AY PEQUE...CORRAMOS

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Cómo se había convenido, el lunes en la mañana apareció Luis en la oficina, lo primero que hicieron fue colocarle el apellido Hoffman al peque, ya Max tenía oficialmente heredero. Y el niño, ya tenía su futuro asegurado, pues en la sala de conferencia se había dado una exitosa reunión con un grupo accionistas que vieron con buenos ojos el complejo turístico, Samuel y Edward, estaban más que complacidos con esta nueva incursión económica.

Max le enseñaba a Leo y Maryorie, la empresa, le explicó al peque para su tranquilad dónde era el trabajo de papá qué ya no estaba lejos de él. Le enseño la oficina de su tío Ed y la de su abuelo Samuel, las secretarias se enamoraron del peque en segundos, en realidad todo el personal, y era que el niño era de lo más bien portado y educadito. Pasaron por la sala del servidor, y se encontraron a Samuel y a Ed, ahí mismo colocaron al tanto a Max de la reunión.

Samuel: Hijo un éxito rotundo, disfruta mucho estos 10 días de permiso, porqué a tu regreso tendrás más trabajo que nunca.

Edward: Sí, y al ser tú el experto, encabezas tu proyecto.

Max: Waooo… genial.

Maryorie los veía embelesada, se preguntaba mentalmente cómo hubiese sido su vida con Max y Leo, de haber sido otras las circunstancias. En un segundo el peque se separo, viendo los equipos, cables, monitores y routers, etc. en el centro estaba el servidor, el case tenia un bello botón con una luz azul eléctrico, que hipnotizó a Leo, y fue directo al mismo a presionarlo.

Unos minutos casi segundos entro un técnico a la sala, casi sin percatarse que parte de la directiva estaba en la misma.

Joaquín (técnico): ¡Disculpen permiso! “de paso” pensó el joven tenía que pasar justo con el presidente en la sala.

Samuel: ¿Qué pasa Joaquín? Preguntó Samuel extrañado al ver la cara del joven pálida de angustia, toda la empresa se había paralizado, la red se había caído y no se sabía por qué, habían muchos procesos en juego, la unidad de Recursos Humanos estaba corriendo la nómina, y contabilidad esta en pleno cierre fiscal ósea trabajo administrativo cómo arroz y de repente el servidor parecía que había dejado de funcionar misteriosamente, al parecer un problemilla técnico. Sí un problemilla de unos 12 kilos aproximadamente “Jooo”

Joaquín: Eeh se cayó la red al parecer venía a revisar el servidor. Dijo muy nervioso el joven.

Edward: ¡QUEEE!...justo hoy por Dios.

Y todos miraron hacia el servidor central y hay estaba el encantador bebé con carita de ángel.

Leo: Apague a máquina
mami yo solito.

Y muy orgulloso se señalaba el mismo con su dedito índice cómo sí su proeza era digna de premio y de quién era la culpa, de su madre que le había enseñado y le pedía a su bebe que apagara la maquina cuando ella terminaba de trabajar en casa claro que su madre no le había dicho la instrucción de apagar nada.

Maryorie: ¡Ohhh Dios Leo está no es la computadora de la casa!. Explicó dulce pero con reproche tácito.

Edward, al ver la intención de Maryorie de sonar al peque por lo que hizo. Corrió a cargarlo y pasárselo a Max.

Edward: Max sí no quieres qué toda la Gerencia de RRHH  y Contabilidad, asesinen a mi adorado sobrino, huyan de la escena del crimen yo amordazó a Joaquín. Dijo divertido, mientras de reojo vio a su padre y al pobre técnico que le volvió la vida al cuerpo, aunque tal vez le implicaba levantar algún respaldo y los trabajadores hubiesen perdido parte de la información, pero quien no les mandaba a salvar cada cierto tiempo pensó.

Max: Ayyy peque corramos Maryorie que sí no me quitan los días de permiso y amanezco yo haciendo nómina y el cierre fiscal.

Todos: JAJAJAJA

LA FAMILIA HOFFMANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora