Y así, abrazados estuvimos por muchos minutos.
No pare de llorar ni un segundo, la culpa me lleno por completo por haberlo tratado mal este último tiempo. Tengo que empezar a relajarme y tratar de detener el estrés que me esta llevando a un lugar no tan cálido.Cuando levanto la mirada y veo sus ojos mirándome directamente, solo quiero quedarme ahí el resto de mi vida, no puedo creer que soy la causante de la mayoría de sus preocupaciones, cuando alguna vez le jure amor y felicidad.
Sus brazos se sienten tan cálidos al rededor mio y su piel tan suave.—No quise comportarme como una estupida. -La voz me sale suave y en un tono no muy alto. -Todo esto me esta agobiando y no se que hacer, estoy sobre pasada y lo único que hago es descargarme todo contigo.
—Shh, todo esta bien.
Se que trata de consolarme y hace su mayor esfuerzo, pero tengo ese sentimiento de culpa que pesa y hasta que no lo descargue, no me voy a relajar.
—No, solo escuchame... -Habló nuevamente. -Te amo, mucho, demaciado y no quiero lastimarte. Solamente quiero que seas feliz y hagas todo lo que realmente Ames en la vida. Así sea estar con nosotros o encerrarte en un estudio de grabación por días... Yo siempre estaré aquí esperándote.
El asiente. —Lo se, amor.
—Quiero seguirte una vez más en todo esto, solo necesito tiempo y calma. -Suspiro. -Quizá nos lleve un año pero tengo muchas cosas que resolver aqui, para poder irme tranquila allí.
—Y lo entiendo.
—Te amo... Te lo juro.
—Yo te amo aún más..
Sellamos ese bonito momento con un beso y solo nos quedamos acurrucados.
El es un ser humano increíble, todo lo que es y representa me llena de orgullo seguir a su lado. No me imagino otro día sin el, volver a la comunicación solo virtual y tener horarios otra vez para poder compartir un momento. Pero todo eso trae acompañar a el amor de tu vida cumpliendo su sueño.(...)
Organizamos la casa juntos y preparamos los niños para que mi madre se los lleve. Hoy dormirán en su casa, tenemos mucho trabajo atrasado, ambos y tenemos que ponernos al día.
Cuando terminamos los quehaceres, comemos algo rápido y nos juntamos en la sala para ver como nos vamos a organizar.—Bien, esto es así...
El me escucha atento.
—Creo que será mejor que tu estés en el estudio y yo en la sala de juegos en el sótano.
El niega con la cabeza. —No, no, no. Tu tienes que dibujar y organizar llamadas, así que necesitas buena iluminación.
—Pero tu tienes que escribir.
—No, solo debo hacer algunas llamadas y quizá estar con la guitarra un rato.
Término aceptando y cada uno va a sus respectivas áreas de trabajo.
Tengo que revisar 35 bocetos y corregir algunos donde me marcaron que eso no podemos hacer.
Mi tarde se basa en llamadas, charlas con la abogada y dibujar, borrar, dibujar, borrar.Hay algunos bocetos que los dejo como están, me parecen perfectos. Aveces tengo un bloqueo mental donde ya no se que hacer y término frustrada con los brazos cruzados sobre el escritorio.
Decido parar despues de un par de horas para servirme una taza de café...
En la cocina me encuentro a Niall preparando cafe y tiene dos tazas asique eso quiere decir que una era para mi.—¿Que tal estas? -Pregunta encendiendo la cafetera.
Me apoyo de espaldas en la mesada y me resfriego la cara con las manos.
—Siento que quiero tirar todo.El hace una mueca y me toma de los codos. —Puedes parar y dormir una siesta para descansar la cabeza.
—Me niego a parar. -Suspiro con agobio. -Es ahora o nunca. Son para mañana.
La cafetera se apaga y el sirve las dos tazas, le pone un sobre de azúcar a cada uno y los revuelve con una cuchara. Me da mi taza y se para a mi lado, también apoyándose sobre la mesada.
Y ahí estamos, mirando hacia el ventanal que da hacia el jardín.
—¿A ti como te esta yendo?
Ahora es el, el que suspira con agobio. —Realmente quieren que vuelva a Los Ángeles.
—Hm... -Hoy me limito a no opinar y solo beber de mi taza.
El se da vuelta mirando hacia mi, sostiene su taza con una mano y apoya la otra mano sobre la mesada.
—¿Haz pensado sobre lo de Londres?—¿Estas seguro?
El asiente. El esta firme con esta decisión.
—No lo he pensado.
—Hm, esta bien. -Sigue bebiendo de su taza y vuelve a apoyarse dándole la espalda a la mesada.
Bebo otro sorbo de café y lo miro, este hombre es precioso hasta desaliñado.
—¿Sabes? Igualmente tuve otra idea.
—Dime... -Responde.
—Y si en vez de mudarnos a Londres... Nos mudamos a Los Ángeles.
Hizo un paso adelante y se puso frente a mi, tomando su taza con las dos manos. Su cara de sorpresa me golpeo de frente. —¿Que?
Tomo un poco de aire y dejo mi taza a un lado. —Bueno, allí tengo una sucursal de Love size y tu no tendrías que estar atravesando el país tanto, si tus proyectos están alli.
—Es un buen punto, pero... No lo se. -Ahora el deja su taza a un lado.- ¿Tu crees?
—Solo que en vez de vender el departamento de Londres, tendrías que vender el de Los Ángeles y conseguir una casa.
—¿Estas segura?
Asiento con la cabeza y tomó sus manos. —Si es contigo siempre.