo para venir a arreglarlas en el búnker, es que antes... tenía mucho tiempo libre.-Y me rasque la nuca, ella me seguía viendo con ojos de admiración.
-¿En serio son todas?-Preguntó ella muy feliz.
-Son todas, es más -Fui y saque una de una cajita de madera- está es la primera que me hiciste cuando tú tenías 5 y yo 10, fue tu primera fiesta organizada por ti misma y aunque no lo creas, si fui pero solo para dejarte...
-Una flor, pude verte cuando te fuiste.-Dijo ella recordando.
-¡Woow!-Dije maravillado y la tomé de las manos, ambos nos veíamos a los ojos.
-¿Y aún crees que el destino nos quiere separar? -Me preguntó ella y allí pude entenderlo todo.
No dije nada solo pasó, la distancia entre nuestros labios fue nula y allí sucedió otro mágico momento donde solo existíamos nosotros dos, tan perfecta, tan suave y ese olor a vainilla tan increíble, cuando nos separamos, nuestras mejillas estaban demasiado rojas, creo que podía acostumbrarme a ello.

Trolls: El amor es una cosa aparte. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora