UNA BARRERA INVISIBLE

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Ray: Hola mami. Dijo abrazándola y dándole un beso feliz.

Abby: Hola mi vida... uuyyy Ray, hueles horrible hijo ¿te fuiste al psicólogo sin bañarte después de la práctica de béisbol?

Ray: Nooo mamá claro que me bañe.. es que me sude después.

Edward: Hola amor, la cargo le dio la vuelta y la besó apasionadamente.

Rey que estaba en la sala.

Rey: Ahh por Dios, suban a su cuarto que hay menores acá. Sin espectáculos ¡caramba!, que hay una casa que respetar. Decía divertido.

Edward: grrrr... carajito.

Abby: Ohh por Dios Ed.. hueles horrible también. Pero dónde rayos estaban ustedes dos. UFFFFF.... a bañarse...rápido.

PLAS Auu mamiiii PLAS Auuu Abbyyy

Rey: jajaja... por cochinitos hasta papá le dan...jajaja. Ayy Dios mejor huyo.. jajaja

Rey, echó a correr cuándo vió a su padre con la intención de hacerle lo mismo por burlarse del azote que Abby le había dado.

Luego de la cena conversaba Abby con Edward sobre cómo les había ido en la cita con el psicólogo. Cuando de repente se escucharon un tropel por las escaleras Rey corría de Susan, divertido hasta que ella le dió alcance y le dobló el brazo hacia atrás.

Rey: Auauaa Susan... ya suelta me haces daño.

Susan: Pídeme disculpas.

Rey: Zorriiyo... yaaaaa

Susan: PÍDEME DISCULPAS.

Rey: AYAYA Sorry...

Edward y Abby corrieron al encuentro de aquellos gritos, y Ed, no podía creer lo que sus ojos veía a su adorada princesa haciéndole una llave a su hijo. Del grito que le pegó Susan, ella levantó el agarre lastimando a Rey.

Edward: Susan suelta a tu hermano ya mismo.

Rey: AAAAyyyy mi muñeca... auauauau. Una vez que Susan lo soltó Rey, se tomó su mano derecha con la izquierda. Y comenzó a dar brinquitos en su mismo eje. Tratando de alguna manera aliviar la torcedura que su hermana le había hecho.

Susan: Ohh Vamos Rey, debes ser tan teatral grrrr.

Edward: ¿Teatral? Susana pero cómo se te ocurre.... grrrrrrr. Corrió a ver a Rey, quién no se dejaba atrapar seguía inmerso en su dolor, que no veía ni para los lados.

Edward: Rey, permite hijo, deja ver. Rey.. Rey... Reynaldo. Le dijo tomándolo finalmente del brazo para colocarlo enfrente suyo. Deja ver.

Rey: No..no..no.. duele... no me toques. Dijo con la voz quebrada y los ojos vidriosos. Y fue en ese preciso momento que Susan, se percató que su hermano no estaba actuando, tenía que dolerle porque Rey, no era de quejarse por tonterías.

Susan: Perdón.. no pensé que podía hacerte daño, a Kyle y Ray no le hace ni cosquillas. Murmuró aquello y Edward, le lanzó una mirada que la congeló.

Edward: Claro que no le hace ni cosquillas porque ellos son más grandes que tú, y no puedes inmovilizarlos de esa forma, pero en el caso de Rey sí. Levantaste más de lo que debías, el juego de manos está prohibido en esta casa, o es qué se les olvida que hace pocos días que salí de la clínica con Robert. ¡CARAJO!

Rey: Papiii. Dijo bajito, pensando que toda la bronca era con él, el dolor era horrible cómo para que también le gritaran. Y dejó caer una lágrima.

LA FAMILIA HOFFMANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora